Argentina logra alta adhesión a canje
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 24 junio, 2010
Argentina logra alta adhesión a canje
Argentina dio ayer por superado el mayor cese de pagos de la historia al anunciar una adhesión del 66% a un nuevo canje de bonos en mora desde 2001, un nivel de aprobación que acota el margen de acción de los fondos de inversión especulativos.
Los denominados “fondos buitres” le volvieron a decir “no” a la refinanciación de la deuda argentina y prometen seguir acechando al país suramericano por la vía judicial, aunque ahora quedaron virtualmente aislados frente a la mayoritaria adhesión de acreedores privados a las refinanciaciones que hizo Argentina.
Se trata de deudas en manos de acreedores privados, institucionales y minoristas que habían rechazado un canje concretado en 2005, por el que se reestructuraron bonos impagos por $81.800 millones, con una rebaja del 65,4%.
Si se consideran ambos canjes, Argentina logró un nivel de adhesión global del 92,4% con una rebaja del 65% en promedio para refinanciar una deuda que inicialmente era de unos $102 mil millones, entre capital e intereses.
Para el Gobierno argentino, ese grado de aceptación a la refinanciación deja sin argumentos a los fondos de inversión y acreedores minoristas que han optado por la vía legal para intentar cobrar el ciento% de sus tenencias.
Los “fondos buitres” han optado mayoritariamente por litigar contra el Estado argentino en cortes de Estados Unidos.
Allí, el juez neoyorquino Thomas Griesa se ha ganado fama cada vez que fondos especulativos, como los aguerridos Elliot y Dart, lograron convencerle de embargar preventivamente cuentas y otros bienes argentinos.
Los abogados de Argentina han logrado hasta ahora desmontar esos embargos, mientras que el nuevo canciller, Héctor Timerman, que asumió el martes el cargo, buscó combatir desde la embajada argentina en Washington el fuerte cabildeo (“lobby”) de los “fondos buitres” en la prensa y el mundillo político estadounidense.
El otro núcleo de resistencia a la reestructuración de la deuda argentina lo han conformado inversores individuales italianos, capitaneados por Nicola Stock, de la Task Force Argentina, colectivo creado en 2002, tras el millonario cese de pagos de Argentina, el mayor de la historia moderna.
Las principales demandas contra el Estado argentino interpuestas por inversores italianos han sido radicadas ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que depende del Banco Mundial.
Allí se han planteado tres demandas, pero la más voluminosa corresponde a 195 mil italianos, quienes habían reclamado un resarcimiento por el cese de pagos de unos $4.300 millones.
Buenos Aires
EFE
Argentina dio ayer por superado el mayor cese de pagos de la historia al anunciar una adhesión del 66% a un nuevo canje de bonos en mora desde 2001, un nivel de aprobación que acota el margen de acción de los fondos de inversión especulativos.
Los denominados “fondos buitres” le volvieron a decir “no” a la refinanciación de la deuda argentina y prometen seguir acechando al país suramericano por la vía judicial, aunque ahora quedaron virtualmente aislados frente a la mayoritaria adhesión de acreedores privados a las refinanciaciones que hizo Argentina.
Se trata de deudas en manos de acreedores privados, institucionales y minoristas que habían rechazado un canje concretado en 2005, por el que se reestructuraron bonos impagos por $81.800 millones, con una rebaja del 65,4%.
Si se consideran ambos canjes, Argentina logró un nivel de adhesión global del 92,4% con una rebaja del 65% en promedio para refinanciar una deuda que inicialmente era de unos $102 mil millones, entre capital e intereses.
Para el Gobierno argentino, ese grado de aceptación a la refinanciación deja sin argumentos a los fondos de inversión y acreedores minoristas que han optado por la vía legal para intentar cobrar el ciento% de sus tenencias.
Los “fondos buitres” han optado mayoritariamente por litigar contra el Estado argentino en cortes de Estados Unidos.
Allí, el juez neoyorquino Thomas Griesa se ha ganado fama cada vez que fondos especulativos, como los aguerridos Elliot y Dart, lograron convencerle de embargar preventivamente cuentas y otros bienes argentinos.
Los abogados de Argentina han logrado hasta ahora desmontar esos embargos, mientras que el nuevo canciller, Héctor Timerman, que asumió el martes el cargo, buscó combatir desde la embajada argentina en Washington el fuerte cabildeo (“lobby”) de los “fondos buitres” en la prensa y el mundillo político estadounidense.
El otro núcleo de resistencia a la reestructuración de la deuda argentina lo han conformado inversores individuales italianos, capitaneados por Nicola Stock, de la Task Force Argentina, colectivo creado en 2002, tras el millonario cese de pagos de Argentina, el mayor de la historia moderna.
Las principales demandas contra el Estado argentino interpuestas por inversores italianos han sido radicadas ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), que depende del Banco Mundial.
Allí se han planteado tres demandas, pero la más voluminosa corresponde a 195 mil italianos, quienes habían reclamado un resarcimiento por el cese de pagos de unos $4.300 millones.
Buenos Aires
EFE