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Viernes, 13 de diciembre de 2024



NOTA DE TANO


Argentina vs. Colombia, exquisito plato de buen fútbol

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Viernes 12 julio, 2024


El mediocampista colombiano, Richard Ríos, pieza clave del equipo.
El mediocampista colombiano, Richard Ríos, pieza clave del equipo.


La semifinal resultó un martirio para Colombia, simple y llanamente porque Uruguay no es Argentina.

“La Celeste”, con su característica garra, la forma agresiva, dura, insistente de cómo marca y presiona, esa retaguardia que atornilla y mete pierna, el coraje y sangre histórica de sus guerreros en la cancha, resulta un dilema para cualquier rival.

Uruguay es incómodo y fue por eso que Colombia, nunca tuvo comodidad en el partido semifinal. Lo ganó gracias a acción de bola quieta, tiro de esquina de James Rodríguez y remate de cabeza del gigante humano Jefferson Lerma y pare de contar.

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En el cierre, cuando “La Celeste” desesperada se fue al ataque en procura del empate y olvidó sus deberes defensivos, Colombia dispuso de dos ocasiones de gol, pero el relevista Matteus Uribe los desperdició.

Uruguay mandó en la semifinal y pudo darle al guion del juego un libreto diferente, si su goleador Darwin Núñez, en la primera media hora de acción, anota por lo menos una de las tres oportunidades de gol, de las que dispuso. El artillero con las redes a su disposición, remató por fuera en las tres ocasiones.

Mentalmente, una semifinal es más complicada que una final. Este duelo de Uruguay frente a la invicta Colombia era de alto voltaje y de mayor presión para los cafeteros. Estaban señalados como favoritos, invictos en 27 presentaciones.

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Quizá los discípulos de Marcelo Bielsa no tenían nada que perder en su rol anticipado de víctimas de la oncena de James y Luis Díaz. Por eso, jugaron más sueltos, amarraron las mejores piezas rivales, dominaron, pero no obligaron al portero Camilo Vargas a alguna intervención determinante. Con un jugador menos, dada la expulsión de Daniel Muñoz al término de la primera parte, la retaguardia colombiana se multiplicó y sostuvo la mínima ventaja.

En la final de este domingo contra Argentina, veremos otra Colombia, la que más conocemos, alegre y suelta, porque los campeones del mundo y de la Copa América, no amarran, ni pegan como los charrúas.

Argentina juega muy bien al fútbol y Colombia también. En la final no hay más allá, no sigue otro partido. Es el último y esto quita presión mental y emocional a los futbolistas. Y por favor, no califiquemos esta final como un duelo entre Lionel Messi y James Rodríguez, por respeto a jugadores de los dos seleccionados que han trabajado mejor que sus capitanes en el desarrollo de la competencia.

gpandolfo@larepublica.net







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