Ambientalistas cuestionan a UE
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 03 febrero, 2012
Ambientalistas cuestionan a UE
Las políticas de la Unión Europea para promover el uso de biocombustibles en el transporte costarán a los consumidores 126.000 millones de euros, unos $166.000 millones, de ahora a 2020, dijeron dos grupos ambientalistas.
Los combustibles, elaborados a partir de plantas para reemplazar la gasolina, probablemente no ayudarán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero porque se destruyen bosques para hacer lugar a las plantaciones de biocombustible, explicaron ayer Friends of the Earth y ActionAid en una declaración enviada por correo electrónico.
La Comisión Europea dijo que si bien los biocombustibles tienen un menor precio que los combustibles fósiles, es razonable para los automovilistas pagar extra.
La UE apunta a obtener el 10% de su energía para transporte de los biocombustibles, el hidrógeno y las energías renovables para 2020. El objetivo tiene el propósito de ayudar a reducir las emisiones totales de gases invernadero del bloque en un 20% respecto de los niveles de 1990.
Estos grupos de lobby señalaron que esas metas sumarán de 94.000 millones de euros a 126.000 millones de euros a los costos de combustible hasta 2020.
“Los consumidores y los contribuyentes están pagando una prima por esta política, que aporta muy poco y, en nuestra opinión, causa mucho daño al medio ambiente, además de hambre y pobreza”, advirtió Robbie Blake, activista en materia de biocombustibles de Friends of the Earth Europa. “Aquello en lo que en realidad debemos concentrarnos es en reducir el uso de la energía para transporte aumentando la eficiencia energética de los autos y a través de un mejor transporte público”.
La UE ha dicho que sus pautas impiden la utilización de tierras deforestadas y que los biocombustibles tienen poco que ver con el alza del precio de los alimentos. En junio de 2010, la UE estableció controles para impedir que los biocombustibles dañaran los bosques, los humedales y las reservas naturales.
Un consultor independiente, Malcolm Fergusson, llevó a cabo el análisis de costos para Friends of the Earth y ActionAid. Extrapoló el análisis relacionado con los costos en el Reino Unido y Alemania a toda la UE. Fergusson antes fue responsable de la política de cambio climático en el organismo ambiental del gobierno británico.
Bloomberg
Los combustibles, elaborados a partir de plantas para reemplazar la gasolina, probablemente no ayudarán a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero porque se destruyen bosques para hacer lugar a las plantaciones de biocombustible, explicaron ayer Friends of the Earth y ActionAid en una declaración enviada por correo electrónico.
La Comisión Europea dijo que si bien los biocombustibles tienen un menor precio que los combustibles fósiles, es razonable para los automovilistas pagar extra.
La UE apunta a obtener el 10% de su energía para transporte de los biocombustibles, el hidrógeno y las energías renovables para 2020. El objetivo tiene el propósito de ayudar a reducir las emisiones totales de gases invernadero del bloque en un 20% respecto de los niveles de 1990.
Estos grupos de lobby señalaron que esas metas sumarán de 94.000 millones de euros a 126.000 millones de euros a los costos de combustible hasta 2020.
“Los consumidores y los contribuyentes están pagando una prima por esta política, que aporta muy poco y, en nuestra opinión, causa mucho daño al medio ambiente, además de hambre y pobreza”, advirtió Robbie Blake, activista en materia de biocombustibles de Friends of the Earth Europa. “Aquello en lo que en realidad debemos concentrarnos es en reducir el uso de la energía para transporte aumentando la eficiencia energética de los autos y a través de un mejor transporte público”.
La UE ha dicho que sus pautas impiden la utilización de tierras deforestadas y que los biocombustibles tienen poco que ver con el alza del precio de los alimentos. En junio de 2010, la UE estableció controles para impedir que los biocombustibles dañaran los bosques, los humedales y las reservas naturales.
Un consultor independiente, Malcolm Fergusson, llevó a cabo el análisis de costos para Friends of the Earth y ActionAid. Extrapoló el análisis relacionado con los costos en el Reino Unido y Alemania a toda la UE. Fergusson antes fue responsable de la política de cambio climático en el organismo ambiental del gobierno británico.
Bloomberg