Alternativas al petróleo
Debe iniciarse el proceso de sustitución de la base energética actual por alternativas renovables informando y educando a la población para que pueda adaptarse
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 01 junio, 2009
Las señales de recuperación que parece mostrar la economía estadounidense, anunciando el posible final de la recesión que afectó al mundo, si bien significan la esperanza de salir de la crisis, lo que algunos analistas vislumbran para el último trimestre de este año, trae consigo otros motivos de preocupación. Los recientes aumentos en los precios del petróleo en el mercado internacional han comenzado a despertar el nerviosismo en Costa Rica, dice una nota de LA REPUBLICA de hoy y enumera los factores que podrían iniciar nuevamente subidas en los precios del crudo. Esto es algo que no podemos cambiar. No obstante, lo que sí se puede hacer es tomar medidas tendientes a enrumbar al país hacia una menor dependencia de la importación de hidrocarburos reduciendo la demanda de productos derivados del petróleo y adoptando energías alternativas renovables. Esto, en términos generales, requiere dos tipos de acciones: las que lleven, efectivamente, a un menor consumo y las que han de desarrollarse para sustituir la base energética actual por otras. Para ambas se debe informar ampliamente y educar a la población. Es la educación no las prohibiciones lo que genera cambios de actitud importantes. En cuanto a inducir a un menor consumo, por ejemplo de gasolina, deberían estudiarse más algunas medidas tomadas antes del inicio de la crisis que no han significado una solución y más bien han aumentado las dificultades a las que se enfrentan a diario la fuerza laboral, los estudiantes y en general la población. No se debería improvisar nuevamente intentando, mediante restricción de placas vehiculares u otras medidas semejantes, que las personas dejen el automóvil en su casa cuando no existen condiciones para que se pueda incrementar el uso del sistema de transporte público colectivo existente y la inseguridad en las calles sigue atemorizando y robando la paz a la gente. Deben encontrarse fórmulas para bajar las importaciones de crudo que no signifiquen un deterioro en la calidad de vida del costarricense, sino acciones para emprender realmente el paso hacia fuentes de energía alternativas que puedan ser utilizadas por la industria, ya que los aumentos internacionales en el crudo inciden en todos los procesos productivos y a través de ello directamente en el bolsillo de la población.