Ad Astra apuesta a remolques espaciales
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 18 julio, 2008
Desde remolques para satélites hasta desvío de meteoritos
Ad Astra apuesta a remolques espaciales
• Alrededor de un 80% de las acciones de esta compañía estadounidense está en manos de costarricenses
Eduardo Baldares
ebaldares@larepublica.net
¿Qué tiene de sorprendente que en el país funcione una empresa que en tres años incursionaría en el negocio de remolcar maquinaria? Nada, a no ser que se trate de “grúas” espaciales operadas desde Liberia, Guanacaste.
Este es solo uno de los proyectos en los que trabaja la firma Ad Astra Rocket, del astronauta costarricense Franklin Chang, que pretende conquistar el mercado de los remolques más allá de la atmósfera terrestre, operando con diversos artefactos relacionados con la tecnología espacial, tales como satélites y componentes de estaciones, y que abarca también el área de cargamento y transporte.
Dedicada al desarrollo de tecnologías de propulsión avanzadas con base en el plasma, en poco más de una década Ad Astra Rocket estaría en capacidad de fabricar remolques aún más grandes y poderosos, de una magnitud tal que podrían ser utilizados en el desvío de asteroides con el potencial de impactar catastróficamente a la Tierra.
También espera concretar en 2017 el establecimiento de una base en la Luna para probar cohetes capaces de viajar a Marte.
Por ahora, la sede de la firma en Liberia ya consiguió crear de forma estable el cuarto estado de la materia –el plasma—, con el que reemplazará a los combustibles tradicionales en un motor que se espera permita realizar viajes espaciales a largas distancias.
“A nuestros científicos costarricenses les quedan varios pendientes, entre los que sobresale el referente al sistema de enfriamiento, pues el plasma está a 50 mil grados Celsius y hay que aislarlo de los otros componentes del motor”, explicó Jorge Oguilve, director del laboratorio liberiano.
La otra misión de los ingenieros nacionales es realizar pruebas destructivas y así ver cuáles materiales resisten mejor las altas temperaturas del motor, detalló Ronald Chang, hermano de Franklin y director ejecutivo de la sede en el país, quien agregó que “en Canadá se hacen los equipos de radiofrecuencia; en Inglaterra, los magnetos superconductores y en Estados Unidos se lleva a cabo la integración total de nuestra tecnología”.
No conforme con sus objetivos cósmicos, la sede liberiana pretende usar el plasma para desintegrar basura, de manera que los gases resultantes sirvan para generar energía con la cual inicialmente se abastecería a la planta guanacasteca, pero que en un futuro serviría para generar electricidad local, nacional e incluso regionalmente. Sería como matar dos pájaros de una pedrada: El problema energético y el de desechos.
¿Cuál es el perfil profesional que requiere la empresa? “Somos un grupo multidisciplinario de expertos en mecánica, electrónica, materiales, física, química, matemática, tecnología de la información, recursos humanos y administración, que además de dominar sus respectivas áreas, deben ser proactivos, creativos, perseverantes, emprendedores y analíticos”, respondió Oguilve.
Ad Astra apuesta a remolques espaciales
• Alrededor de un 80% de las acciones de esta compañía estadounidense está en manos de costarricenses
Eduardo Baldares
ebaldares@larepublica.net
¿Qué tiene de sorprendente que en el país funcione una empresa que en tres años incursionaría en el negocio de remolcar maquinaria? Nada, a no ser que se trate de “grúas” espaciales operadas desde Liberia, Guanacaste.
Este es solo uno de los proyectos en los que trabaja la firma Ad Astra Rocket, del astronauta costarricense Franklin Chang, que pretende conquistar el mercado de los remolques más allá de la atmósfera terrestre, operando con diversos artefactos relacionados con la tecnología espacial, tales como satélites y componentes de estaciones, y que abarca también el área de cargamento y transporte.
Dedicada al desarrollo de tecnologías de propulsión avanzadas con base en el plasma, en poco más de una década Ad Astra Rocket estaría en capacidad de fabricar remolques aún más grandes y poderosos, de una magnitud tal que podrían ser utilizados en el desvío de asteroides con el potencial de impactar catastróficamente a la Tierra.
También espera concretar en 2017 el establecimiento de una base en la Luna para probar cohetes capaces de viajar a Marte.
Por ahora, la sede de la firma en Liberia ya consiguió crear de forma estable el cuarto estado de la materia –el plasma—, con el que reemplazará a los combustibles tradicionales en un motor que se espera permita realizar viajes espaciales a largas distancias.
“A nuestros científicos costarricenses les quedan varios pendientes, entre los que sobresale el referente al sistema de enfriamiento, pues el plasma está a 50 mil grados Celsius y hay que aislarlo de los otros componentes del motor”, explicó Jorge Oguilve, director del laboratorio liberiano.
La otra misión de los ingenieros nacionales es realizar pruebas destructivas y así ver cuáles materiales resisten mejor las altas temperaturas del motor, detalló Ronald Chang, hermano de Franklin y director ejecutivo de la sede en el país, quien agregó que “en Canadá se hacen los equipos de radiofrecuencia; en Inglaterra, los magnetos superconductores y en Estados Unidos se lleva a cabo la integración total de nuestra tecnología”.
No conforme con sus objetivos cósmicos, la sede liberiana pretende usar el plasma para desintegrar basura, de manera que los gases resultantes sirvan para generar energía con la cual inicialmente se abastecería a la planta guanacasteca, pero que en un futuro serviría para generar electricidad local, nacional e incluso regionalmente. Sería como matar dos pájaros de una pedrada: El problema energético y el de desechos.
¿Cuál es el perfil profesional que requiere la empresa? “Somos un grupo multidisciplinario de expertos en mecánica, electrónica, materiales, física, química, matemática, tecnología de la información, recursos humanos y administración, que además de dominar sus respectivas áreas, deben ser proactivos, creativos, perseverantes, emprendedores y analíticos”, respondió Oguilve.