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A San José-San Ramón le falta un largo camino

Rodrigo Díaz rdiaz@larepublica.net | Lunes 23 febrero, 2015


El  fideicomiso deberá tener claras todas las condiciones del tipo de carretera que pretende el MOPT para buscar el  nanciamiento. ESTEBAN MONGE/LA REPÚBLICA


Inicio aún es incierto, pues muchos detalles están sin resolver

A San José-San Ramón le falta un largo camino

Al final del presente gobierno habría únicamente un 30% de avance

Un largo camino lleno de planes, trámites y decisiones le queda a la carretera San José-San Ramón para que su ampliación se convierta en realidad.
Hoy se firmó (11:00 a.m.) en San Ramón la ley que permitirá la ejecución del fideicomiso para la ampliación de la ruta de 58 kilómetros entre la capital y la comunidad ramonense, sin la certeza de la fecha en que podrían ponerse manos a la obra, y menos cuándo podría concluirse.
Tras la anulación del contrato con la firma brasileña OAS, la solución que encontró el gobierno, y acuerpada por diferentes sectores del país, fue construirla por medio de un fideicomiso.
Esta figura permite una ejecución mucho más eficiente de la que tendría el Estado, con la ventaja de que no tendría fines de lucro, como sucedería con una compañía que concesionara la obra. En principio, esto posibilitaría que los costos sean menores, o que con el mismo precio se pueda construir una obra de mejor calidad.
Sin embargo, aunque se dice que la ampliación de la ruta valdría $473 millones, falta definir los costos reales de las expropiaciones, las ampliaciones previstas y costos administrativos que no han sido contemplados.
“El fideicomiso debería definir una compañía experta en la administración de la carretera, ya que por sí misma no podría hacerlo”, comentó Ronald Vargas, director de Banca de Inversión del INS.
Sin estas valoraciones sería imposible tener una certeza del costo del peaje, uno de los temas más polémicos y que provocó la cancelación del contrato con OAS.
Esta firma había ganado el contrato e incluso recibió el referendo de la Contraloría, pero al trascender que el costo del peaje superaría los ¢3.500 ida y vuelta, la comunidad de San Ramón se opuso, generando una presión que obligó al gobierno de la presidenta Laura Chinchilla a dar marcha atrás con el proyecto.
Si esa obra hubiera continuado, a esta altura ya los ramonenses tendrían un mejor panorama. En marzo de 2016 hubiera concluido la construcción de la nueva vía a San Ramón, según el cronograma estipulado por la firma OAS, que había ganado la concesión de dicha carretera.
De hecho, desde el año anterior se hubiera concluido el puente sobre el río Virilla, conocido como el de la platina, ampliación que aún está a la espera del diseño final por parte del gobierno.

Rodrigo Díaz
rdiaz@larepublica.net

 







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