A pasito lento
Vamos rezagados porque no se llevó a cabo la necesaria tarea de modernización del Estado
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Miércoles 24 agosto, 2011
La promesa fue que la apertura nos traería una competencia capaz de significar, para los usuarios, una mejor prestación y precios más bajos en los servicios de telecomunicaciones.
La realidad, hasta la fecha, es que las empresas en general siguen arrastrando tarifas viejas por lo que no existe una competencia por precios y esto aparentemente también incide en la posibilidad de nuevos paquetes y productos para los clientes.
La situación se da porque el Estado opera con sistemas lentos que no han permitido un ajuste rápido a los precios. Así, las empresas participantes se ven obligadas a funcionar bajo el esquema actual pues el nuevo se mueve a pasito lento a pesar de haber sido declarado prioritario por el gobierno.
Desde principio de año se trabaja en determinar las tarifas que pagarán al Instituto Costarricense de Electricidad las nuevas operadoras por interconectarse o utilizar parte de la red de la institución.
Cuando eso esté definido, la información deberá ser enviada a la Sutel donde será sometida a otro proceso para su aprobación y posterior publicación en La Gaceta.
Todo lo anterior, si bien es cierto que debe tramitarse, no debería significar un retraso como el que vemos.
Ayer hablábamos en este mismo espacio de los problemas a que se enfrentan los costarricenses o cualquier empresa establecida para operar desde aquí, debido al entrabamiento que produce el sistema utilizado para realizar trámites, estudiar y aprobar o denegar solicitudes u otros documentos.
El caso que hoy nos ocupa, originado en la apertura de las telecomunicaciones en el país, es un claro ejemplo. La vida de los habitantes se mueve en este país a ese lento ritmo en muchos casos y eso debe cambiar. No podemos seguir dilapidando tiempo en un mundo que se mueve hoy con extrema rapidez.
Sin embargo, vamos rezagados porque no se llevó a cabo la necesaria tarea de modernización del Estado. Esto debió ser parte de la preparación que correspondía hacer en diversos sectores de la vida nacional y en las instituciones del Estado, para que pudieran responder adecuadamente a los procesos que se derivarían de la apertura y a la vez sacar el mejor provecho a la nueva circunstancia de mercado global.