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Miércoles, 24 de abril de 2024



ACCIÓN


¡Venezuela un equipazo!

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 17 marzo, 2014


Gloriana Villalobos, la excepcional jugadora de la Selección Nacional, se escapa de la marca de Bárbara Serranos.Tomadas de Fifa.com


¡Venezuela un equipazo!

Frente a un rival muy superior, Costa Rica respondió con entrega

Apenas se inició el segundo partido del Mundial Femenino Sub-17, Venezuela demostró por qué es el actual campeón suramericano de esta categoría.

Daniuska Rodríguez gestó el primer gol venezolano; la vemos en apretada acción con la pundonorosa Emilie Valenciano.Tomadas de Fifa.com

Encerró a las ticas, las bombardeó, las obligó a ceder tiros de esquina consecutivos y mientras Yuliana Salas trabajó horas extras desde temprano, la defensa central Fabiola Villalobos sacaba agua del bote con rechazos largos y las pequeñas marcadoras de punta, Wilson y Elizondo eran arrasadas por las potentes venezolanas Zambrano, de técnica exquisita y la goleadora del Suramericano, García.
Venezuela presentó un equipo equilibrado que lo tiene todo; potencia, estatura, técnica y efectividad. Demasiado rival para las discípulas de Juan Diego Quesada, impávido y fiel a su estilo de corazón congelado.
Solo el coraje de Emilie Valenciano, unido al talento excepcional de una fuera de serie, Gloriana Villalobos y el sacrificio de una ariete solitaria pero inteligente como Sofía Varela, hizo que Costa Rica equilibrara las acciones.
Indira González probó las tenazas de la portera Rodríguez; Fabiola Villalobos arrancó de atrás en dos oportunidades y olfateó la conquista, pero fue la guardameta Salas la que salvó tres ocasiones de gol, con achiques suicidas.

También Fabiola sacó un remate de la raya y Yuliana voló de palo a palo para sacarle el gol a Gabriela García.
Cada vez que Gloriana recibía la pelota, las 35 mil almas que abarrotaron el Estadio Nacional se ponían de pie y les hervía la sangre. Como Messi, la capitana criolla derrapaba rivales que chocaban entre ellas y dejaba en el aire las patadas de su celadora Marcano, con órdenes expresas del técnico Zseremeta de aniquilarla. Gloriana pisó la línea de fondo y le puso el gol en la cabeza a Varela que remató en forma deficiente.
En la segunda parte a Costa Rica la atraparon pensando en la inmortalidad del cangrejo y Venezuela le hizo dos goles relampagueantes, seguidos y definitivos, ambos de la ariete Castellanos. El 1-0 tras recibir servicio de Rodríguez quien se llevó la marca de Araya, atrasó el pase de la muerte y la “nueve” suramericana aprovechó mala salida de Salas para concretar. El 2-0 tres minutos después, cuando Deyna quebró la marca de Elizondo y remató a puerta desguarnecida.
Dos goles en contra y al frente un señor equipo, no doblaron sin embargo a las jóvenes costarricenses que no cesaron de pelear cada balón como si fuera el último de sus vidas. Esa entrega valió la pena, fue admirada y aplaudida. La pasión de la Selección Nacional fue inclaudicable y merecía al menos el gol del descuento, negado por el poste ante remate de Varela y por el vuelo de Franyeli ante bólido de Valenciano.
En el cierre, una de las bujías de la visita, Lourdes Moreno metió el 3-0 aprovechando que Salas estaba un poco adelantada y la bañó con un globo excepcional.
Aplausos para las costarricenses; lo dieron todo; se partieron el alma y simplemente cayeron derrotadas ante una Venezuela infinitamente superior.

Gaetano Pandolfo
gpandolfo@larepublica.net

 







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