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Prueba no superada

Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Jueves 23 enero, 2014


Kevin Cunningham dejó ir la más clara opción de Costa Rica cuando el marcador estaba empatado a cero. Luego la selección desapareció. Marcelo Hernández-AFP/La República


Prueba no superada

Con una defensa de papel y un portero que falló, Costa Rica salió goleada

Una muy pobre presentación dio la selección nacional, un remedo de lo mostrado en las eliminatorias, lo que se pagó con una goleada por 4 a 0 en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo ante Chile.
Evidentemente la ausencia de los estelares de la Tricolor tuvo un costo muy alto y el aporte de quienes buscan el milagro de colarse en la lista mundialista, desaprovecharon el momento, sobre todo en la zona defensiva.

Chile jugó a placer, el rival no llegó, es más, el entrenador chileno Jorge Sampaoli debe estarse aún lamentado de este compromiso, ya que no se le exigió en lo más mínimo, ni en defensivo y menos en ofensiva.
Costa Rica inició motivada, alegre si se quiere, con un planteamiento de poblar el mediocampo y dejar en solitario en la ofensiva a Jonathan McDonald, pero con el apoyo de Kevin Cunningham, Carlos Hernández y Randal Brenes.
Y eso permitió que en los primeros diez minutos la nacional tuviese dos claras opciones de gol. En la primera, Brenes dejó a McDonald solo ante el portero, pero la definición fue mala, al igual que cuando Hernández se la puso a Cunningham.
Solo eso hizo Costa Rica, pese a que en esos minutos se evidenció que a Chile se le hacía daño con el toque rápido y velocidad en la última línea, pero como por arte de magia desapareció.
Y eso Chile lo aprovechó, ante una defensa que por suerte no es la que estará en el Mundial, porque anoche lució recontramal, incluido Michael Umaña, quien hasta dejó el equipo con diez cuando el barco se estaba hundiendo.
Un tiro libre fue mal rechazado por Umaña, la pelota quedó en el área y Miko Albornoz sin pensarlo fusiló a Patrick Pemberton para, a los 12 minutos, poner el 1 a 0.
La primera parte no tuvo mucho que analizar, Chile lo intentaba, sin mucho que ofrecer, también ellos tenían a una selección alternativa, en la que cada futbolista sueña con colarse al Mundial de Brasil.
Costa Rica no sufrió, seguía la pelota de un lado a otro, intentaba jugar cuando la recuperaba, algo que nunca logró, sobre todo porque, pese a tener tanta gente en la medular, no había claridad en ofensiva.
Ya en la complementaria, en lo que se esperaba fuese el mismo perfil, todo cambió muy rápido, producto de una mala combinación de factores letales, 45 minutos para olvidar de Pemberton y una defensa que no frenaba nada.
Al minuto 50 vino un centro justo donde estaba en solitario Pablo Hernández, que remató de cabeza a las manos del arquero nacional a quien la pelota se le escapó y terminó en el fondo de la portería, para el 2 a 0.
Pero, aún sin recuperarse de ese golpe, cayó el 3 a 0. Tiro de esquina al primer poste, Porfirio López falla en la marca, Patrick sale mal y de nuevo Pablo Hernández gana en las alturas y manda el balón al fondo de la red.
La sele era un coladero y para terminar de hacerlo, Umaña, quien ya tenía tarjeta amarilla cometió una falta artera y dejó al equipo con diez, poniendo a Jorge Luis Pinto con más problemas para rearmar la peor parte de la selección.
Falta el cuarto, de nuevo el centro de la defensa como un coladero, lo que le permitió a Carlos Muñoz quedar en solitario ante Pemberton y sellar el 4 a 0.
Pudo ser peor, el rival ya jugó más a placer, el equipo se medio ordenó y esperó el final, en una noche triste y dura en Chile.

Cristian Williams Méndez
cwilliams@larepublica.net







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