Seis de cada diez costarricenses votaron

No hubo catástrofe

Participación en el extranjero fue de apenas un 17% de los electores empadronados

Aunque todo hacía prever un abstencionismo histórico, los costarricenses dieron ayer una verdadera lección de fervor cívico y en masa, lograron cambiar los pronósticos pesimistas.

Gracias a ello, al cierre de la votación, el Tribunal Supremo de Elecciones solo registró un 43,2% de abstencionismo en lugar de un índice catastrófico.
Si se compara con la elección de 2002, en la que también se tuvo que realizar una segunda ronda, ayer solo se registró un incremento cercano al 3%.
Esto, a pesar de que hace un mes Johnny Araya de Liberación Nacional, desmovilizó a los votantes de su partido, cuando anunció que se retiraba de la contienda electoral por falta de dinero y por la adversidad en las encuestas.
Ayer, en su discurso de la derrota, Araya manifestó sentirse tranquilo y contento porque el abstencionismo no fue tan alto y que su decisión no pesó a final de cuentas sobre esa estadística.
Desde ayer en horas de la mañana se estimaba que el abstencionismo no sería catastrófico, tal como lo indicó la semana pasada Luis Antonio Sobrado, presidente del TSE.
Esto, porque la afluencia de votantes fue continua a las diversas juntas receptoras de votos durante todo el día y como es usual en el costarricense, se incrementó considerablemente después del almuerzo.
A partir de esa hora el movimiento de vehículos con banderas y una gran cantidad de votantes en las calles despejaban cualquier duda sobre la participación de los votantes.
Eso sí, el índice mesurado de abstencionismo se debe en mayor parte a que el presidente electo Luis Guillermo Solís nunca bajó los brazos y se decidió a recorrer el país para pedir el voto a su favor.
Durante la campaña en esta segunda ronda, Solís lanzó un reto a los votantes y les pidió un millón de votos para consolidar su mandato.
En ese sentido, no solo alcanzó la meta, sino que también la superó ampliamente al sumar más de 1,3 millones de votos.
Aunque el abstencionismo no fue alarmante en el territorio nacional, la situación fue muy diferente fuera de nuestras fronteras.
De acuerdo con los datos del TSE, en el extranjero únicamente el 17% de los empadronados participó en la elección.
Esto implica un incremento de abstencionismo en el extranjero del 70% al 83% entre el 2 de febrero y ayer.
Tras conocer los resultados de abstencionismo, Luis Antonio Sobrado, presidente del TSE, dijo estar satisfecho porque los costarricenses son ahora más maduros.
“No hay la menor duda de que en tiempos revueltos y en campañas inusuales, el costarricense se ha destacado por su gran madurez. El votante actual hace su decisión con la cabeza y cada vez menos con el corazón o las vísceras. La serenidad del votante en las últimas semanas, no se podía considerar como desinterés; al contrario, nunca antes la gente ha estado tan hambrienta de información”, indicó Sobrado.
Otra que manifestó su felicidad por la amplia participación de los costarricenses fue Laura Chinchilla, presidenta de la República.
Ella, incluso llamó al mandatario electo para felicitarlo por su victoria y al mismo tiempo, aprovechó para invitarle a una reunión que se programará pronto.
“Una vez más, el pueblo de Costa Rica hizo honor a su tradición democrática, hemos cerrado una jornada electoral más, en un clima de fervor cívico, respeto y tranquilidad. ¡Felicidades, Costa Rica”, expresó la Presidenta.
Al término de las elecciones el rojiamarillo Solís venció ampliamente a su rival del PLN, pues lo triplicó en la intención de voto al lograr un 78% de los sufragios válidos, es decir, más de un millón.
“Esta es una convocatoria por el cambio, para que las cosas no sigan siendo lo que fueron. Costa Rica ha dicho no a la corrupción”, concluyó Solís.

 

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net
@earrietaLR