La causa raíz de un problema
| Miércoles 19 febrero, 2014
Aun en un curso elemental de manejo de extintores nos indican que, si se quiere apagar realmente el incendio, se debe dirigir la descarga hacia la base de la llama
La causa raíz de un problema
Muchas veces nos vemos envueltos en el quehacer diario de nuestras vidas. El espacio para el análisis es limitado. La reflexión está ausente de nuestra agenda. La vida laboral, familiar y personal nos consume y entonces es cuando sucede: nos enfrentamos a un problema y sus consecuencias. Tratamos de apagar el incendio aplicando medidas para enfrentar las consecuencias, pero ninguna funciona.
Aun en un curso elemental de manejo de extintores nos indican que, si se quiere apagar realmente el incendio, se debe dirigir la descarga hacia la base de la llama. ¿Estamos apuntando a la base de la llama cuando tratamos de solucionar nuestros problemas?
En varias disciplinas, como la gestión de calidad, de riesgos, de proyectos, de mantenimiento preventivo, medicina, psicología y hasta política, la base de la llama se define como causa raíz.
Le invito a imaginar un terreno con mucha maleza. Si lo queremos limpiar y simplemente cortamos la maleza, ¿qué sucederá? Esta volverá a crecer. Es porque la maleza es lo único visible a nuestros ojos. Para impedir que vuelva a crecer, debemos cavar el terreno, encontrar la raíz de la maleza y arrancarla para siempre.
¿Cómo llevar este ejemplo a nuestras vidas? Existe un proceso sistemático de resolución de problemas denominado Análisis de Causa Raíz (RCA, por sus siglas en inglés), el cual es bastante sencillo de aplicar. Una de las técnicas más fáciles es la de los cinco porqués. Identifique su problema (no la consecuencia). Pregunte por qué se da ese problema. Que su respuesta se base en hechos, no en rumores o en supuestos no válidos.
Tendrá en sus manos la primera respuesta; la cual representa el primer paso a encontrar la causa de todas sus calamidades y por lo tanto, la solución. Aplique este procedimiento en forma iterativa hasta que haya llegado a la quinta pregunta: ¿por qué?
A continuación un ejemplo típico. Muchas empresas cuando se ven enfrentadas a una crisis, toman el camino del mínimo esfuerzo y simplemente recortan el personal, perdiendo capacidad y competitividad.
Prefieren hacer eso a preguntarse: 1. ¿Por qué estamos en crisis? Repuesta: No vendemos lo suficiente. 2. ¿Por qué no vendemos lo suficiente? Respuesta: No tenemos suficiente inventario. 3. ¿Por qué no tenemos suficiente inventario? Respuesta: Porque es muy caro mantener inventario. 4. ¿Por qué es caro mantener inventario? Respuesta: Porque no sabemos cuáles productos son los que realmente les interesan a los clientes, entonces tenemos de todo un poco, como en botica. 5. ¿Por qué no sabemos qué es lo que le interesa al cliente? Respuesta: PORQUE NUNCA NOS INTERESAMOS EN PREGUNTARLE.
Nótese la diferencia. La solución no es recortar el recurso humano, activo más valioso de la empresa. Le invito a practicar esta técnica en su vida personal también. Seamos más analíticos y menos conformistas con la “realidad” que nos envuelve. “El frío no está en las cobijas”.
Jesús Morgan Asch
jesus.morgan.asch@gmail.com