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NACIONALES


Concesiones dan la cara

Manuel Avendaño mavendano@larepublica.net | Martes 29 octubre, 2013


La Ruta 27 entre San José y Caldera fue la primera vía desarrollada por contrato público-privado en el país, aunque todavía no está completamente lista, las obras deben concluir en los próximos meses.Marco Monge / La República


ANÁLISIS
Cuatro casos exitosos, señalan que son viables

Concesiones dan la cara

Resultados positivos en productividad generan beneficio a usuarios



Concesionar carreteras, plantas energéticas, y otras obras importantes para el desarrollo del país, solucionaría el rezago en infraestructura.
El Gobierno en buena teoría puede hacer muchas de estas obras; sin embargo, en este momento carece de dinero, al punto que ni siquiera puede darles mantenimiento adecuado, ni a Circunvalación ni a la Platina.
Para lograr que estas concesiones tengan éxito, y para que la gente confíe en las concesiones, se necesitan transparencia y eficiencia, incluso saber de forma anticipada cuántos empleos generará, conocer el lugar donde se construirá, así como establecer compromisos y fechas de entrega de obras finalizadas.
Se deben resolver estudios de impacto ambiental en menos tiempo con el objetivo de que tanto el Gobierno como la empresa cumplan con sus compromisos en los periodos acordados.
Una correcta supervisión de las obras además permitirá solucionar a tiempo cualquier problema durante la construcción y prevenir riesgos antes de que se ponga en servicio.
Hay desconfianza en el modelo de la concesión, de parte de varias personas, a raíz de algunos problemas que han surgido en los últimos años.
Sin embargo, gracias a la concesión, tenemos proyectos exitosos como la ruta 27, los aeropuertos Juan Santamaría y Daniel Oduber, y el puerto de Caldera.
En el caso de la autopista, su construcción se dio en menos de dos años, en contraste con las tres décadas que duró el Gobierno sin ni siquiera iniciar la obra.
Se trata de un beneficio para los habitantes de la zona, así como el turismo y el sector de los transportistas, al reducirse en una hora o menos el tiempo de viaje entre la capital y el Pacífico Central.
Mientras tanto, la capacidad de manejo de contenedores pasó de 17 a 45 por hora, tras la concesión del muelle de Caldera.
Por otra parte, en el último año hubo un aumento del 20% en la cantidad de turistas que salen y entran el Aeropuerto Daniel Oduber.
Las concesiones son una buena alternativa que se puede mejorar.

 

 

Manuel Avendaño
mavendano@larepublica.net
@mavendanoLR







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