Abstencionismo, no hagamos drama
| Sábado 22 febrero, 2014
Soy un admirador de las maravillas de vivir en Costa Rica y una de ellas es la democracia que disfrutamos. Les insto a votar, no solo es un derecho sino un privilegio
Abstencionismo, no hagamos drama
Cada cuatro años tomamos la decisión democrática de escoger quien nos gobernará y en el recuento de los votos aparece siempre el fantasma del abstencionismo al que hemos querido señalar como un cáncer dentro de la democracia en algunos casos y en otros como una muestra de protesta contra el sistema o contra los políticos.
Lo cierto es que el abstencionismo es parte de la democracia y que hay muchas razones por las cuales los potenciales votantes se abstienen de ejercer su voto.
Además las cifras que nos alarman en Costa Rica no son diferentes de otras democracias mundiales a las que consideramos consolidadas como Estados Unidos, Suiza, Japón y Chile.
En otros países donde votar es obligatorio la tasa de abstencionismo disminuye pero no desaparece.
Hay múltiples razones por las que la gente no va a votar, entre ellas porque técnicamente no puede, está geográficamente lejos de su sitio de votación, está enferma, el clima no se lo permite, se le venció la cédula y no renovó a tiempo, etc.
Otros racionalmente deciden que no hay en la oferta electoral nadie que los represente o los convenza para darle su voto o deciden no votar como una protesta a la situación actual de la política del país. Algunos que siempre están en contra de todo hasta promueven no asistir como una herramienta de rechazo.
Otras razones y que creo tienen mucho peso en el abstencionismo en nuestro país son la apatía, la indiferencia, la pereza y la ley del mínimo esfuerzo. “No voy a votar porque es domingo y no quiero desplazarme hasta el centro de votación”, “lo mismo da si voto o no además un voto no hace diferencia”, nada más equivocado que este último comentario, en nuestro país ha habido resultados sumamente estrechos a lo largo de la historia.
Hay factores sociodemográficos, psicológicos y políticos en la decisión de no votar y no solamente políticos, como algunos alarmistas quieren hacer creer.
La participación en el proceso electoral (y en la vida política en general) constituye uno de los elementos esenciales de la vida democrática. El que no vota les está dando a los demás el derecho de elegir por él y no debería quejarse si después el elegido no es de su agrado o no logra los resultados ofrecidos.
Si consideran que los políticos son todos corruptos (mal hacen en generalizar) pues participen en la política. Esta requiere de gente preparada y con deseos de aportar como las empresas privadas para dar resultados positivos.
Serán siempre los mismos si no se apunta gente nueva, con deseos de aportarle al país.
Dentro de las propuestas para disminuir el abstencionismo están: 1. hacer el voto obligatorio, con la que no comulgo, y 2. facilitar el voto, haciendo un uso más amplio de la tecnología, no es la idea “whatsapiar” el voto pero sí hacer uso de la amplitud que tiene la Internet y los medios tecnológicos para que la gente pueda votar desde donde se encuentre y sin desplazamientos largos o incómodos.
Soy un fiel convencido de la transparencia del sistema costarricense y del trabajo del TSE, por lo que no incluyo dudar de los resultados como una opción para el abstencionismo. También soy un admirador de las maravillas de vivir en Costa Rica y una de ellas es la democracia de la que disfrutamos. Les insto a votar, no solo es un derecho sino un privilegio.
Marco Urbina