Zona Sur en la mira del Tribunal Ambiental
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 07 octubre, 2008
Ultimo bosque primario de Osa está en peligro, de acuerdo con estudio de la Universidad Nacional
Zona Sur en la mira del Tribunal Ambiental
• Quinta barrida buscará detener proyectos que no cuenten con permisos correspondientes
Ernesto José Villalobos
evillalobos@larepublica.net
El 50% de los permisos de construcción otorgados en la Península de Osa durante los últimos años se concedió para áreas de pendiente pronunciada y de zona boscosa, lo cual podría poner en riesgo la conservación del último bosque primario de la zona.
Lo anterior ha motivado que la quinta barrida ambiental que llevará a cabo el Tribunal Ambiental Administrativo (TAA), se despliegue en este lugar, abarcando la denominada Fila Brunqueña.
La barrida se producirá tras un estudio efectuado por la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (UNA), el cual confirmó que el bosque primario está en riesgo de perderse, y que los movimientos de tierra sin previo análisis profesional, podrían destruir los corales del Parque Marino Ballena.
El arribo de los proyectos habitacionales a este punto del país habría desencadenado efectos nocivos para los ecosistemas.
Tomando en cuenta la estructura del paisaje en esa área, el análisis muestra cómo la explosión inmobiliaria ha ido afectando la cobertura boscosa de la zona, la cual durante los años 60, 70 y 80 había mostrado un incremento notable.
“Del estudio concluimos que la nueva visión de turismo y promoción del país aboga por la articulación de segmentos (sol, playa y montaña), y la Fila Brunqueña es ideal en ese sentido. Pero a esto se suma el hecho de que mucha de esta oferta turística o de segunda residencia, no cuenta con permisos adecuados lo que queda en evidencia con las múltiples denuncias ambientales que ha habido por irregularidades en esa zona, en los últimos años”, explicó Carlos Morera, director de Ciencias Geográficas de la UNA.
Por la proximidad de las empinadas montañas con la costa, uno de los efectos que los expertos esperan sea evitado, es la sedimentación.
Se trata de cantidades considerables de barro y especies vegetales que terminan acumulándose en el fondo marino, afectando sobre todo los corales que ha tomado miles de años en formarse a lo largo de las playas peninsulares.
Después de cuatro barridas, un 70% de los expedientes que lleva el TAA corresponden a proyectos turísticos o inmobiliarios.
Durante la última barrida ambiental llevada a cabo por el TAA —en la misma península entre el 7 y el 11 de junio de 2008— se detectaron más de 15 anomalías en proyectos turísticos y habitacionales, entre las que destacaron la invasión de zonas de protección de acuíferos, la construcción dentro de la zona marítimo-terrestre y canalización indebida de aguas.
La quinta barrida que se efectuará en Osa se llevará a cabo en la cuarta semana de octubre.
“Los casos detectados en las barridas ambientales son apenas una muestra de los problemas ambientales que se están produciendo en el país… es fundamental que proyectos tan voluminosos se efectúen bajo estrictas normas ambientales”, señaló José Lino Chaves, presidente del TAA.
Los jueces ambientales permanecerán en la zona al menos cinco días.
Zona Sur en la mira del Tribunal Ambiental
• Quinta barrida buscará detener proyectos que no cuenten con permisos correspondientes
Ernesto José Villalobos
evillalobos@larepublica.net
El 50% de los permisos de construcción otorgados en la Península de Osa durante los últimos años se concedió para áreas de pendiente pronunciada y de zona boscosa, lo cual podría poner en riesgo la conservación del último bosque primario de la zona.
Lo anterior ha motivado que la quinta barrida ambiental que llevará a cabo el Tribunal Ambiental Administrativo (TAA), se despliegue en este lugar, abarcando la denominada Fila Brunqueña.
La barrida se producirá tras un estudio efectuado por la Escuela de Ciencias Geográficas de la Universidad Nacional (UNA), el cual confirmó que el bosque primario está en riesgo de perderse, y que los movimientos de tierra sin previo análisis profesional, podrían destruir los corales del Parque Marino Ballena.
El arribo de los proyectos habitacionales a este punto del país habría desencadenado efectos nocivos para los ecosistemas.
Tomando en cuenta la estructura del paisaje en esa área, el análisis muestra cómo la explosión inmobiliaria ha ido afectando la cobertura boscosa de la zona, la cual durante los años 60, 70 y 80 había mostrado un incremento notable.
“Del estudio concluimos que la nueva visión de turismo y promoción del país aboga por la articulación de segmentos (sol, playa y montaña), y la Fila Brunqueña es ideal en ese sentido. Pero a esto se suma el hecho de que mucha de esta oferta turística o de segunda residencia, no cuenta con permisos adecuados lo que queda en evidencia con las múltiples denuncias ambientales que ha habido por irregularidades en esa zona, en los últimos años”, explicó Carlos Morera, director de Ciencias Geográficas de la UNA.
Por la proximidad de las empinadas montañas con la costa, uno de los efectos que los expertos esperan sea evitado, es la sedimentación.
Se trata de cantidades considerables de barro y especies vegetales que terminan acumulándose en el fondo marino, afectando sobre todo los corales que ha tomado miles de años en formarse a lo largo de las playas peninsulares.
Después de cuatro barridas, un 70% de los expedientes que lleva el TAA corresponden a proyectos turísticos o inmobiliarios.
Durante la última barrida ambiental llevada a cabo por el TAA —en la misma península entre el 7 y el 11 de junio de 2008— se detectaron más de 15 anomalías en proyectos turísticos y habitacionales, entre las que destacaron la invasión de zonas de protección de acuíferos, la construcción dentro de la zona marítimo-terrestre y canalización indebida de aguas.
La quinta barrida que se efectuará en Osa se llevará a cabo en la cuarta semana de octubre.
“Los casos detectados en las barridas ambientales son apenas una muestra de los problemas ambientales que se están produciendo en el país… es fundamental que proyectos tan voluminosos se efectúen bajo estrictas normas ambientales”, señaló José Lino Chaves, presidente del TAA.
Los jueces ambientales permanecerán en la zona al menos cinco días.