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FORO DE LECTORES


Yu Gong mueve las montañas

José Pablo Rodríguez eterms@gmail.com | Lunes 20 septiembre, 2021

JP

Durante las más de dos décadas que he estado viviendo y trabajando en Asia, he tenido el privilegio de ir aprendiendo poco a poco de la cultura china. Una forma muy bonita de emprender la cultura de un país es aprender su idioma. Así es como al estudiar el chino, he ido recolectando varios proverbios y las historias que les dieron origen. Hoy les quiero compartir uno que me gusta mucho y que me parece puede servirnos para reflexionar en la Costa Rica que tenemos hoy, en el marco de nuestro bicentenario y la que queremos construir a futuro. Espero lo disfruten. La historia del proverbio va así.

Hace muchos pero muchos años en el norte de China, vivía un anciano de nombre Yu Gong. Este anciano que ya pasaba los noventa años de edad, vivía con su familia en una hermosa pero apartada villa. Para llegar a la casa de Yu Gong había que atravesar un camino muy largo y difícil entre dos grandes montañas que separaban la villa de la ciudad más cercana. Cada vez que nuestro amigo Yu Gong y su familia necesitaban ir a la ciudad, debían cruzar por las montañas. Un día Yu Gong regresó a su casa abatido y cansado debido a su largo viaje a través de las montañas y decidió hablar con su familia. Les dijo:

“Esas dos montañas que están frente a nuestra villa, nos separan de la ciudad y hacen nuestra vida muy complicada. Cada vez que queremos ir allá debemos bordearlas y eso es no solamente incómodo, también perdemos mucho tiempo. ¿Por qué no quitamos las montañas?”

La esposa de Yu Gong, un poco incrédula de lo que acababa de escuchar, le preguntó:

“¿Y tú crees que la fuerza de nuestros pocos brazos bastará para mover esas montañas?”

Yu Gong le respondió:

“Podemos hacerlo poco a poco. Llegará el día en que podamos mover esas montañas”.

De esta manera, Yu Gong, convenció a su familia y muy temprano, la mañana siguiente, salieron con sus herramientas a ponerse manos a la obra. Mientras trabajaban, uno de los habitantes de la villa, que siempre se pensó a sí mismo más inteligente que los demás, se acercó a Yu Gong y le dijo:

“Viejo, ¿qué estás haciendo? En estas edades y ¿todavía queriendo mover montañas? ¡Deje de malgastar sus energías!”

Yu Gong, le respondió a su vecino:

“Lo que dices es cierto. Sin embargo, cuando yo muera todavía vivirán mis hijos, cuando mis hijos mueran, vivirán mis nietos y los hijos de mis nietos y mi descendencia continuará sin fin... Llegará el día en que logremos mover estas montañas”.

 El hombre de la villa se quedó sin palabras y fue en ese preciso momento que el dios de los cielos se conmovió por el ánimo incansable y luchador de Yu Gong. El dios decidió entonces enviar dos grandes ángeles a mover las montañas durante la noche mientras Yu Gong y su familia dormían.

Hoy en día, este proverbio se utiliza en China para motivar a las personas a no darse por vencidas ante retos que parecen inalcanzables. Con determinación y trabajo duro, no existen imposibles. De la historia de Yu Gong moviendo las montañas se pueden extraer varias moralejas. Pienso que la principal es la visión de largo plazo de Yu Gong. Este anciano, como cuenta la historia, ya pasaba los noventa años de edad cuando decidió mover las montañas. Él sabía que muy probablemente no vería los frutos de su trabajo, pues para el momento en que las montañas fueran removidas por su familia, ya él habría muerto. Sin embargo, Yu Gong no fue egoísta. Sabía claramente que sus hijos, nietos y bisnietos seguirían viviendo en aquella tierra de la cual él ya estaba por partir y pensó que sería bueno dejar un legado a las nuevas generaciones.

Muchos de los males de nuestra sociedad moderna tienen como origen una visión estrecha y cortoplacista. Cuando los seres humanos empecemos a pensar en el futuro de manera inteligente y sin egoísmos, quizás en ese momento logremos mover esas grandes montañas que nos hacen la vida tan difícil y así dejar un verdadero legado a las próximas generaciones.

José Pablo Rodríguez es Director Regional en Asia de la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (PROCOMER)*, es Máster en Gerencia y Negociaciones Internacionales y tiene una especialización en Liderazgo de Talentos y Equipos.


*Las opiniones expresadas en este artículo son exclusivas del autor y no representan la visión u opinión de la organización para la que trabaja.








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