¿Y la seguridad?
Cristian Williams cwilliams@larepublica.net | Martes 06 abril, 2010
¿Y la seguridad?
Serias dudas sobre la seguridad en los estadios se presentaron en el Morera Soto y el Ecológico
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
Portones cerrados con candados, cuyas llaves no se tenían, y pólvora por montones en el estadio, retratan de cuerpo entero que los sistemas de seguridad en el fútbol nacional no se cumplen a la perfección.
Las conocidas líneas amarillas, símbolo de seguridad, no se dejaron ver en el estadio Morera Soto, dada la cantidad de aficionados que se aglutinaron en ese escenario para el clásico entre Alajuelense-Saprissa.
Pólvora y más pólvora fue lo que iluminó la noche del domingo el estadio manudo, el problema fue que se dio en la misma gradería, donde mientras unos encendían bengalas, otros reventaban bombetas. ¿Y la seguridad?
Y en el estadio Ecológico, sede del juego entre la Universidad de Costa Rica y el Herediano, mientras se desarrollaba el juego, Rodolfo Sánchez, padre del jugador florense, José Sánchez sufrió un paro cardiorrespiratorio.
Varios aficionados que se encontraban allí al momento del problema, aunque la seguridad privada estaba cerca de los portones que daban acceso a la cancha, poco podían hacer, ya que estos tenían candados y nadie contaba con las llaves.
Y aunque los paramédicos presentes en el estadio lograron actuar con prontitud, para poder accesar a la zona de gradería, debieron bordear todo el estadio para llegar hasta donde el paciente.
La misma circunstancia debió soportar José Sánchez, quien al enterarse de la situación debió brincarse la malla para poder acompañar a su padre.
Con respecto a lo sucedido la junta directiva de la Universidad emitió un comunicado donde se defienden de esa situación.
“Se indicó que había un portón cerrado, lo que imposibilitó la llegada de los paramédicos, lo cual es falso. El portón señalado, a la fecha, no es utilizado como “salida de emergencia” por cuanto da a una ladera. Todos los portones de emergencia del estadio Ecológico dan al sector externo del inmueble y estaban abiertos”, reza el comunicado.
Aparte de eso, la dirigencia celeste les endilga la responsabilidad a los personeros de la Unafut. “Una de la funciones del comisario de Unafut es verificar, antes de los partidos, que todos los portones de evacuación estén abiertos. En ningún momento fuimos notificados de que no se estuviera cumpliendo esa norma”.
Mientras, en el Morera Soto, tras la anotación de Alajuelense, en la gradería comenzó una fiesta multicolor, cargada de luces y más fuego, que terminó por generar un incendio en el terreno de juego, cuando una de las bengalas cayó en las serpentinas.
Por lineamientos del Ministerio de Seguridad y de la misma Unafut, todos los clubes están informados de la prohibición del ingreso de pólvora a los estadios.
“Hay un acuerdo de la junta directiva, de que por ninguna razón debe ingresarse pólvora al estadio, acá hubo un fallo terrible en la revisión de los aficionados”, dijo, Jorge Hidalgo, presidente de Alajuelense, quien aseguró que reforzarán la seguridad.
La comisionada de Unafut en ese compromiso fue Mariela Sánchez, quien expresó que en su reporte incluyó todo lo que tenga que ver con aspectos fuera del terreno de juego.
“Hay cosas que nos cuesta entender, porque se coordinó todo con la seguridad publica y privada. Lo de la pólvora nos extraña, la seguridad venía en el bus de las barras, donde se les requisó, también a la hora de ingresar al estadio, así que no se entiende cómo entraron con las bengalas. La pólvora está prohibida, por eso apenas se vieron se mandó apagarlas para no suspender el partido”, indicó Sánchez, quien reconoció que es evidente que falló el control de las dos seguridades, pero siente que se actuó de la mejor manera para evitar que el asunto se hiciera más grande.
Producto del incendio, las modernas pantallas electrónicas de ese estadio, se vieron afectadas, ya que algunos de los cables eléctricos se quemaron.
Serias dudas sobre la seguridad en los estadios se presentaron en el Morera Soto y el Ecológico
Cristian Williams
cwilliams@larepublica.net
Portones cerrados con candados, cuyas llaves no se tenían, y pólvora por montones en el estadio, retratan de cuerpo entero que los sistemas de seguridad en el fútbol nacional no se cumplen a la perfección.
Las conocidas líneas amarillas, símbolo de seguridad, no se dejaron ver en el estadio Morera Soto, dada la cantidad de aficionados que se aglutinaron en ese escenario para el clásico entre Alajuelense-Saprissa.
Pólvora y más pólvora fue lo que iluminó la noche del domingo el estadio manudo, el problema fue que se dio en la misma gradería, donde mientras unos encendían bengalas, otros reventaban bombetas. ¿Y la seguridad?
Y en el estadio Ecológico, sede del juego entre la Universidad de Costa Rica y el Herediano, mientras se desarrollaba el juego, Rodolfo Sánchez, padre del jugador florense, José Sánchez sufrió un paro cardiorrespiratorio.
Varios aficionados que se encontraban allí al momento del problema, aunque la seguridad privada estaba cerca de los portones que daban acceso a la cancha, poco podían hacer, ya que estos tenían candados y nadie contaba con las llaves.
Y aunque los paramédicos presentes en el estadio lograron actuar con prontitud, para poder accesar a la zona de gradería, debieron bordear todo el estadio para llegar hasta donde el paciente.
La misma circunstancia debió soportar José Sánchez, quien al enterarse de la situación debió brincarse la malla para poder acompañar a su padre.
Con respecto a lo sucedido la junta directiva de la Universidad emitió un comunicado donde se defienden de esa situación.
“Se indicó que había un portón cerrado, lo que imposibilitó la llegada de los paramédicos, lo cual es falso. El portón señalado, a la fecha, no es utilizado como “salida de emergencia” por cuanto da a una ladera. Todos los portones de emergencia del estadio Ecológico dan al sector externo del inmueble y estaban abiertos”, reza el comunicado.
Aparte de eso, la dirigencia celeste les endilga la responsabilidad a los personeros de la Unafut. “Una de la funciones del comisario de Unafut es verificar, antes de los partidos, que todos los portones de evacuación estén abiertos. En ningún momento fuimos notificados de que no se estuviera cumpliendo esa norma”.
Mientras, en el Morera Soto, tras la anotación de Alajuelense, en la gradería comenzó una fiesta multicolor, cargada de luces y más fuego, que terminó por generar un incendio en el terreno de juego, cuando una de las bengalas cayó en las serpentinas.
Por lineamientos del Ministerio de Seguridad y de la misma Unafut, todos los clubes están informados de la prohibición del ingreso de pólvora a los estadios.
“Hay un acuerdo de la junta directiva, de que por ninguna razón debe ingresarse pólvora al estadio, acá hubo un fallo terrible en la revisión de los aficionados”, dijo, Jorge Hidalgo, presidente de Alajuelense, quien aseguró que reforzarán la seguridad.
La comisionada de Unafut en ese compromiso fue Mariela Sánchez, quien expresó que en su reporte incluyó todo lo que tenga que ver con aspectos fuera del terreno de juego.
“Hay cosas que nos cuesta entender, porque se coordinó todo con la seguridad publica y privada. Lo de la pólvora nos extraña, la seguridad venía en el bus de las barras, donde se les requisó, también a la hora de ingresar al estadio, así que no se entiende cómo entraron con las bengalas. La pólvora está prohibida, por eso apenas se vieron se mandó apagarlas para no suspender el partido”, indicó Sánchez, quien reconoció que es evidente que falló el control de las dos seguridades, pero siente que se actuó de la mejor manera para evitar que el asunto se hiciera más grande.
Producto del incendio, las modernas pantallas electrónicas de ese estadio, se vieron afectadas, ya que algunos de los cables eléctricos se quemaron.