Welmer Ramos: “Este no es un gobierno PAC”

El actual gobierno de Carlos Alvarado no representa la visión país del PAC y se trata más bien de un gobierno de “unidad nacional” imbuido de corrientes ideológicas históricas que han sembrado la desigualdad en Costa Rica, según Welmer Ramos, precandidato rojiamarillo.

Para el político, urge un cambio de modelo económico, en donde todas las compras públicas de bienes y servicios deben hacerse a proveedores nacionales, a la vez que se debe reactivar la infraestructura de la mano del ICE, entre otras propuestas.

Este gobierno PAC impulsa impuestos para quienes ganan más de ¢680 mil, además de gravar el salario escolar y una ley de empleo público, ¿se siente usted satisfecho con la visión económica de Carlos Alvarado?

No es un gobierno PAC. Es un gobierno de unidad nacional, que no representa la visión de país del PAC.

Como todos los costarricenses sabemos, esta administración está impregnada de corrientes tradicionales que han guiado esta economía en las últimas décadas, y han concentrado la riqueza.

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El mismo Partido Acción Ciudadana se ha manifestado que no está de acuerdo con la visión de país actual.

El modelo económico se gestiona y la visión de desarrollo en los últimos 30 años hizo que Costa Rica sea uno de los países con más desigualdades, lo cual, se hizo con los TLC y los programas de ajuste estructural.

¿Quién maneja la economía entonces?

No es consecuencia de un gobierno, sino de un modelo.

Al llegar con diez diputados, el gobierno no puede cambiar las cosas cuando hay que hacerlo.

¿Qué haría entonces para cambiar el modelo y generar empleo?

Para reactivar la economía tenemos que hacerlo desde adentro y utilizar las herramientas que tenemos, además de capacitar a jóvenes y promover encadenamientos.

Para lograr eso hay que hacer varios cambios, por ejemplo, tener una mejor distribución de la riqueza para que las pymes ganen más y no los grandes intermediarios.

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Asimismo, proponemos que todas las compras y servicios del Estado se hagan a productores y empresas nacionales en la medida de lo posible.. Aquí hablamos desde la comida para los comedores escolares, hasta los uniformes de los policías.

Por otra parte, creemos que es vital bajar el costo de los insumos, porque en Costa Rica es muy caro producir, a la vez que el ICE debe ayudar a reactivar la infraestructura.

Usted habla de que el Estado compre bienes y servicios solo a proveedores nacionales, ¿se corre el riesgo de pagar más?

Vieras que no. Lo que sí es necesario es tener un mecanismo para definir precios máximos.

Darle mayor importancia al productor nacional sobre extranjeros, es algo que hoy ya hacen en Estados Unidos y Europa.

¿Cómo resolver el déficit fiscal?

El Estado está pagando mucho dinero por la deuda interna, la cual, tiene tasas de interés que están 4 puntos porcentuales por encima de lo que se pagan por otros préstamos. Hay que renegociar la deuda cara.

Asimismo, las compras del Estado tienen que hacerse a través de proveedores más baratos, ojalá todos nacionales. Tenemos que transparentar esto.

Obviamente, hay que recaudar de una mejor manera los impuestos existentes, así como cerrar portillos para evitar que la contabilidad sofisticada permita a algunos escaparse del pago de impuestos.

La otra forma es por medio de la reactivación económica y esta economía, bajando costos por mercados oligopólicos y monopólicos, podemos darle mayor capacidad adquisitiva al consumidor, para que pueda comprar más y así generar encadenamientos.

El otro gran tema es el desarrollo de infraestructura pública. En ese sentido, planteo que sean los mismos gobiernos locales quienes se hagan cargo de la infraestructura educativa y de salud de sus comunidades y así, se invierta el dinero de manera rápida.

¿Descarta nuevos impuestos?

Sí los descarto.

Ahora bien, deseo aclarar que cerrar los portillos no son nuevos impuestos, por lo que aprobar la renta mundial no implica una nueva carga tributaria.

Este gobierno desea validar la renta global por encima de los ¢680 mil, ¿es un nuevo impuesto?

Es un tema de globalización de ingresos, no es una nueva carga tributaria.

En ese sentido, quiero ser claro de que yo estoy de acuerdo con el empréstito del FMI en un 100%, porque son $1.700 millones con una tasa de interés al 2% y con un plazo de gracia de cuatro años, lo cual, nos permitirá cambiar deuda cara.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con algunos proyectos que planteó el gobierno porque son inviables, incluido el de renta global y lo referente al nuevo umbral para el pago de tributos de ¢680 mil, en vez de ¢850 mil.

Tampoco estoy acuerdo con el impuesto al salario escolar, ni con vender Conape.

¿Qué opina de la ley de empleo público?

Estoy de acuerdo en ponerle un freno a los salarios abusivos y al crecimiento de algunos salarios, pero eso se logra con un proyecto de salarios, mientras que la propuesta actual vulnera la división de poderes y le da la rectoría del empleo público al Ministerio de Planificación, dándole a esta institución la potestad de determinar cómo se sanciona y cuánto se paga a cualquier funcionario del Poder Judicial o del Tribunal Supremo de Elecciones y eso sí es una politización del empleo público.