Voto a terceros candidatos en EEUU hará la diferencia esta vez
Bloomberg | Miércoles 05 octubre, 2016 12:00 a. m.
Al igual que los anteriores candidatos de un tercer partido, Gary Johnson se pone furioso cuando le llaman un candidato sin posibilidades. "Estamos dando a la gente la oportunidad de votar por algo, en oposición a votar por el menor de dos males", el candidato liberal a la presidencia gritó a un reportero de Bloomberg Politics la semana pasada cuando se le preguntó sobre su invisible camino hacia la victoria.
Lo cierto es que sólo hay dos resultados razonables para la campaña de pocas posibilidades de Johnson, ninguna de las cuales termina con él en la Casa Blanca. En un escenario, no es más que una molestia para Hillary Clinton o Donald Trump, una ocurrencia tardía al avance de cualquiera de los dos principales partidos hacia la victoria. En la otra, la campaña de Johnson altera los contornos de la carrera presidencial, restando votos que de otro modo habrían ido a Trump o Clinton. {l1}empleo_nacional_en_riesgo_por_elecciones_en_eeuu{/l1}
Sin perjuicio de su propio punto de vista, el escenario de Johnson como candidato sin posibilidades que resta votos a los otros dos es muy plausible de este año. Tanto en los estados tradicionales más disputados como en los estados que serían terreno seguro en un año de elecciones normales, el voto de protesta de los terceros partidos tienen la posibilidad de cambiar los resultados y los votos electorales.
Durante meses, la suposición era que el que fue candidato republicano a la presidencia en una ocasión, Johnson, y su compañero de fórmula, Bill Weld, ambos ex gobernadores republicanos, podrían ser una opción atractiva para los miembros del partido de Trump que se resistían a su nominación, y esto sigue siendo cierto. Pero la amenaza del candidato sin posibilidades de este año no es sólo preocupante para uno de los dos partidos. Casi un mes antes del día de las elecciones, Clinton y su campaña están ansiosos por la posibilidad de que Johnson, junto con la candidata del Partido Verde, Jill Stein, puedan parecer tan deseables para los miembros desencantados de su coalición demócrata -especialmente para los jóvenes- como los republicanos.
Johnson estará en la papeleta en los 50 estados este mes de noviembre; Stein en todos menos seis. El nombre del candidato independiente, anti-Trump y conservador Evan McMullin, aparecerá en una docena de estados. Ninguno de los tres cumplieron los requisitos de intención de voto en las encuestas que les habría puesto en el escenario en el primer debate presidencial, y por lo tanto en las salas de 84 millones de personas. Pero eso no cambia el número de votantes que no están nada entusiasmados con sus opciones en los principales partidos este noviembre. No importa quién gane el próximo mes, Clinton y Trump ya han hecho historia como los candidatos que más disgustan de todos los tiempos. {l2}clinton_le_gano_a_trump_en_su_primer_debate_segun_numeros{/l2}
Pero las preguntas más grandes se plantean en los estados oscilantes, y los estados que están a punto de convertirse en competitivos campos de batalla. Los candidatos sin posibilidades de terceros partidos están sacando votos de la circulación, reduciendo el número necesario para ganar. El problema de los candidatos sin posibilidades surge cuando esos votos provienen desproporcionadamente de un lado. Cuantificar el escenario de pesadilla de los demócratas, en el cual el apoyo a Johnson y Stein crece a un nivel suficientemente significativo, podría suponer que Clinton perdiera bastiones como Washington y Pennsylvania. Lugares como Florida, Ohio, Carolina del Norte, y Nevada se convertirían casi seguro, en republicanos.
El escaso prestigio de Trump con las comunidades latinas podría alejarle de más de una quinta parte de la población de Colorado. Además, el mensaje de su campaña, que se alimenta de pesimismo sobre la trayectoria de la sociedad estadounidense, podría ser menos potente para quienes disfrutan del estilo de vida de las Montañas Rocosas. Las ciudades de Colorado a menudo se encuentran entre los lugares más felices en los que vivir de todo el país. Las apelaciones de Trump a la inseguridad económica también estarían probablemente mejor dirigidas a otros lugares, ya que el desempleo en el estado es de menos de 4 por ciento, el más bajo de todos los estados disputados en 2016, además de New Hampshire.
Mientras Johnson trabaja para ampliar su respaldo, sus objetivos más probables serán la casi mitad de los demócratas indecisos por debajo de los 35 años. Es probable que seis de cada 10 de los objetivos que el partido quiere arrastrar tengan un título universitario, y los modelos estadísticos apuntan a que un 97 por ciento de ellos apoya la marihuana legal, que fue aprobada hace cuatro años.