Logo La República

Jueves, 24 de octubre de 2024



NACIONALES


Virus a segundo plano en ataques cibernéticos

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 15 mayo, 2010




Usuarios están más expuestos al robo de información que a la infección por un programa nocivo
Virus a segundo plano en ataques cibernéticos
Programas que no se instalan en el computador pueden copiar documentos y claves personales

Los virus orientados a arruinar el sistema operativo o el funcionamiento de un programa son cosa del pasado. Ahora, los hackers están detrás de la información de los usuarios, y tratan de obtenerla sin necesidad de infectar las computadoras con virus.
Los delincuentes cibernéticos diseñaban programas para que las computadoras dejaran de funcionar, borrar la información del disco duro, o dañar el sistema operativo, pero eso evolucionó.
En la actualidad, lo que quieren es la información que los usuarios conservan en el disco duro. Esos datos tienen un valor comercial en el mercado negro y son utilizados para cometer fraudes.
Ese robo de información no requiere que un virus se instale en el computador; el hurto de datos se puede dar si se visita una página que ordene a la computadora compartir información, o a través de un correo que deja un rastro y activa de forma silenciosa un código que transfiere la información.
Por esto el concepto de los antivirus varió, y permitió el surgimiento de nuevos programas que analizan el comportamiento del usuario, y alertan ante cualquier actividad inusual.
“Un antivirus por sí mismo solo corrige y previene que se contraiga alguna infección por algunos tipos de malware; sin embargo, por sí mismo no garantiza la seguridad del computador”, advirtió Julián Macías, gerente para Latinoamérica de McAfee.
Por eso, los usuarios deben buscar complementos como un “firewall” para prevenir fuga de información, y un “anti-spam”, para reducir el riesgo de ataques provenientes del correo electrónico.
Un ladrón cibernético puede robar información de las carpetas temporales, que guardan un registro de las últimas páginas visitadas, sin que la computadora tenga un virus.
Esto creó oportunidades de innovaciones en el negocio de tecnologías de la información, para empresas jóvenes que buscan un espacio en el mercado de seguridad informática.
Por ejemplo, la empresa Microworld ideó una aplicación que permite analizar el funcionamiento de los programas en tiempo real, y a diferencia de un antivirus, su trabajo es monitorear actividades extrañas que sucedan a escondidas del usuario.
“Tecnológicamente los antivirus tradicionales están atrasados. Los delincuentes cibernéticos diseñan programas para monitorear hábitos como las páginas visitadas recientemente, archivos que se guarden en la carpeta de mis documentos por ejemplo”, explicó Jorge Durán, director comercial de Segtimex, representante de Microworld en la región.
Este tipo de solución ya lo implementaron empresas como Microsoft en los correos empresariales, Claro en Honduras, Smart Telefónica en Belice, o el caso local del Banco de Costa Rica.
Incluso, los vendedores de computadores buscan incorporar este tipo de protección adicional a sus equipos por dos razones: como estrategia de mercadeo, y que al dar los equipos con estos complementos, las devoluciones decaen drásticamente.
Ese es el caso de la empresa Cococo, ensambladora nacional de computadores, que el año pasado vendió unas 7 mil unidades.
El tema de seguridad le resulta vital para todo tipo de clientes, más si se razona que al mes salen unos 300 virus nuevos y de diferentes tipos.
“La principal razón por la cual un cliente devuelve una computadora es por los problemas que genera realizar la venta sin los programas originales”, afirmó Gary Fonseca, gerente comercial de Cococo.
El vender los equipos con licencias y programas para proteger la seguridad de la información es una de las estrategias de comercialización, que prácticamente pueden ser exigidas por los compradores al momento de adquirir equipos nuevos.

Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net






© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.