Vettel se invitó solo

El piloto de Red Bull se coló en la fiesta que Ferrari tenía en casa

El escenario estaba vestido completamente de rojo, la Fórmula Uno aterrizaba en Monza, suelo de Ferrari, pero a la fiesta se coló el invitado menos deseado, el alemán Sebastian Vettel para hacerse con la victoria en el Gran Premio de Italia.
Tan abrumador fue el dominio del piloto germano a lo largo de la semana —también se hizo con la pole—, que no le dejó otra opción que conformarse con el segundo lugar al español Fernando Alonso y detrás suyo llegó otro coche azul, el australiano Mark Webber.
“Sebastian y Red Bull dominaron viernes, sábado y domingo. Y solo queda felicitarlos, porque fueron los mejores a lo largo de todo el fin de semana”, aceptó al final de la carrera, Alonso.
La salida de la carrera comenzó con varios movimientos por detrás de Vettel, Massa rebasó a Webber y Alonso que salió quinto pasó a Nico Hülkenberg.
Cada vuelta 'Baby Schumi' se alejaba más y más, y Alonso aprovechaba el tercer giro para en una gran maniobra pasar a Webber y luego en la octava a su compañero Massa.

La lucha estaba clara, era por ese segundo puesto, y Webber comenzó a lanzar ataques. Se hizo con el tercer lugar cuando Massa pasó a cambiar llantas.
Luego fue por Alonso que resistía a duras penas, pero el peso de las cuatro vueltas demás que tenían las llantas del vehículo del australiano con respecto al de Alonso le pasaron factura y el español respiró.
Vettel pasó por la línea de meta para lograr su sexto triunfo del año y además igualó a Fernando con 32 victorias en la F1.
“Ha sido una carrera fantástica, es muy agradable conseguir esto y poder batir a los chicos de rojo”, comentó Vettel, quien afianza mucho más su liderato ahora con 53 puntos más que el ibérico y a falta de siete fechas.
El Mundial viajará ahora a Singapur donde será la próxima fecha.

Dinia Vargas
dvargas@larepublica.net