Un triste récord a combatir
La gran desigualdad reinante hoy en los países de Latinoamérica va a causar dificultades a todos los gobiernos que no sean capaces de formular políticas para atacar este fenómeno, de acuerdo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Sábado 24 julio, 2010
Como “los campeones de la desigualdad” en el mundo define a Latinoamérica el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su primer informe regional sobre desarrollo humano y recomienda tomar medidas para combatir las disparidades..
Es importante realmente revertir este lamentable récord porque, como lo asegura ese organismo, el problema puede transformarse en un bumerán cuyas repercusiones no se pueden prever.
La mala distribución de la riqueza históricamente tuvo unas consecuencias en los países del centro de América, de las cuales Costa Rica se salvó en buena medida justamente porque no se dio aquí la inequidad en la misma forma y, por el contrario, se consolidó una amplia clase media, un generalizado acceso a buenos servicios de atención en salud y a la educación durante varias décadas del siglo XX.
Hoy el PNUD señala que existen mecanismos tanto desde los hogares como en el propio sistema político que refuerzan el mantenimiento y la reproducción de la desigualdad en nuestra región. Y sostiene que si no enfrentamos ese problema nos va a pesar en el futuro y va a causar dificultades a todos los gobiernos que no sean capaces de formular políticas para atacar este fenómeno de desigualdad.
Esta es una voz de alerta que debe ser atendida porque de ello depende, en buena medida, el que países como el nuestro puedan aspirar a un mayor desarrollo que no será posible en tanto no suba el producto interno bruto per cápita ni se tomen las medidas para combatir la inequidad.
Lo que el mencionado índice del PNUD nos descubre en esta ocasión, entre otras cosas, es que si le agregamos el factor de la desigualdad al indicador de desarrollo humano, muchos de los países que aparecen bien ubicados declinan dramáticamente”, como es el caso de Chile y Brasil.
Costa Rica puede, si implementa las medidas adecuadas para lograrlo, disminuir la inequidad existente en la actualidad, retornar a la buena situación que en otro momento tuvo en este sentido, y consolidar en el país las condiciones y el clima propicio para un crecimiento económico sostenible.