Un espacio para la elegancia
Melissa González mgonzalezt@larepublica.net | Miércoles 12 mayo, 2010
Un espacio para la elegancia
La primera tienda CH Carolina Herrera en el país, recientemente inaugurada, reúne las prendas de la popular diseñadora en un espacio donde cada detalle cuenta
Amante de la elegancia y de la complejidad que se esconde bajo la simpleza; así se describe la diseñadora Carolina Herrera, reconocida en el ámbito mundial y cuyas prendas se lucen en las principales galas.
Sus creaciones tienen ahora un espacio en Costa Rica, ya que desde el pasado 30 de abril abrió la tienda CH Carolina Herrera en la quinta etapa del Centro Comercial Multiplaza Escazú, que representa la segunda de esta casa a nivel centroamericano, la primera está en Panamá.
Este nuevo local se divide en tres secciones: caballeros, señoras y accesorios.
“CH Carolina Herrera es una tienda dedicada a un estilo de vida, donde las prendas necesitan un espacio exclusivo, por ello cada detalle cuenta”, explicó Marisol Fernández, administradora del lugar.
Inspirada en la elegancia de los años 30, la sensualidad es la pauta, con espejos, butacas y lámparas en la decoración.
“El espacio concebido para Carolina Herrera es bello, pero no se trata de esa clase de belleza pulida y colectiva, monumental, espectacular y duradera, sino de llegar a lo intrascendente y lo oscuro, a lo provisional y efímero, tal y como es la moda”, informó Fernández.
El diseño está pensado además en la serenidad, colores como el negro y el gris están presentes, unidos por el rojo.
En cuanto a los detalles de la arquitectura esta es descrita como silenciosa.
El sitio está rodeado de cosas pequeñas, compactas, discretas y orientadas hacia dentro que invitan a la gente a acercarse y a tocar.
“Se crean entornos privados, tranquilos, relajantes, con techos bajos que envuelven encerrando cierto misterio, generando un interés por algo, cualidad que nos fuerza a mirar este algo una y otra vez”, según detalló Fernández.
Destacan la madera y los paneles forrados de lino y seda en las paredes.
En los suelos se utilizó el algodón, lana y piel, entre otros que ayudan a suavizar el entorno.
Toda esta experiencia rodea los más exclusivos vestidos que tentarán el gusto de sus visitantes.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net
La primera tienda CH Carolina Herrera en el país, recientemente inaugurada, reúne las prendas de la popular diseñadora en un espacio donde cada detalle cuenta
Amante de la elegancia y de la complejidad que se esconde bajo la simpleza; así se describe la diseñadora Carolina Herrera, reconocida en el ámbito mundial y cuyas prendas se lucen en las principales galas.
Sus creaciones tienen ahora un espacio en Costa Rica, ya que desde el pasado 30 de abril abrió la tienda CH Carolina Herrera en la quinta etapa del Centro Comercial Multiplaza Escazú, que representa la segunda de esta casa a nivel centroamericano, la primera está en Panamá.
Este nuevo local se divide en tres secciones: caballeros, señoras y accesorios.
“CH Carolina Herrera es una tienda dedicada a un estilo de vida, donde las prendas necesitan un espacio exclusivo, por ello cada detalle cuenta”, explicó Marisol Fernández, administradora del lugar.
Inspirada en la elegancia de los años 30, la sensualidad es la pauta, con espejos, butacas y lámparas en la decoración.
“El espacio concebido para Carolina Herrera es bello, pero no se trata de esa clase de belleza pulida y colectiva, monumental, espectacular y duradera, sino de llegar a lo intrascendente y lo oscuro, a lo provisional y efímero, tal y como es la moda”, informó Fernández.
El diseño está pensado además en la serenidad, colores como el negro y el gris están presentes, unidos por el rojo.
En cuanto a los detalles de la arquitectura esta es descrita como silenciosa.
El sitio está rodeado de cosas pequeñas, compactas, discretas y orientadas hacia dentro que invitan a la gente a acercarse y a tocar.
“Se crean entornos privados, tranquilos, relajantes, con techos bajos que envuelven encerrando cierto misterio, generando un interés por algo, cualidad que nos fuerza a mirar este algo una y otra vez”, según detalló Fernández.
Destacan la madera y los paneles forrados de lino y seda en las paredes.
En los suelos se utilizó el algodón, lana y piel, entre otros que ayudan a suavizar el entorno.
Toda esta experiencia rodea los más exclusivos vestidos que tentarán el gusto de sus visitantes.
Melissa González
mgonzalezt@larepublica.net