Un solo partido: Costa Rica
| Jueves 02 abril, 2009
Un solo partido: Costa Rica
Estamos en tiempo de campaña política y la lista de promesas de los aspirantes a obtener el favor de los electores es cada vez más amplia y adornada con “palabras y números alegres”, creyendo a veces estos conciudadanos que el resto de los costarricenses somos ingenuos y que a estas alturas de la historia nos tragamos esos cuentos.
El deseo de buscar y proponer formas para un acuerdo o para una concertación nacional seria, es lo que queremos escuchar, antes que promesas. Son muchos los rezagos que nos impiden un mejor nivel de vida; la infraestructura vial en pésimo estado, retrasos en la construcción de obras vitales como las hidroeléctricas, los ferrocarriles, los trenes, las casas de interés social, obras que en su conjunto son de gran importancia y necesidad. Sufrimos las presas vehiculares por todo lado, la inseguridad, la violencia juvenil, la falta de aulas y muchas más carencias, que en la mayoría de los casos, son causadas por la anquilosada burocracia y la desesperante “tramitocracia” que se han apoderado de la administración pública nacional.
Acuerdos que urgen:
En materia de seguridad urgen programas de prevención, especialmente dirigidos a niños y adolescentes, sin olvidar el castigo a los infractores, sean estos niños, adolescentes o adultos. El Estado y la sociedad requieren dos manos fuertes, una que prevenga el delito y otra que lo reprima con fuerza.
En infraestructura, se necesita un acuerdo político para depurar los sistemas de contratación pública, los órganos contralores e implementar una especie de fast track en materia de contratación y construcción de obras públicas para adelantar cuanto antes la construcción de carreteras, algunas de ellas ya llevan más de 30 años en el proceso. Es prioritario apurar la modernización del sistema de trenes metropolitanos existente. En educación, se hace necesario un mayor esfuerzo para superar el faltante de aulas.
En medio ambiente, a pesar de que nos hemos acostumbrado a escuchar que somos un ejemplo en el mundo, es preciso que nos ajustemos a la realidad. Es común ver como nuestros ríos capitalinos se han convertido en cloacas a cielo abierto, muchas de las playas contaminadas y basura por doquier. Así las cosas, en medio ambiente debemos hacer mayores esfuerzos y colaborar decididamente en la implementación de medidas que coadyuven a la mitigación del calentamiento global, el cambio climático y a la protección de cuencas hidrográficas, entre muchos otros. Sin duda debemos cumplir con nuestra tarea con mayor conciencia en esta materia específica.
Costa Rica cuenta con un gran capital humano, hombres y mujeres con capacidad suficiente para trazar los planos y ejecutar las obras necesarias para que el país avance y deje de ser parte de la lista de los que ponen la mano en busca de ayuda externa. Tomemos el ejemplo de Singapur, un país - ciudad con tan solo 700 kilómetros cuadrados, 4,5 millones de habitantes y un espectacular ingreso per cápita de US$28 mil, con un astronómico PIB de $124.001.000.000.
La crisis mundial que vivimos hoy día es una oportunidad para ser creativos. Es el momento de analizar lo que hemos hecho mal, debemos hacer lo que nos corresponde como Estado, como sociedad y como individuos y no esperar o creer que el presidente Obama tiene todas las soluciones.
Es momento de pensar en Costa Rica como un solo partido. Es tiempo de concertar para fortalecer la democracia, avanzar hacia el bienestar, lograr mayores niveles de desarrollo, educación, paz social y mejores y más justas formas de distribución de la riqueza
Johnny Sáurez Sandí
Abogado y notario
Estamos en tiempo de campaña política y la lista de promesas de los aspirantes a obtener el favor de los electores es cada vez más amplia y adornada con “palabras y números alegres”, creyendo a veces estos conciudadanos que el resto de los costarricenses somos ingenuos y que a estas alturas de la historia nos tragamos esos cuentos.
El deseo de buscar y proponer formas para un acuerdo o para una concertación nacional seria, es lo que queremos escuchar, antes que promesas. Son muchos los rezagos que nos impiden un mejor nivel de vida; la infraestructura vial en pésimo estado, retrasos en la construcción de obras vitales como las hidroeléctricas, los ferrocarriles, los trenes, las casas de interés social, obras que en su conjunto son de gran importancia y necesidad. Sufrimos las presas vehiculares por todo lado, la inseguridad, la violencia juvenil, la falta de aulas y muchas más carencias, que en la mayoría de los casos, son causadas por la anquilosada burocracia y la desesperante “tramitocracia” que se han apoderado de la administración pública nacional.
Acuerdos que urgen:
En materia de seguridad urgen programas de prevención, especialmente dirigidos a niños y adolescentes, sin olvidar el castigo a los infractores, sean estos niños, adolescentes o adultos. El Estado y la sociedad requieren dos manos fuertes, una que prevenga el delito y otra que lo reprima con fuerza.
En infraestructura, se necesita un acuerdo político para depurar los sistemas de contratación pública, los órganos contralores e implementar una especie de fast track en materia de contratación y construcción de obras públicas para adelantar cuanto antes la construcción de carreteras, algunas de ellas ya llevan más de 30 años en el proceso. Es prioritario apurar la modernización del sistema de trenes metropolitanos existente. En educación, se hace necesario un mayor esfuerzo para superar el faltante de aulas.
En medio ambiente, a pesar de que nos hemos acostumbrado a escuchar que somos un ejemplo en el mundo, es preciso que nos ajustemos a la realidad. Es común ver como nuestros ríos capitalinos se han convertido en cloacas a cielo abierto, muchas de las playas contaminadas y basura por doquier. Así las cosas, en medio ambiente debemos hacer mayores esfuerzos y colaborar decididamente en la implementación de medidas que coadyuven a la mitigación del calentamiento global, el cambio climático y a la protección de cuencas hidrográficas, entre muchos otros. Sin duda debemos cumplir con nuestra tarea con mayor conciencia en esta materia específica.
Costa Rica cuenta con un gran capital humano, hombres y mujeres con capacidad suficiente para trazar los planos y ejecutar las obras necesarias para que el país avance y deje de ser parte de la lista de los que ponen la mano en busca de ayuda externa. Tomemos el ejemplo de Singapur, un país - ciudad con tan solo 700 kilómetros cuadrados, 4,5 millones de habitantes y un espectacular ingreso per cápita de US$28 mil, con un astronómico PIB de $124.001.000.000.
La crisis mundial que vivimos hoy día es una oportunidad para ser creativos. Es el momento de analizar lo que hemos hecho mal, debemos hacer lo que nos corresponde como Estado, como sociedad y como individuos y no esperar o creer que el presidente Obama tiene todas las soluciones.
Es momento de pensar en Costa Rica como un solo partido. Es tiempo de concertar para fortalecer la democracia, avanzar hacia el bienestar, lograr mayores niveles de desarrollo, educación, paz social y mejores y más justas formas de distribución de la riqueza
Johnny Sáurez Sandí
Abogado y notario