Tasas crecerían a partir de 2011
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 07 junio, 2010
Baja inflación y poca demanda por liquidez sostienen nivel actual
Tasas crecerían a partir de 2011
Préstamos e inversiones se benefician de una inflación baja
Un déficit fiscal creciente y mayor demanda por liquidez, a raíz de la reactivación económica, serían los ingredientes necesarios para que las tasas de interés comiencen a crecer.
Una ralentización en los ingresos tributarios, unida al gasto público constante presionaría al alza las tasas de interés reales conforme el Ministerio de Hacienda se vea obligado a incrementar el monto de sus captaciones. “Esto se vería con más fuerza en 2011 si no se logra implementar una reforma fiscal pronto”, manifestó Eric Vargas, socio director de Strategia Investment Advisors.
Un resurgimiento de la actividad económica podría también influenciar al alza el nivel de tasas, ante un aumento en la demanda por liquidez, no obstante por el resto de 2010 mantendría la tendencia actual.
“Esperamos un comportamiento estable para finalizar este segundo y tercer trimestre de 2010. Sin embargo, esperamos un repunte para finales de 2010 que irá de la mano de la reactivación económica mundial y del país”, señaló Manfred Lacayo, gerente financiero de Desyfin.
“El tema de las tasas de interés en Costa Rica siempre está asociado a la expectativa de la inflación a futuro”, agregó Lacayo.
Si los pronósticos de las autoridades prevén una inflación controlada y de un dígito, las tasas de interés esperadas también tienden a ser bajas, lo que es visto como un incentivo al sector económico y la producción.
Sin embargo, esto no es una regla de oro. Las tasas de interés reales pueden aumentar si se contrae la oferta de dinero, o si se incrementa la demanda por liquidez. “Es posible que la inflación baje, y que las tasas de interés nominales aumenten”, añadió Vargas.
En general, todo el sistema financiero trata de incentivar el ahorro local en colones y la mayoría de tasas de interés en certificados de inversión y certificados de depósito a plazo se indexan a la tasa básica.
Las financieras y mutuales suelen ofrecer tasas hasta dos puntos porcentuales por encima del promedio de ventanilla de los bancos estatales.
“Pagamos un poco más, dado que nuestra colocación de créditos —por ser de corto plazo, en Descuentos de Facturas del sector público— permite pagar mayores tasas a nuestros clientes y no necesariamente por mayor riesgo”, sostuvo Lacayo.
De momento, la baja inflación favorece las inversiones, pues las tasas de interés están por encima del crecimiento de los precios, lo que significa un incentivo para el ahorro.
Con respecto a la liquidez, cuando hay un exceso en el sistema financiero, este se evidencia en los balances de las entidades a través de elevadas disponibilidades para la colocación de créditos.
“Esto tiene estrecha relación con la crisis mundial del año pasado, según la cual las entidades financieras se preocuparon más por incrementar la liquidez que por realizar colocaciones”, explicó Lacayo.
El año pasado, la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) cambió dentro de su normativa prudencial, en la ficha CAMELS, el indicador de liquidez llamado Calce de Plazos a un mes, elevándolo de 1,00 a 1,05. Con esto logró que las entidades incrementaran sus reservas o disponibilidades para hacerles frente a sus compromisos de muy corto plazo.
Pasada la crisis, este año volvieron a bajarla a 1,00 para que todos cuenten con mayores recursos para colocar.
Con respecto a instrumentos o que puedan resultar beneficiosos, Lacayo considera que los Certificados de Inversión y Certificados de Depósito a Plazo - por tener un rendimiento fijo a plazo - le garantizan al inversionista un flujo constante para su fines personales. Eso evita la especulación con tasas variables o el tipo de cambio.
Juan Pablo Arias
jarias@larepublica.net
Tasas crecerían a partir de 2011
Préstamos e inversiones se benefician de una inflación baja
Un déficit fiscal creciente y mayor demanda por liquidez, a raíz de la reactivación económica, serían los ingredientes necesarios para que las tasas de interés comiencen a crecer.
Una ralentización en los ingresos tributarios, unida al gasto público constante presionaría al alza las tasas de interés reales conforme el Ministerio de Hacienda se vea obligado a incrementar el monto de sus captaciones. “Esto se vería con más fuerza en 2011 si no se logra implementar una reforma fiscal pronto”, manifestó Eric Vargas, socio director de Strategia Investment Advisors.
Un resurgimiento de la actividad económica podría también influenciar al alza el nivel de tasas, ante un aumento en la demanda por liquidez, no obstante por el resto de 2010 mantendría la tendencia actual.
“Esperamos un comportamiento estable para finalizar este segundo y tercer trimestre de 2010. Sin embargo, esperamos un repunte para finales de 2010 que irá de la mano de la reactivación económica mundial y del país”, señaló Manfred Lacayo, gerente financiero de Desyfin.
“El tema de las tasas de interés en Costa Rica siempre está asociado a la expectativa de la inflación a futuro”, agregó Lacayo.
Si los pronósticos de las autoridades prevén una inflación controlada y de un dígito, las tasas de interés esperadas también tienden a ser bajas, lo que es visto como un incentivo al sector económico y la producción.
Sin embargo, esto no es una regla de oro. Las tasas de interés reales pueden aumentar si se contrae la oferta de dinero, o si se incrementa la demanda por liquidez. “Es posible que la inflación baje, y que las tasas de interés nominales aumenten”, añadió Vargas.
En general, todo el sistema financiero trata de incentivar el ahorro local en colones y la mayoría de tasas de interés en certificados de inversión y certificados de depósito a plazo se indexan a la tasa básica.
Las financieras y mutuales suelen ofrecer tasas hasta dos puntos porcentuales por encima del promedio de ventanilla de los bancos estatales.
“Pagamos un poco más, dado que nuestra colocación de créditos —por ser de corto plazo, en Descuentos de Facturas del sector público— permite pagar mayores tasas a nuestros clientes y no necesariamente por mayor riesgo”, sostuvo Lacayo.
De momento, la baja inflación favorece las inversiones, pues las tasas de interés están por encima del crecimiento de los precios, lo que significa un incentivo para el ahorro.
Con respecto a la liquidez, cuando hay un exceso en el sistema financiero, este se evidencia en los balances de las entidades a través de elevadas disponibilidades para la colocación de créditos.
“Esto tiene estrecha relación con la crisis mundial del año pasado, según la cual las entidades financieras se preocuparon más por incrementar la liquidez que por realizar colocaciones”, explicó Lacayo.
El año pasado, la Superintendencia General de Entidades Financieras (SUGEF) cambió dentro de su normativa prudencial, en la ficha CAMELS, el indicador de liquidez llamado Calce de Plazos a un mes, elevándolo de 1,00 a 1,05. Con esto logró que las entidades incrementaran sus reservas o disponibilidades para hacerles frente a sus compromisos de muy corto plazo.
Pasada la crisis, este año volvieron a bajarla a 1,00 para que todos cuenten con mayores recursos para colocar.
Con respecto a instrumentos o que puedan resultar beneficiosos, Lacayo considera que los Certificados de Inversión y Certificados de Depósito a Plazo - por tener un rendimiento fijo a plazo - le garantizan al inversionista un flujo constante para su fines personales. Eso evita la especulación con tasas variables o el tipo de cambio.
Juan Pablo Arias
jarias@larepublica.net