Supersalarios en Alemania no logran reactivar el consumo
| Lunes 25 febrero, 2008
Supersalarios en Alemania no logran reactivar el consumo
Frankfurt - Bettina Georg solía ir de compras sin mirar los precios. Ahora, con la inflación alemana en su mayor nivel desde hace 12 años, compara precios antes de comprar y busca descuentos.
“Comida, combustible, periódicos, los artículos del día a día se han vuelto mucho más caros”, dijo Georg, de 43 años y madre de un hijo, en Fráncfort. “A las familias promedio se las ve cada vez más duras. Casi genera temores existenciales”.
Los sindicatos alemanes están presionando para conseguir lo que el presidente de uno de ellos, Berthold Huber de IG Metall, llama “un año de megasalarios”.
El aumento en la paga se sumaría a los temores inflacionarios y elevaría los costes de las empresas justo ahora que la desaceleración económica mundial amenaza el crecimiento impulsado por las exportaciones. También podría debilitar los argumentos para que el Banco Central Europeo baje los tipos de interés, que se han mantenido en un máximo en seis años.
“La inflación ha hecho que los consumidores moderen su gasto”, dijo Joerg Kraemer, economista jefe de Commerzbank AG en Fráncfort. “En el ambiente actual, es fácil que los aumentos salariales sean contraproducentes”.
El Partido Cristiano Demócrata de la canciller Angela Merkel ya cedió terreno en el salario mínimo, y la perspectiva de las elecciones nacionales en el 2009 podría reducir la capacidad de su partido para mantenerse firme. Su socio de coalición, el líder del Partido Social Demócrata Kurt Beck, ha pedido que los trabajadores disfruten de la “justicia social”. La semana pasada los sindicatos realizaron huelgas para impulsar sus demandas salariales.
Una desaceleración en Alemania afectaría a la economía de los 15 países que comparten el euro. El país representa alrededor de un tercio del producto interno bruto de la región, y las exportaciones e inversión alemanas han impulsado el crecimiento de la Unión Europea en los últimos dos años.
La confianza de los consumidores se mantuvo cerca de un mínimo de dos años el mes pasado por temor a que los ingresos se vieran afectados por el encarecimiento de los alimentos y el combustible. La inflación se mantuvo por encima de 3% por tercer mes en enero. El Banco Central de Europa (BCE) planea mantener las alzas anuales en los precios al consumidor justo por debajo de 2%.
En Alemania, más que en otros países, los consumidores moderan su gasto si ven que los precios suben, dijo Gilles Moec, economista de Bank of America en Londres.
El Bundesbank dice que espera que las presiones salariales aumenten este año: los costos laborales subirán 0,9%, la mayor alza en 13 años, luego de aumentar 0,3% en el 2007. Esto y el menguante desempleo contribuirán a incrementar el gasto de las familias un 1,6%, el mayor porcentaje desde el 2001, dice el banco.
Los sindicatos están decididos a usar la menor tasa de desempleo en 15 años, 8,1%, para compensar a los trabajadores por el alza en los precios. Los salarios crecieron menos que los precios al consumidor en los últimos cuatro años, según la federación de sindicatos DGB.
“Los sindicatos se han vuelto mucho más militantes”, dijo Dario Perkins, economista de ABN Amro Holding NV en Londres. “Como la inflación ya está muy por encima del objetivo del BCE, claramente no hay espacio para dar acomodo a esa tendencia”, agregó.
Las ventas minoristas bajaron por cuarto mes en enero, según mostró el índice de gerentes de compra de Bloomberg. El gasto del consumidor alemán ha sido inferior al promedio de la región del euro desde 1996, y contribuido poco o nada a la expansión económica en los últimos seis años; incluso restó 0,2 puntos porcentuales al crecimiento en 2007.
Frankfurt - Bettina Georg solía ir de compras sin mirar los precios. Ahora, con la inflación alemana en su mayor nivel desde hace 12 años, compara precios antes de comprar y busca descuentos.
“Comida, combustible, periódicos, los artículos del día a día se han vuelto mucho más caros”, dijo Georg, de 43 años y madre de un hijo, en Fráncfort. “A las familias promedio se las ve cada vez más duras. Casi genera temores existenciales”.
Los sindicatos alemanes están presionando para conseguir lo que el presidente de uno de ellos, Berthold Huber de IG Metall, llama “un año de megasalarios”.
El aumento en la paga se sumaría a los temores inflacionarios y elevaría los costes de las empresas justo ahora que la desaceleración económica mundial amenaza el crecimiento impulsado por las exportaciones. También podría debilitar los argumentos para que el Banco Central Europeo baje los tipos de interés, que se han mantenido en un máximo en seis años.
“La inflación ha hecho que los consumidores moderen su gasto”, dijo Joerg Kraemer, economista jefe de Commerzbank AG en Fráncfort. “En el ambiente actual, es fácil que los aumentos salariales sean contraproducentes”.
El Partido Cristiano Demócrata de la canciller Angela Merkel ya cedió terreno en el salario mínimo, y la perspectiva de las elecciones nacionales en el 2009 podría reducir la capacidad de su partido para mantenerse firme. Su socio de coalición, el líder del Partido Social Demócrata Kurt Beck, ha pedido que los trabajadores disfruten de la “justicia social”. La semana pasada los sindicatos realizaron huelgas para impulsar sus demandas salariales.
Una desaceleración en Alemania afectaría a la economía de los 15 países que comparten el euro. El país representa alrededor de un tercio del producto interno bruto de la región, y las exportaciones e inversión alemanas han impulsado el crecimiento de la Unión Europea en los últimos dos años.
La confianza de los consumidores se mantuvo cerca de un mínimo de dos años el mes pasado por temor a que los ingresos se vieran afectados por el encarecimiento de los alimentos y el combustible. La inflación se mantuvo por encima de 3% por tercer mes en enero. El Banco Central de Europa (BCE) planea mantener las alzas anuales en los precios al consumidor justo por debajo de 2%.
En Alemania, más que en otros países, los consumidores moderan su gasto si ven que los precios suben, dijo Gilles Moec, economista de Bank of America en Londres.
El Bundesbank dice que espera que las presiones salariales aumenten este año: los costos laborales subirán 0,9%, la mayor alza en 13 años, luego de aumentar 0,3% en el 2007. Esto y el menguante desempleo contribuirán a incrementar el gasto de las familias un 1,6%, el mayor porcentaje desde el 2001, dice el banco.
Los sindicatos están decididos a usar la menor tasa de desempleo en 15 años, 8,1%, para compensar a los trabajadores por el alza en los precios. Los salarios crecieron menos que los precios al consumidor en los últimos cuatro años, según la federación de sindicatos DGB.
“Los sindicatos se han vuelto mucho más militantes”, dijo Dario Perkins, economista de ABN Amro Holding NV en Londres. “Como la inflación ya está muy por encima del objetivo del BCE, claramente no hay espacio para dar acomodo a esa tendencia”, agregó.
Las ventas minoristas bajaron por cuarto mes en enero, según mostró el índice de gerentes de compra de Bloomberg. El gasto del consumidor alemán ha sido inferior al promedio de la región del euro desde 1996, y contribuido poco o nada a la expansión económica en los últimos seis años; incluso restó 0,2 puntos porcentuales al crecimiento en 2007.