Sostenibilidad y crecimiento urbano
| Viernes 25 abril, 2008
Sostenibilidad y crecimiento urbano
Los núcleos urbanos surgieron hace siglos como centros, donde se gestaban la civilización y el conocimiento. Hoy día el crecimiento urbano es exagerado e inevitable y se ha ido transformando en lugares amenazados por la masificación, el ruido, la violencia, etcétera, quedando claro, que este será el reto que tendrá mayor atención en el desarrollo del siglo XXI.
Las ciudades tienen acuciantes problemas inmediatos, entre ellos podemos mencionar la pobreza, falta de vivienda, amenaza al medio ambiente, manejo ineficiente de los desechos, inseguridad ciudadana, ingobernabilidad y ausencia de un plan de administración ecológica.
El medio urbano o ciudad debe analizarse como un sistema complejo, diverso, público, abierto, y protegido que permite a los diversos barrios crear un tejido en el que convivan diferentes usos y tipos de personas y en donde todo se interrelaciona.
Pero, de manera paradójica, la ciudad es el espacio más conflictivo, porque la habitan diferencias, divergencias, y oposiciones. El reto es y será siempre, contar con una urbe para la ciudadanía, fomentando la recuperación de la ciudad, y la protección al patrimonio natural y cultural.
Las ciudades son las principales beneficiarias de la integración progresiva de las economías mundiales, porque las personas van en busca de empleos, los cuales son el resultado de las inversiones y las actividades económicas, y estas, en su mayoría, están cada vez más concentradas en zonas urbanas dinámicas, grandes y pequeñas.
Esto supone que el desarrollo urbano debe estar encaminado a lograr, al mismo tiempo, el crecimiento económico, la equidad, progreso social, el uso racional de los recursos naturales y la conservación del ambiente, en un marco de gobernabilidad política, con el objetivo de lograr mejores condiciones de vida para toda la población.
El crecimiento urbano sostenido es una responsabilidad compartida, que requiere un progresivo aprendizaje para sensibilizar a todos sus ciudadanos y motivarlos a que participen en su adecuada gestión.
Finalmente, la tarea de la sostenibilidad urbana no es fácil, no obstante, somos conscientes de que ese proceso exige una concienciación colectiva y acciones concretas que faciliten, por ejemplo el reciclaje, la reutilización, el civismo, el respeto mutuo, en combinación con la planificación, el diseño y la construcción.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo Salvemos el Río Pacuare
Los núcleos urbanos surgieron hace siglos como centros, donde se gestaban la civilización y el conocimiento. Hoy día el crecimiento urbano es exagerado e inevitable y se ha ido transformando en lugares amenazados por la masificación, el ruido, la violencia, etcétera, quedando claro, que este será el reto que tendrá mayor atención en el desarrollo del siglo XXI.
Las ciudades tienen acuciantes problemas inmediatos, entre ellos podemos mencionar la pobreza, falta de vivienda, amenaza al medio ambiente, manejo ineficiente de los desechos, inseguridad ciudadana, ingobernabilidad y ausencia de un plan de administración ecológica.
El medio urbano o ciudad debe analizarse como un sistema complejo, diverso, público, abierto, y protegido que permite a los diversos barrios crear un tejido en el que convivan diferentes usos y tipos de personas y en donde todo se interrelaciona.
Pero, de manera paradójica, la ciudad es el espacio más conflictivo, porque la habitan diferencias, divergencias, y oposiciones. El reto es y será siempre, contar con una urbe para la ciudadanía, fomentando la recuperación de la ciudad, y la protección al patrimonio natural y cultural.
Las ciudades son las principales beneficiarias de la integración progresiva de las economías mundiales, porque las personas van en busca de empleos, los cuales son el resultado de las inversiones y las actividades económicas, y estas, en su mayoría, están cada vez más concentradas en zonas urbanas dinámicas, grandes y pequeñas.
Esto supone que el desarrollo urbano debe estar encaminado a lograr, al mismo tiempo, el crecimiento económico, la equidad, progreso social, el uso racional de los recursos naturales y la conservación del ambiente, en un marco de gobernabilidad política, con el objetivo de lograr mejores condiciones de vida para toda la población.
El crecimiento urbano sostenido es una responsabilidad compartida, que requiere un progresivo aprendizaje para sensibilizar a todos sus ciudadanos y motivarlos a que participen en su adecuada gestión.
Finalmente, la tarea de la sostenibilidad urbana no es fácil, no obstante, somos conscientes de que ese proceso exige una concienciación colectiva y acciones concretas que faciliten, por ejemplo el reciclaje, la reutilización, el civismo, el respeto mutuo, en combinación con la planificación, el diseño y la construcción.
Luis Fernando Allen Forbes
Director ejecutivo Salvemos el Río Pacuare