Slim cae tercer puesto entre millonarios
| Viernes 13 marzo, 2009
Slim cae tercer puesto entre millonarios
México
EFE
El empresario mexicano Carlos Slim, dueño de un emporio telefónico con conexiones en toda América, cayó al tercer puesto entre los hombres más ricos en la lista publicada por la revista Forbes, afectado por la crisis mundial.
Slim ocupa ese puesto con $35 mil millones después de que en 2008 apareció en segundo sitio con una fortuna de $60 mil millones.
Este año, el magnate mexicano dueño también del Grupo Carso y del 7% de las acciones de la empresa editora estadounidense de The New York Times, está por debajo del fundador de Microsoft, Bill Gates, con $40 mil millones, y del veterano inversor estadounidense Warren Buffet, con una riqueza de $37 mil millones, de acuerdo a Forbes.
La caída de los mercados bursátiles provocaron una depreciación de las acciones de las empresas de Slim.
“No es una sorpresa que los millonarios han sido afectados a la vez que la economía mundial”, manifestó Steve Forbes, presidente y consejero delegado de la empresa editora, al recordar el perjuicio que la crisis financiera ha causado a numerosos sectores y en países industrializados o en desarrollo.
El magnate mexicano, nacido en 1940, es un amante del arte, dueño de importantes colecciones y promotor de proyectos de salud que buscan beneficiar a millones de latinoamericanos.
Su riqueza se consolidó en 1990, cuando consiguió hacerse con el 20% de la empresa de telecomunicaciones privatizada Teléfonos de México (Telmex), una operación que se conoció en el país como “la venta del siglo”.
En México, los tentáculos de su imperio empresarial cubren una infinidad de sectores productivos, beneficiado, según sus detractores, por una débil normativa antimonopólica que le ha permitido tener una posición dominante en el sector de las telecomunicaciones e internet.
También ha sido criticado por atesorar semejante fortuna en un país en el que casi la mitad de la población, de más de 107 millones de habitantes, es pobre.
Hijo de inmigrantes libaneses, Slim, quien a los 25 años fundó su primera empresa, es considerado por sus allegados como un hombre austero y en los últimos años se ha dedicado a compaginar su actividad en el mundo del dinero con el Instituto Carso de Salud (ICS), el puntal de sus actividades filantrópicas.
Esta institución promueve en México y otros países latinoamericanos la prevención y la atención sanitaria neonatal para intentar disminuir la mortalidad materna e infantil y las discapacidades de nacimiento en poblaciones vulnerables.
En 2007, Slim aportó $100 millones a una alianza con el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton y el magnate canadiense de la minería Frank Giustra para luchar contra la pobreza en América Latina.
Slim niega que las actividades altruistas sean para mejorar su imagen e insiste en que se debe combatir la pobreza no sólo por motivos humanitarios sino porque las empresas son más rentables cuando se eleva el poder adquisitivo de las personas.
Otra de las facetas sobresalientes de Slim es su pasión por el arte, del que atesora 72 mil obras, según el periodista José Martínez, autor de la biografía “Carlos Slim, retrato inédito”.
El millonario planea crear un nuevo Museo Soumaya, parecido al que ya existe en memoria de su esposa fallecida, que albergará la colección de Grupo Carso cuando esté terminado, en 2010.
Martínez destaca la astucia y el ingenio de Slim, que siempre ha sabido “improvisar y hacer negocios de la nada” como ocurrió con las tarjetas telefónicas desechables que se venden en los semáforos de la ciudades de todo México.
Según Martínez, Slim es un gran conversador y un amante de la historia, que en sus actividades de negocios “prevé todos los escenarios”.
“La gente cree que sólo piensa en el dinero: no, está metido en muchas cosas”, asegura Martínez.
México
EFE
El empresario mexicano Carlos Slim, dueño de un emporio telefónico con conexiones en toda América, cayó al tercer puesto entre los hombres más ricos en la lista publicada por la revista Forbes, afectado por la crisis mundial.
Slim ocupa ese puesto con $35 mil millones después de que en 2008 apareció en segundo sitio con una fortuna de $60 mil millones.
Este año, el magnate mexicano dueño también del Grupo Carso y del 7% de las acciones de la empresa editora estadounidense de The New York Times, está por debajo del fundador de Microsoft, Bill Gates, con $40 mil millones, y del veterano inversor estadounidense Warren Buffet, con una riqueza de $37 mil millones, de acuerdo a Forbes.
La caída de los mercados bursátiles provocaron una depreciación de las acciones de las empresas de Slim.
“No es una sorpresa que los millonarios han sido afectados a la vez que la economía mundial”, manifestó Steve Forbes, presidente y consejero delegado de la empresa editora, al recordar el perjuicio que la crisis financiera ha causado a numerosos sectores y en países industrializados o en desarrollo.
El magnate mexicano, nacido en 1940, es un amante del arte, dueño de importantes colecciones y promotor de proyectos de salud que buscan beneficiar a millones de latinoamericanos.
Su riqueza se consolidó en 1990, cuando consiguió hacerse con el 20% de la empresa de telecomunicaciones privatizada Teléfonos de México (Telmex), una operación que se conoció en el país como “la venta del siglo”.
En México, los tentáculos de su imperio empresarial cubren una infinidad de sectores productivos, beneficiado, según sus detractores, por una débil normativa antimonopólica que le ha permitido tener una posición dominante en el sector de las telecomunicaciones e internet.
También ha sido criticado por atesorar semejante fortuna en un país en el que casi la mitad de la población, de más de 107 millones de habitantes, es pobre.
Hijo de inmigrantes libaneses, Slim, quien a los 25 años fundó su primera empresa, es considerado por sus allegados como un hombre austero y en los últimos años se ha dedicado a compaginar su actividad en el mundo del dinero con el Instituto Carso de Salud (ICS), el puntal de sus actividades filantrópicas.
Esta institución promueve en México y otros países latinoamericanos la prevención y la atención sanitaria neonatal para intentar disminuir la mortalidad materna e infantil y las discapacidades de nacimiento en poblaciones vulnerables.
En 2007, Slim aportó $100 millones a una alianza con el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton y el magnate canadiense de la minería Frank Giustra para luchar contra la pobreza en América Latina.
Slim niega que las actividades altruistas sean para mejorar su imagen e insiste en que se debe combatir la pobreza no sólo por motivos humanitarios sino porque las empresas son más rentables cuando se eleva el poder adquisitivo de las personas.
Otra de las facetas sobresalientes de Slim es su pasión por el arte, del que atesora 72 mil obras, según el periodista José Martínez, autor de la biografía “Carlos Slim, retrato inédito”.
El millonario planea crear un nuevo Museo Soumaya, parecido al que ya existe en memoria de su esposa fallecida, que albergará la colección de Grupo Carso cuando esté terminado, en 2010.
Martínez destaca la astucia y el ingenio de Slim, que siempre ha sabido “improvisar y hacer negocios de la nada” como ocurrió con las tarjetas telefónicas desechables que se venden en los semáforos de la ciudades de todo México.
Según Martínez, Slim es un gran conversador y un amante de la historia, que en sus actividades de negocios “prevé todos los escenarios”.
“La gente cree que sólo piensa en el dinero: no, está metido en muchas cosas”, asegura Martínez.