Sincero agradecimiento
Miguel Carabaguiaz miguelcarabaguiaz@yahoo.com | Lunes 13 abril, 2020
Aquellos que se la juegan por nosotros… digamos MUCHAS GRACIAS, que se escuche claro
Hemos reconocido a los integrantes del sector salud como aquellas personas que a costa de su propia salud y hasta de su vida se la juegan (como se dice en la calle) por los demás. Justo reconocimiento que debemos darle hoy y siempre. Absolutamente nadie les quita ese merecido título de héroes.
Pero también quisiera hacer referencia a otros héroes de los que casi no mencionamos. De estos se habla poco o no se habla, no salen en los comentarios de las redes, ni en los diarios, ni en la tele, pero que su vida de cada día es también un ejemplo de gratuidad, de generosidad, de compromiso, en definitiva de heroicidad. Son aquellos otros héroes anónimos que hacen de su vida y de su labor un acto de entrega para a aquellos que los necesitan, hoy incluso corriendo riesgos, pero lo hacen porque ellos entienden que su trabajo es importante para otros.
Esos héroes sin mención y sin reconocimiento son todas aquellas personas que en esta crisis siguen cumpliendo con su trabajo. Mientras que muchos atendemos con obediencia y otros a regañadientes el quedarnos en la casa hay otros que no lo hacen por cumplir su responsabilidad. Me refiero a los miles de trabajadores que nos asisten en los supermercados, farmacias, estaciones de gasolina, choferes de servicios públicos o de camiones de distribución, mensajeros, trabajadores de fábricas, agricultores, periodistas, los policías de las diferentes fuerzas de seguridad y los recolectores de basura.
Por eso cuando vayamos a comprar, nos movilicemos o nos crucemos con alguno de ellos digamos MUCHAS GRACIAS, que se escuche claro. Ellos son los que ponen también en riesgo su salud y hasta la de sus familias por nosotros. Que de verdad sientan que estimamos y valoramos su esfuerzo y compromiso.
A veces es necesario ponerse en primera persona y hacerse esta pregunta: ¿Quién es el otro para mí? ¿Cuál es mi actitud delante del otro? La respuesta a estas preguntas nos sitúa delante de una disyuntiva que marca el perfil de nosotros como personas. Una sería la actitud egoísta que trata siempre de aprovechar y servirse del otro, o la actitud generosa que trata de ayudar y servir al otro.
Esta segunda actitud, es la que tiene la capacidad de cambiar la sociedad y con ella el mundo. Hagamos esa diferencia.