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Martes, 23 de abril de 2024



FORO DE LECTORES


Sin miedo a decir lo que pensaba

| Jueves 19 junio, 2014


Yo era lector de la columna “Chisporroteos”, donde disfrutaba leer el popurrí de variados y a veces polémicos análisis del quehacer costarricense y de las instituciones del estado


Sin miedo a decir lo que pensaba

Con la muerte de don Beto Cañas, no solo muere un político enérgico y franco en sus comentarios, muere un amante de la lectura y defensor de la cultura, muere el periodista y escritor, y al que su carácter lo podría definir de buenas a primeras como “cascarrabias” —la verdad yo no soy malcriado y no me interesa lo que diga la gente—, pero que las personas más cercanas lo calificaban de muy accesible, reflexivo y amoroso, muy en línea con su frase —tengo fama de ser bravo, pero en realidad tengo el carácter más dulce del mundo—.
El enfrentamiento con los hermanos Arias lo refleja en la siguiente frase —¿Qué le debe este país a Óscar Arias?—; y a mí en lo personal me gusta la frase que dijo relacionada con la apatía: —es un fenómeno muy raro que puede obedecer a que la gente esté muy segura de su democracia—; y ni que hablar de la frase que se relaciona con el periodismo al decir, —el periodismo se volvió corrongo, dejaron de informar y se preocupan más por venderse—.
Yo era fan lector de su columna “Chisporroteos”, en donde disfrutaba leer el popurrí de los variados y algunas veces polémicos análisis del quehacer costarricense y de las instituciones del estado.
También me gusta escuchar y era altamente cultivador el programa radial “Así es la cosa” que junto a sus amigos Fernando Durán y Álvaro Fernández, diariamente improvisaban análisis de tan diversa índole que reflejan el vasto rodaje y el conocimiento del mundo.
Me encantaba cuando a sus comentarios les agregaba las vivencias obtenidas en sus diferentes facetas en la función pública a través de diversos gobiernos de turno en los que participó.
Me gustaba el sustento que daba a las a veces duras y directas críticas que lanzaba a sus adversarios, que aunado a la autoridad que le daban la experiencia de los años y el conocimiento fundamentado de sus análisis, le permitía decir sin pelos en la lengua lo que pensaba.
Descanse en paz Don Beto Cañas.

Mynor Retana Cárdenas

Ingeniero
mretanaca@gmail.com 






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