Logo La República

Viernes, 26 de julio de 2024



COLUMNISTAS


Sin decisiones no se desenredan nudos

Alejandra Esquivel alejandra.esquivel.guzman@gmail.com | Jueves 15 noviembre, 2018


La economía no para. En economía el 80% de la carrera enfoca la macroeconomía desde un planteamiento “estático” que aparte de cumplir con la ley de Pareto, permite vivenciar la irrealidad del supuesto en todas sus dimensiones… más allá de eso existe una realidad: la economía no para.  

Con una coyuntura económica como la que está experimentando actualmente Costa Rica, existen en términos simplistas tres decisiones:

1.        Excusar la inacción con argumentos como: no se puede hacer mucho con “nada”, así que no se hace nada.

2.        Hacer lo medianamente aceptable: “menos es más” por lo que es válido conformarse con “atender” lo que sea estrictamente necesario.

3.        En épocas difíciles se subraya la necesidad de dinamizar la compañía: recurrir a “teorías”/modelos económicos (incluso disruptivos) que en “la práctica” hayan arrojado evidencia de aceleración económica en lugar de “paralizar” un país ante sus desafíos y respuestas estratégicas para atenuar una coyuntura económica desfavorable.

Así como en esta administración hubo “vía rápida” para el proyecto fiscal a nivel de Poder Legislativo –claramente requerida cual “RCP” (reanimación cardiopulmonar) a una economía que no requiere una maniobra en extremo avanzada, pero sí de manos expertas; en la misma medida me parece se requieren implementar conscientemente directrices y acciones ni siquiera a un nivel disruptivo (para no imprimir mucha exigencia) pero sí definitivamente concreto para que “a pesar” de la situación económica que se enfrenta, se implementen medidas precisas que mitiguen el costo social de las primeras dos opciones enumeradas arriba.

Para desenredar nudos toca tomar decisiones, tremenda tarea en un país como Costa Rica en el que a pesar del alto nivel profesional de nuestra población, percibo que somos muy buenos para definir “qués” pero no “cómos” y pues a nivel de la gestión del “cómo” existe para mí una premisa básica, cual es la existencia de toma de decisiones… Es simple: sin toma de decisiones es imposible hacer que las cosas sucedan.

Indiscutiblemente soy de la posición de que en épocas difíciles se subraya la necesidad de dinamizar la compañía (bajo el supuesto claramente de que el país no quiere profundizar su crisis).

Desde el ejercicio de mi profesión podría ponerme acá a emitir posturas sobre las cosas que puede hacer el país en materia de promoción de los diferentes sectores económicos, pero ciertamente ni ejerzo activamente como economista, ni soy experta en todos los sectores, ni vale la pena ponerme a descubrir el agua tibia cuando ya existen muchas iniciativas e investigaciones serias a las que es cuestión de darles el peso/importancia que corresponde y proceder a lo que tanto cuesta y retomo aunque ya lo mencioné antes: tomar decisiones de alto impacto. Afirmo que existen herramientas para tomar “buenas” decisiones de política pública en Costa Rica… Mi pregunta es: ¿Tenemos tomando decisiones a los tomadores de decisiones que requiere hoy el país? Si es así, la vía es una: que lo demuestren.

La situación económica actual de Costa Rica es para mí el resultado de tres pilares mal gestionados: Calidad de la toma de decisiones; ingobernabilidad; desafortunada gestión de la corrupción.

¿Queremos evitar una crisis como la experimentada en los años 80… como las crisis recientes de economías latinoamericanas y europeas? El Poder Ejecutivo es el máximo llamado a definir “la hoja de ruta”.




NOTAS ANTERIORES








© 2024 Republica Media Group todos los derechos reservados.