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Siguiendo con la cantinela

Humberto Pacheco humberto.pacheco@pachecocoto.com | Martes 03 mayo, 2016


Trotando Mundos

Siguiendo con la cantinela

En la bronca que ha desatado el Gobierno con sus desatinos en el tema de los impuestos- nuestro day to day en el trabajo- a fe que ya nos aburre. Pero en este pintoresco país no dejan de sorprendernos hasta nuestros amigos. La República se dejó decir que con unas pequeñas reformas podríamos “ingresar unos doscientos cincuenta mil millones de colones más sin dolor”. Ya nuestro respetado exMinistro de Hacienda, don Edgar Ayales, ha expresado que cuestiona el estudio en el que Hacienda basa esos alegres números y uno de sus calificados asesores del Banco Mundial nos había explicado en detalle que la planilla pública- Gobierno central y especialmente Autónomas- es inalcanzable con ningún tipo de reforma que no vaya acompañada de acabar con esas gollerías.
Dice La República que el “Registro de Accionistas mejoraría recaudación, sin divulgar nombres”. O talvez mejor, Caperucita Roja va a pasar sus vacaciones con el lobo. Cual sí los angelitos del Banco Central fueran menos susceptibles a soltar la información que los de Hacienda.
Ya hemos reiterado que los impuestos resultantes de la actividad de una Sociedad Anónima corresponden con exclusividad a dicha entidad. Los propietarios no están obligados al pago de absolutamente nada. Sin entrar a un curso de Tributario 101, todo pago hecho por una SA tiene que justificarlo, y reintegrar el impuesto sí procede, la SA; la renta por sus propias ganancias y los dividendos que distribuya, éstos a nivel retentivo. El incumplimiento de cualquiera de esos pagos se le sanciona a la sociedad anónima y sus administradores, no al propietario.
Si la SA tiene bienes inmuebles y hay entre éstos propiedades acreedoras del impuesto solidario, es a la SA con la garantía de la propiedad a quien toca pagarlos, no al propietario de la SA. Lo mismo sí los inmuebles se traspasan. Si lo que preocupa es que mediante la venta de las acciones los traspasos no acrediten impuestos, esto se resuelve penalizando muy seriamente, sobretodo a personeros de la SA y al adquirente, por dicho traspaso cuando no se reporte la venta con ánimo de defraudar. No vemos a mucha gente prestándose a esa maniobra sí sabe que puede perder su propiedad y/o ir a la cárcel.
Adicionalmente, suprimir la exención del pago de impuesto a la distribución de dividendos entre compañías, que nunca la hemos entendido, generaría muy buenos ingresos. Al igual que grabar a las cooperativas que son verdaderos imperios industriales.
No vemos en que otra cosa puede basarse el redactor para decir que “el registro de accionistas, al menos, serviría para combatir la evasión del impuesto de traspaso de inmuebles”. ¿En que medida mejorará la recaudación el morbo de saber quienes son los dueños, si la responsabilidad tributaria recae exclusivamente en la SA y sus administradores, quienes también incurren las penas cuando proceden, no en los propietarios? El artículo menciona otros “problemas y soluciones” sin considerar que muchos de éstos son actos perfectamente legales y que, sí hubiere ganancias, son a nivel de la SA, no del propietario.
A esto súmesele dos mentiras circuladas por el Gobierno: que la OCDE lo exige y que “muchos países tienen registros de accionistas”. Ni lo uno ni lo otro es cierto. Ni Inglaterra ni los Estados Unidos de América, los dos paraísos fiscales más grandes del mundo, los tienen, ni tampoco muchos otros países del G20 y de la OCDE como Canadá. Gorria le mintió complacientemente al Congreso.

Lic. Humberto Pacheco A., M.C.L.

 

vikocr@racsa.co.cr

 

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