Si no se ha tocado fondo, ¿cuánto falta para alcanzarlo?
| Lunes 21 abril, 2008
Si no se ha tocado fondo, ¿cuánto falta para alcanzarlo?
Asociación de Agentes Corredores de Bolsa
Mariangela Ramírez Díaz
Varios son los comentarios que señalan que la crisis crediticia estadounidense y su consecuente efecto desacelerador en la economía han alcanzado los niveles más desalentadores de los últimos 50 años. Pese a dicha referencia, no hay claridad en el panorama para pensar que se haya llegado a los mínimos en las variables que determinan la percepción del mercado sobre esta situación.
Los mercados accionarios han mostrado desde el segundo semestre del año pasado una regresión promedio del 20%. Aunque el retroceso es importante, no alcanza los niveles vistos en la última recesión económica de Estados Unidos en 2001, cuando retrocedieron en promedio un 30%.
Por otra parte, la cotización de la moneda estadounidense respecto al euro, así como de otras monedas fuertes y de países emergentes ha revelado una pérdida de poder adquisitivo récord durante el último mes, el debilitamiento se ha visto también en los máximos históricos que han logrado los precios del petróleo, el oro, y otras materias primas.
Esto encierra al dólar en un contexto que está llevando a los gobiernos asiáticos, que tienen una alta proporción de sus reservas denominadas en dólares, a considerar el cambio de sus títulos de Estados Unidos por títulos europeos, acentuando la perspectiva negativa sobre la divisa.
Adicionalmente, los discursos del Presidente y otros representantes de la Reserva Federal han generado que los mercados pronostiquen una reducción mayor que la esperada hace una semana en el tipo objetivo.
Si bien la recesión que anticipó Bernanke es un dato que muchos han dado por hecho, el pesimismo se acentuó toda vez que la Fed no descarta que la contracción pueda prolongarse más de lo esperado.
Estos comunicados han sido cruciales para la formación de las expectativas a nivel global, referentes a cuánto más se deberá esperar que continúe la caída.
En este punto, la clave que todos quisieran saber es cuánto se puede prolongar la recesión, y de qué forma el efecto de contagio se empezará a notar en las demás economías relacionadas.
Lo anterior considerando que el encogimiento de la principal economía mundial mostrará grandes o pequeños efectos sobre las economías a nivel global dependiendo de lo robustas que estas se encuentren, y que dicho resultado cambie todas las tendencias presentadas en los últimos seis meses.
El pulso con el que se logre atinar a estas variaciones, permitirá tomar posiciones y decisiones anticipadas para la realización de beneficios que alivien los efectos negativos que con la crisis se hayan tenido que enfrentar.
Asociación de Agentes Corredores de Bolsa
Mariangela Ramírez Díaz
Varios son los comentarios que señalan que la crisis crediticia estadounidense y su consecuente efecto desacelerador en la economía han alcanzado los niveles más desalentadores de los últimos 50 años. Pese a dicha referencia, no hay claridad en el panorama para pensar que se haya llegado a los mínimos en las variables que determinan la percepción del mercado sobre esta situación.
Los mercados accionarios han mostrado desde el segundo semestre del año pasado una regresión promedio del 20%. Aunque el retroceso es importante, no alcanza los niveles vistos en la última recesión económica de Estados Unidos en 2001, cuando retrocedieron en promedio un 30%.
Por otra parte, la cotización de la moneda estadounidense respecto al euro, así como de otras monedas fuertes y de países emergentes ha revelado una pérdida de poder adquisitivo récord durante el último mes, el debilitamiento se ha visto también en los máximos históricos que han logrado los precios del petróleo, el oro, y otras materias primas.
Esto encierra al dólar en un contexto que está llevando a los gobiernos asiáticos, que tienen una alta proporción de sus reservas denominadas en dólares, a considerar el cambio de sus títulos de Estados Unidos por títulos europeos, acentuando la perspectiva negativa sobre la divisa.
Adicionalmente, los discursos del Presidente y otros representantes de la Reserva Federal han generado que los mercados pronostiquen una reducción mayor que la esperada hace una semana en el tipo objetivo.
Si bien la recesión que anticipó Bernanke es un dato que muchos han dado por hecho, el pesimismo se acentuó toda vez que la Fed no descarta que la contracción pueda prolongarse más de lo esperado.
Estos comunicados han sido cruciales para la formación de las expectativas a nivel global, referentes a cuánto más se deberá esperar que continúe la caída.
En este punto, la clave que todos quisieran saber es cuánto se puede prolongar la recesión, y de qué forma el efecto de contagio se empezará a notar en las demás economías relacionadas.
Lo anterior considerando que el encogimiento de la principal economía mundial mostrará grandes o pequeños efectos sobre las economías a nivel global dependiendo de lo robustas que estas se encuentren, y que dicho resultado cambie todas las tendencias presentadas en los últimos seis meses.
El pulso con el que se logre atinar a estas variaciones, permitirá tomar posiciones y decisiones anticipadas para la realización de beneficios que alivien los efectos negativos que con la crisis se hayan tenido que enfrentar.