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Miércoles, 11 de diciembre de 2024



EDITORIAL


Severo riesgo para la salud

Costa Rica deberá tomar las medidas necesarias para asegurar que el estado actual de contaminación de los ríos no afecte a nacionales o visitantes en ningún sentido

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 27 mayo, 2011


Editorial


Mercurio y materias fecales, entre otros contaminantes que caen a muchos ríos cotidianamente los han convertido en verdaderas cloacas abiertas que representan un severo riesgo para la salud.

Las fuentes de agua cristalina, esenciales para la vida, que con tanta abundancia tiene este país, han sido transformadas en corrientes altamente peligrosas a base de verter en ellos las aguas negras y todo tipo de inmundicias.

Este problema fue creciendo en los últimos años, ignorado por los gobernantes que ocuparon la silla presidencial. No consideraron ellos el grave peligro que esto constituye para la población, puesto que no se abocaron a su solución.

Así, los ríos fueron cambiando su naturaleza para transformarse, por la acción humana incorrecta, en sitios donde ya no hay vida sino contaminación causante de enfermedad.

Hoy existe un plan para mejorar la situación mediante la ampliación de la red del alcantarillado urbano a un costo de unos $800 millones. Sin embargo, como lo detalla una información de este medio hoy, se trata de un plan a 20 años plazo.

Así las cosas, todo parece indicar que mientras se lleva a cabo dicho proyecto, a las autoridades les queda la responsabilidad de vigilar el cumplimiento de las disposiciones para que las nuevas edificaciones que deban contar con una planta de tratamiento para sus aguas residuales, cumplan con esta obligación, para no seguir aumentando la cantidad de vertidos de las cloacas a nuestros ríos.

Por otra parte, y considerando la grave condición de contaminación de estas aguas, la otra vertiente de vigilancia que deberá extremarse, es la dirigida a asegurar que los cultivos de productos que serán luego consumidos por la población no sean regados, ni tengan ningún tipo de contacto con ellas.

Ya se sabe que las aguas infectadas con materias fecales pueden desencadenar enfermedades y epidemias. Costa Rica, en ese sentido, deberá tomar las medidas que se consideren necesarias para asegurar que el estado actual de contaminación de los ríos no afecte a nacionales o visitantes en ningún sentido, en tanto se vuelva a la situación que nunca debió perderse: ríos limpios.










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