Secreto rodea elección de presidente de la Corte
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Miércoles 20 febrero, 2013
Aspirarían magistrados Villanueva, Calzada y Arroyo
Secreto rodea elección de presidente de la Corte
Todavía no hay fecha para designación
A puerta cerrada y mediante una votación secreta, los 22 magistrados de la Corte Suprema de Justicia designarán el nuevo presidente de ese poder de la República.
A diferencia de la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo que abren sus puertas a la prensa y al público en general cuando toman decisiones importantes, los magistrados realizarán esta trascendental elección sin la presencia de testigos.
Esta práctica de la Corte se ampara en su ley orgánica, que permite declarar este tipo de sesiones como “secretas”.
De acuerdo con la ley, el sustituto de Luis Paulino Mora, quien falleció el domingo por la noche a causa de una neumonía, se designará por votación simple, es decir, con la mitad más uno de los sufragios entre los 22 magistrados.
Todavía se desconoce cuándo se llevará a cabo la elección, pero el lunes se podría fijar una fecha.
Un día después del entierro de Mora, varios de los magistrados consultados prefirieron no opinar sobre sus eventuales aspiraciones.
El respeto a la familia y a la memoria de su compañero fallecido, los cohíbe de manifestarse.
No obstante, en el Poder Judicial circulan versiones de que el nombramiento podría recaer en Zarela Villanueva, presidenta en ejercicio y hermana del diputado del PLN Luis Gerardo Villanueva; Ana Virginia Calzada, jerarca de la Sala IV, o el magistrado Arroyo.
“Es muy prematuro para decir quién va a ser el próximo presidente de la Corte. Es difícil saber, pero esperamos que no se tarde más de dos meses para nombrar al sustituto de Mora”, indicó Fernando Cruz, magistrado.
Por otra parte, en la Asamblea Legislativa desde ayer se activaron los mecanismos para designar al sustituto de Mora en la Sala IV.
En buena teoría, los diputados tienen tan solo un mes para tomar esa decisión.
No obstante, esta designación podría complicarse en extremo, pues cada partido político desea nombrar en la Corte y principalmente en el tribunal constitucional, un representante de sus ideales.
El último nombramiento de un magistrado de ese tribunal recayó en Paúl Rueda, quien tuvo que esperar casi dos años para obtener los 38 votos legislativos necesarios provenientes de varias fracciones.
Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net