¡Se abrió París!
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 23 mayo, 2011
¡Se abrió París!
Asalto a muerte entre Nadal y Djokovic, y Clijsters favorita
París se abre a una gran lucha, la que coronará campeón de Roland Garros al más fuerte en la dos semanas de combate en el Bois de Boulogne, donde el español Rafael Nadal puede igualar los seis títulos del sueco Bjorn Borg, y donde el serbio Novak Djokovic aspira a convertirse en nuevo número uno del mundo.
Nunca ha visto el aficionado francés perder a Nadal en una final en su santuario. Sí lo vieron en los octavos de final de hace dos años ante Soderling, pero jamás en la lucha por el título. Si Nadal y Djokovic tienen reserva para el 5 de junio en la Philippe Chatrier, el nuevo clásico del tenis vivirá el momento más álgido de los últimos años. El gran asalto de Djokovic, que le serviría para confirmar su estatus y hacerlo con su primer grande en la tierra parisina.
El serbio arrasa esta temporada, sus siete títulos logrados este año: Abierto de Australia, Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado, Madrid y Roma, sus 39 partidos seguidos ganados, 41 si se suman los dos de la final de la Copa Davis de 2010, y sobre todo las cuatro victorias que lleva sobre Nadal esta temporada, especialmente las dos últimas sobre tierra, en las finales de Madrid y Roma, y quizás recuerde mejor la última porque se dio a nivel del mar, donde no hubo excusas para Nadal.
A solo tres partidos de igualar el récord de John McEnroe de mejor comienzo de temporada (1984), a cinco de las victorias seguidas del checo Ivan Lendl (1982) y a siete del argentino Guillermo Vilas (1977), Djokovic tiene a tiro romper nuevos récords, pero especialmente el de cumplir con su objetivo: ganar Roland Garros.
En esta guerra a muerte, planteada en principio para solo dos protagonistas, hay una pléyade de jugadores que figuran como espectadores, pero que pueden dar más de un susto. A los españoles de siempre, David Ferrer, Nicolás Almagro, e incluso Feliciano López, que se las ve de primeras contra Federer, hay que añadir la legión latinoamericana, especialistas en polvo de ladrillo, que siempre acechan.
En el cuadro femenino, el título de la italiana Francesca Schiavone está más abierto que nunca. La victoria de Maria Sharapova en Roma ha devuelto la esperanzas a la rusa, ex número uno del mundo, y las ausencias de las hermanas Venus y Serena Williams han abierto más aún el cuadro.
Sharapova se presenta en París con el tercer título de tierra de su palmarés, y el de primer nivel de su carrera en esta superficie. Pese a todo, no ha querido significarse como la gran favorita este año, delegando este honor en la belga Kim Clijsters, en un claro ejercicio de despejar presión cuanto antes.
Hace dos meses, Clijsters se lesionó un tobillo al tropezar durante la boda de una prima suya, pero se ha recuperado justo a tiempo, y se mediría con Sharapova en unos teóricos cuartos de final. De ahí que si la rusa quiere ganar el único torneo del Grand Slam que le falta debe vencer a la belga, finalista en París en 2001 y 2003.
La danesa Caroline Wozniacki, número uno del mundo, tiene la ocasión para demostrar su constancia, tras ganar esta temporada en Dubái, Indian Wells y Charleston, al igual que la bielorrusa Victoria Azarenka, triunfadora en Miami y Marbella, y la checa Petra Kvitova, en Brisbane, París y Madrid.
París
EFE
Asalto a muerte entre Nadal y Djokovic, y Clijsters favorita
París se abre a una gran lucha, la que coronará campeón de Roland Garros al más fuerte en la dos semanas de combate en el Bois de Boulogne, donde el español Rafael Nadal puede igualar los seis títulos del sueco Bjorn Borg, y donde el serbio Novak Djokovic aspira a convertirse en nuevo número uno del mundo.
Nunca ha visto el aficionado francés perder a Nadal en una final en su santuario. Sí lo vieron en los octavos de final de hace dos años ante Soderling, pero jamás en la lucha por el título. Si Nadal y Djokovic tienen reserva para el 5 de junio en la Philippe Chatrier, el nuevo clásico del tenis vivirá el momento más álgido de los últimos años. El gran asalto de Djokovic, que le serviría para confirmar su estatus y hacerlo con su primer grande en la tierra parisina.
El serbio arrasa esta temporada, sus siete títulos logrados este año: Abierto de Australia, Dubai, Indian Wells, Miami, Belgrado, Madrid y Roma, sus 39 partidos seguidos ganados, 41 si se suman los dos de la final de la Copa Davis de 2010, y sobre todo las cuatro victorias que lleva sobre Nadal esta temporada, especialmente las dos últimas sobre tierra, en las finales de Madrid y Roma, y quizás recuerde mejor la última porque se dio a nivel del mar, donde no hubo excusas para Nadal.
A solo tres partidos de igualar el récord de John McEnroe de mejor comienzo de temporada (1984), a cinco de las victorias seguidas del checo Ivan Lendl (1982) y a siete del argentino Guillermo Vilas (1977), Djokovic tiene a tiro romper nuevos récords, pero especialmente el de cumplir con su objetivo: ganar Roland Garros.
En esta guerra a muerte, planteada en principio para solo dos protagonistas, hay una pléyade de jugadores que figuran como espectadores, pero que pueden dar más de un susto. A los españoles de siempre, David Ferrer, Nicolás Almagro, e incluso Feliciano López, que se las ve de primeras contra Federer, hay que añadir la legión latinoamericana, especialistas en polvo de ladrillo, que siempre acechan.
En el cuadro femenino, el título de la italiana Francesca Schiavone está más abierto que nunca. La victoria de Maria Sharapova en Roma ha devuelto la esperanzas a la rusa, ex número uno del mundo, y las ausencias de las hermanas Venus y Serena Williams han abierto más aún el cuadro.
Sharapova se presenta en París con el tercer título de tierra de su palmarés, y el de primer nivel de su carrera en esta superficie. Pese a todo, no ha querido significarse como la gran favorita este año, delegando este honor en la belga Kim Clijsters, en un claro ejercicio de despejar presión cuanto antes.
Hace dos meses, Clijsters se lesionó un tobillo al tropezar durante la boda de una prima suya, pero se ha recuperado justo a tiempo, y se mediría con Sharapova en unos teóricos cuartos de final. De ahí que si la rusa quiere ganar el único torneo del Grand Slam que le falta debe vencer a la belga, finalista en París en 2001 y 2003.
La danesa Caroline Wozniacki, número uno del mundo, tiene la ocasión para demostrar su constancia, tras ganar esta temporada en Dubái, Indian Wells y Charleston, al igual que la bielorrusa Victoria Azarenka, triunfadora en Miami y Marbella, y la checa Petra Kvitova, en Brisbane, París y Madrid.
París
EFE