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Viernes, 13 de diciembre de 2024



NOTA DE TANO


¿Se conocían personalmente Luis Enrique y Keylor?

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 20 mayo, 2024


Los silencios de Navas: argumentos de protesta
Los silencios de Navas: argumentos de protesta


Conocido lo sucedido entre el técnico del PSG, Luis Enrique y Keylor Navas, cuando el entrenador español manifestó públicamente, desconocer que el portero costarricense se había despedido oficialmente del club y no le dio la oportunidad de jugar un último partido, ya con el equipo campeón, es sencillo deducir que Navas y su técnico, no se dirigían la palabra, salvo para cosas propias de los partidos de fútbol.

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Si hubiese existido un mínimo de amistad, aparte la relación entre técnico y jugador, amistad que lleva a conversaciones personales, compartir momentos, hablar de la familia, tomarse un cafecito, disfrutar de los viajes y concentraciones, era un hecho que Luis Enrique tenía que conocer la decisión de Navas.

Pero, los costarricenses sabemos cómo se comporta nuestro compatriota dentro y fuera de la cancha.

Sea el portero estelar, titular, indiscutible o el último de los suplentes, a la hora de los entrenamientos, no existe un profesional de los quilates y el profesionalismo de Keylor Navas. En las prácticas es el primero en llegar y el último en marcharse y deja sangre y sudor en los marcos, aún conociendo que no va a jugar ni medio minuto en el partido siguiente.

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Keylor siempre entrena al máximo, como si el partido que sigue fuese el más relevante de su trayectoria. Nunca se rindió por no ser titular, ni nunca limitó su preparación, frustrado por ser asiduo visitante de la reserva.

Eso sí, y no era sacada de clavo, sino una característica muy propia de su personalidad, podía pasar una temporada completa entrenando a muerte y con credencial de portero suplente, sin hablar media palabra con su técnico de turno, salvo, lo necesario en la preparación de los entrenamientos.

Y, sin estar presente medio segundo en el mítico Parque de Los Príncipes, estamos seguros de que la relación personal entre Luis Enrique y Keylor Navas, se limitó a lo meramente futbolístico y no trascendió lo personal.

Respetuoso como siempre de las decisiones del técnico de turno, profesional al ciento por ciento, esos prolongados e infinitos silencios de Keylor Navas con el estratega que menospreciaba su inmensa categoría como portero internacional y desechaba su trayectoria, eran finalmente las formas o maneras que utilizaba Navas para protestar las decisiones técnicas de entrenadores que no supieron valorar su jerarquía.

Keylor Navas hizo del silencio, su mayor protesta.

gpandolfo@larepublica.net







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