Rousseff dice que orden de países desarrollados es obsoleto
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 21 octubre, 2011
Rousseff dice que orden de países desarrollados es obsoleto
La concentración de poder en los órganos multilaterales que disfrutan actualmente los países desarrollados ha quedado "obsoleta" y responde a un orden internacional inexistente, subrayó ayer en Luanda la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
La presidenta brasileña hizo esas declaraciones en el marco de su visita a la antigua colonia portuguesa, invitada por su colega angoleño, José Eduardo dos Santos.
Según Rousseff, el orden internacional actual "no refleja la realidad, la fuerza emergente de los países en desarrollo. No refleja continentes enteros, como es el caso de América Latina o África".
La jefa de Estado señaló que "el escenario internacional atraviesa una fase de aceleradas transformaciones, donde los países emergentes como el nuestro están llamados cada vez más a ocupar los espacios que les corresponde".
"Brasil -insistió Rousseff- está trabajando para reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las instituciones financieras multilaterales a nivel internacional".
A ese respecto, Dos Santos no dudó, durante un almuerzo ofrecido a la presidenta, en apoyar la "justa y legítima" aspiración de Brasil de convertirse en un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El mandatario angoleño hizo hincapié en los méritos del gigante latinoamericano para ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad y destacó "la política brasileña de relaciones de buena vecindad con otros estados de América Latina y el estrechamiento de las relaciones con el continente africano".
También resaltó Dos Santos "la reciente disposición de Brasil para ayudar a superar la profunda crisis que atraviesan en algunos países europeos".
Además, agregó el jefe de Estado angoleño, la presencia de Brasil en el Consejo de Seguridad de la ONU "sería una garantía de mejora de la cooperación Sur-Sur", y daría "voz a otros países emergentes, entre los que también se tendría en cuenta a Angola, a la hora de tomar grandes decisiones de interés mundial".
En sintonía con las palabras de su anfitrión, Rousseff invitó a Angola a participar el próximo año en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Medio Ambiente (Río+20), que se celebrará en Río de Janeiro.
La Conferencia -explicó la mandataria- aunará "esfuerzos para definir un nuevo paradigma de desarrollo sostenible que equilibre los pilares económicos, sociales y ambientales a partir de experiencias exitosas, como las promovidas en nuestros países".
Ambos líderes abordaron también las relaciones comerciales bilaterales, que, según Rousseff, presentan una tendencia alcista, aunque pueden mejorar "mucho más".
Así, la jefa de Estado anunció una visita a Luanda en noviembre de una misión comercial de Brasil para ampliar las relaciones entre empresas de ambos países, especialmente en el campo energético.
Angola es uno de los principales socios comerciales de Brasil en el continente africano, con un flujo comercial que ascendió a $1.441 millones en 2010, según datos oficiales del país suramericano.
Además, las empresas brasileñas tienen negocios en el área de petróleo (Angola es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP), minería y construcción civil, principalmente, y Brasil impulsa una amplia agenda de cooperación.
Rousseff llegó a última hora del miércoles a Angola para una visita de un día, en la tercera y última parada de su primera gira africana.
Antes de su escala en Angola, la presidenta paró en Sudáfrica, donde asistió el martes la cumbre del IBSA, grupo integrado por India, Brasil y Sudáfrica, que abordó la crisis financiera global y las soluciones que propondrán esos países emergentes en la próxima cumbre del G20, que tendrá lugar en Cannes (Francia) en noviembre.
Un día después, la líder suramericana visitó Mozambique, país que ve como "un gran socio" y donde asistió a los actos de conmemoración del 25 aniversario de la muerte de Samora Machel, primer presidente mozambiqueño tras la independencia de Portugal en 1975.
Con esta gira, Dilma Rousseff, ha seguido los pasos de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien puso un notable empeño en estrechar relaciones con África.
Luanda
EFE
La concentración de poder en los órganos multilaterales que disfrutan actualmente los países desarrollados ha quedado "obsoleta" y responde a un orden internacional inexistente, subrayó ayer en Luanda la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
La presidenta brasileña hizo esas declaraciones en el marco de su visita a la antigua colonia portuguesa, invitada por su colega angoleño, José Eduardo dos Santos.
Según Rousseff, el orden internacional actual "no refleja la realidad, la fuerza emergente de los países en desarrollo. No refleja continentes enteros, como es el caso de América Latina o África".
La jefa de Estado señaló que "el escenario internacional atraviesa una fase de aceleradas transformaciones, donde los países emergentes como el nuestro están llamados cada vez más a ocupar los espacios que les corresponde".
"Brasil -insistió Rousseff- está trabajando para reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las instituciones financieras multilaterales a nivel internacional".
A ese respecto, Dos Santos no dudó, durante un almuerzo ofrecido a la presidenta, en apoyar la "justa y legítima" aspiración de Brasil de convertirse en un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El mandatario angoleño hizo hincapié en los méritos del gigante latinoamericano para ocupar un asiento permanente en el Consejo de Seguridad y destacó "la política brasileña de relaciones de buena vecindad con otros estados de América Latina y el estrechamiento de las relaciones con el continente africano".
También resaltó Dos Santos "la reciente disposición de Brasil para ayudar a superar la profunda crisis que atraviesan en algunos países europeos".
Además, agregó el jefe de Estado angoleño, la presencia de Brasil en el Consejo de Seguridad de la ONU "sería una garantía de mejora de la cooperación Sur-Sur", y daría "voz a otros países emergentes, entre los que también se tendría en cuenta a Angola, a la hora de tomar grandes decisiones de interés mundial".
En sintonía con las palabras de su anfitrión, Rousseff invitó a Angola a participar el próximo año en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Medio Ambiente (Río+20), que se celebrará en Río de Janeiro.
La Conferencia -explicó la mandataria- aunará "esfuerzos para definir un nuevo paradigma de desarrollo sostenible que equilibre los pilares económicos, sociales y ambientales a partir de experiencias exitosas, como las promovidas en nuestros países".
Ambos líderes abordaron también las relaciones comerciales bilaterales, que, según Rousseff, presentan una tendencia alcista, aunque pueden mejorar "mucho más".
Así, la jefa de Estado anunció una visita a Luanda en noviembre de una misión comercial de Brasil para ampliar las relaciones entre empresas de ambos países, especialmente en el campo energético.
Angola es uno de los principales socios comerciales de Brasil en el continente africano, con un flujo comercial que ascendió a $1.441 millones en 2010, según datos oficiales del país suramericano.
Además, las empresas brasileñas tienen negocios en el área de petróleo (Angola es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP), minería y construcción civil, principalmente, y Brasil impulsa una amplia agenda de cooperación.
Rousseff llegó a última hora del miércoles a Angola para una visita de un día, en la tercera y última parada de su primera gira africana.
Antes de su escala en Angola, la presidenta paró en Sudáfrica, donde asistió el martes la cumbre del IBSA, grupo integrado por India, Brasil y Sudáfrica, que abordó la crisis financiera global y las soluciones que propondrán esos países emergentes en la próxima cumbre del G20, que tendrá lugar en Cannes (Francia) en noviembre.
Un día después, la líder suramericana visitó Mozambique, país que ve como "un gran socio" y donde asistió a los actos de conmemoración del 25 aniversario de la muerte de Samora Machel, primer presidente mozambiqueño tras la independencia de Portugal en 1975.
Con esta gira, Dilma Rousseff, ha seguido los pasos de su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien puso un notable empeño en estrechar relaciones con África.
Luanda
EFE