Rodríguez y Reyes, fichajes positivos morados
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Miércoles 05 enero, 2022
Los futbolistas necesitan confianza, ritmo y se les hace muy difícil consolidarse jugando ratitos. Entran de cambio; un juego de titular y dos de suplente y directores técnicos que no se atreven a otorgarles una titularidad por cuatro o cinco partidos consecutivos.
El Deportivo Saprissa anunció los fichajes de los atacantes Francisco Rodríguez y Andy Reyes, dos de esos jugadores que por falta de continuidad les ha sido complicado consolidarse.
De pronto Rodríguez se puso de moda y fue el verdugo del joven portero manudo Adonis Pineda, anotándole dos goles gracias a yerros monumentales del portero erizo, pero gracias también a que Francisco es un atacante al que le gusta rematar, toda una ventaja en nuestro raquítico medio de artilleros.
En el Cartaginés, Reyes jugó bajo la sombra del catracho Róger Rojas, quien fue el nueve titular de los brumosos. Al goleador hondureño se le mojó la pólvora, perdió ocasiones de gol que en su paso por la Liga los anotaba con los ojos cerrados y esa irregularidad de Ro-Ro no solo le costó el no renovar con el cuadro de la Vieja Metrópoli, sino que fue el pasaporte para que Geiner Segura le diera más minutos a Andy, que quizá no fueron aprovechados por el joven atacante que se formó en Carmelita y ahora se viste de morado.
Resulta complicado consolidarse cuando usted se convierte en un futbolista que de pronto se pone de moda y dos semanas después lo meten en el congelador.
Repasen lo que le sucede al joven Carlos Mora en el Alajuelense. Tiene similares características y virtudes que Alonso Martínez y Jürgens Montenegro, pero no ha contado con los suficientes minutos para probarlo. Pocas veces titular, es un jugador de cambio.
Si el técnico de la Liga le da a Mora cinco partidos seguidos de titular, va a encontrar petróleo, pero hay futbolistas que no topan con las oportunidades de algunos de sus colegas.
Los fichajes de Francisco Rodríguez y Andy Reyes por el Saprissa, me parecen positivos y le darán dividendos al Monstruo en tanto Iñaki Alonso les otorgue rol protagónico y no los convierta en otro Josimar Pemberton, firmado solo para jugar ratitos.
Los técnicos están en la obligación de olfatear las virtudes de sus discípulos y si las observan y las comprueban, deben explotarlas dándole al jugador ritmo, confianza y acción y no mutilar esas cualidades, archivando al futbolista en la reserva.
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