Revive bipartidismo
Esteban Arrieta earrieta@larepublica.net | Martes 09 febrero, 2016
Resumen ejecutivo
El bipartidismo toma fuerza ante la campaña de 2018, ya que el PLN y el PUSC anteayer se convirtieron en los ganadores de las elecciones municipales.
Por su parte, el PAC, el Frente Amplio y el Movimiento Libertario perdieron poder significativamente.
El resurgimiento de dos grupos grandes tradicionales, ayudaría a tomar decisiones, tal como sucedió en el pasado, ya que es difícil poner de acuerdo una gran cantidad de agrupaciones.
El bipartidismo no es perfecto, ya que se podría arriesgar la transparencia en la función pública; sin embargo, aparecería de nuevo como una opción viable, tras una década de entrabamientos políticos.
Podría volver el bipartidismo para las elecciones de 2018, gracias a que este domingo Liberación Nacional y el Partido Unidad Social Cristiana se consolidaron como las dos principales fuerzas políticas, aprovechando las 62 alcaldías que ganaron en común.
Los verdiblancos pasaron de tener 59 alcaldías a 48; sin embargo, son por mucho la principal fuerza política —además, era de esperar que perdieran algunos cantones después de un lapso de seis años desde las elecciones anteriores.
Entretanto, Unidad fue el partido que logró el mayor crecimiento, pasando de nueve municipios a 14, de acuerdo con el último corte del Tribunal Supremo de Elecciones.
En cuanto a los demás partidos, los resultados fueron poco satisfactorios, sobre todo para el Movimiento Libertario, que no logró ni siquiera un municipio, así como para el Frente Amplio, que ganó solo Barva.
Acción Ciudadana por su parte no creció; sin embargo logró mantenerse.
El regreso del bipartidismo ayudaría al país a tomar decisiones, ya que es más fácil poner de acuerdo a un par de agrupaciones grandes, que tener que negociar con diez o más partidos a la vez.
Hasta cierto punto, esto era el caso durante la segunda mitad del siglo XX, cuando Liberación y Unidad se alternaron en el poder, de modo que se aprobaron, entre otros, la ley de la protección al trabajador en la administración Rodríguez Echeverría, y la apertura bancaria, así como las grandes reformas sociales, incluidas la ley del aguinaldo, la construcción de la Caja, y el acceso universal a escuelas y colegios.
El bipartidismo no necesariamente sería una panacea para el país; por cierto, la fragmentación política de los últimos años se debe al menos en parte a la percepción que surgió a principios de la década pasada, de que la familiaridad entre los grandes partidos tiende a impulsar la corrupción.
Sin embargo, la fragmentación podría haber cumplido su ciclo, ya que han pasado varios años durante los cuales la Asamblea Legislativa ha sido el escenario de un entrabamiento crónico en relación con varios temas importantes, desde los proyectos de infraestructura hasta la reforma del Estado.
En este momento, hay no menos de 11 tendencias políticas reflejadas en la Asamblea, conformada por nueve partidos y dos diputados independientes