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Retumban las réplicas por el terremoto que montó Serena Williams en final del U.S.Open

Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Viernes 14 septiembre, 2018


Serena Williams, totalmente desconcentrada, increpa al juez de silla Carlos Ramos y le grita “ladrón”.
Serena Williams, totalmente desconcentrada, increpa al juez de silla Carlos Ramos y le grita “ladrón”. ATP/La República


Una intrépida japonesa de 20 años frustró la que se suponía gran noche de Serena Williams, quien terminó desquiciada después de una actitud reprobable.

En su primera final de un Grand Slam, Naomi Osaka venció 6-2, 6-4, gracias a una actuación extraordinaria, conquistó el Abierto de Estados Unidos y se metió entre las diez mejores tenistas del planeta. Primer “Grande” para el tenis japonés.

Serena, quien montó un escándalo de proporciones bochornosas por discutir una acción reconocida después por su propio entrenador, deberá seguir esperando para alcanzar los 24 “Grandes” de la leyenda australiana, Margaret Court.

La colosal irrupción de Osaka en la elite, quedó enturbiada por quien fuera su referente en la infancia, quien perdió la cabeza tras recibir una amonestación, después de que Patrick Moratoglou, su técnico le diese instrucciones desde la grada.

Aplicando el reglamento, Carlos Ramos el juez árbitro del partido, la castigó con la pérdida de un punto.

Entonces, la menor de las Williams se descontroló, se presentó ante el juez y le recriminó: “no he hecho trampas en mi vida y tienes que pedirme perdón”.

En el segundo set y con el resultado en contra 5-3, Serena, al borde del abismo le gritó de nuevo al juez: “eres un mentiroso y un ladrón”, antes de llamar al réferi del torneo, frente a quien la Williams esgrimió un discurso victimista de género, apelando a que existía más permisividad con los hombres.

“Hay muchos tenistas varones que hacen cosas peores y no les sancionan así”, entonces, entre lágrimas y fuera de sí, veía cómo se le escapaba la final.

Horas después y ya más en frío, Serena explicó su comportamiento.

“Me quitó un punto después de que alegó que estaba haciendo trampa, y yo no estaba haciendo trampa. Tuve una buena conversación con él y le expliqué que me conoce y no soy el tipo de persona que hace trampa, porque antes prefiero perder”, explicó Serena.

“Luego, cuando me senté, hasta admití que pudo parecer que recibí señales de mi coach, pero no lo vi. No puedo sentarme aquí y decir que no diría que es un ladrón, porque pensé que me había quitado un punto. Nunca le quitó un juego a un hombre, a pesar de que los tenistas se pasan todo el tiempo protestando y diciendo malas palabras, sin que al final reciban castigo”.

Y agregó: “Estoy aquí luchando por los derechos de las mujeres, por la igualdad y por todo tipo de cosas.

Quitarme un juego por ser mujer cuando le dije ‘ladrón’ es algo sexista. Nunca le quitó un juego a un hombre porque le dijera ladrón”.

Y, concluyó: “siento que el haber pasado por esta experiencia es solo un ejemplo para la siguiente deportista que tenga emociones, quiera expresarse y desee ser una mujer fuerte. Se les permitirá hacerlo por esto que sucedió hoy. Tal vez no funcionó para mí, pero va a funcionar para la siguiente atleta”.

También, Carlos Ramos expuso su criterio.

“Me encuentro bien dadas las circunstancias. Es una situación triste, pero el arbitraje a la carta no existe”.

El juez de silla de 47 años, quien es portugués y suma una larga trayectoria, dijo a la prensa que evitó salir a la calle el domingo por la noche en Nueva York, para evitar “situaciones complicadas”.

Ramos es uno de los árbitros más respetados del circuito, e incluso, ya se encuentra en Zadar para dirigir una semifinal de Copa Davis, entre Croacia y Estados Unidos.

La Federación Internacional de Tenis le impuso a Serena Williams una alta multa de $17 mil por su reprochable comportamiento.








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