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Reserva biológica en Cerro de la Muerte invita a senderistas a ver quetzales

Walter Herrera wherrera@larepublica.net | Miércoles 16 enero, 2019


Un guía especializado podrá darle mayor información sobre las plantas y aves de la región. Cortesía Iyok Ami/La República
Un guía especializado podrá darle mayor información sobre las plantas y aves de la región. Cortesía Iyok Ami/La República


El verano está en su apogeo y no hay mejor momento para visitar la finca agroturística Iyok Ami, ubicada en el Cerro Buenavista o comúnmente conocido como Cerro de la Muerte para practicar senderismo y observar al místico quetzal.

Ubicado en el kilómetro 71 de la Interamericana Sur, esta reserva en el bosque nuboso de páramo cuenta con las cualidades ideales que la mística ave requiere para su cortejo, apareamiento y anidamiento.

quetzal

Además, el terreno y los senderos están divididos según la dificultad, en principiante, intermedio y avanzado.

“Las categorías van según las distancias, la calidad y estructura básica de los senderos, la estabilidad de los escalones y la altura, hay otros más orgánicos donde se camina por ríos y caminos más vírgenes que son más difíciles”, señaló Bedrich Sruta, encargado de Iyok Ami, que significa “Madre Tierra” en idioma bribri.

Este proyecto se consagró gracias al aporte y trabajo durante años de Mauren Vargas, madre de Bedrich.

La ruta para principiantes tiene una distancia de cuatro kilómetros mientras que el intermedio es de ocho y el avanzado de 13.

Próximamente esperan que el avistamiento de quetzales aumente debido a los ciclos de este pájaro en la región.

“Normalmente cuando van a anidar vienen a las partes altas, especialmente porque aquí encuentran su alimentación y se alejan de los depredadores como el tucancillo u otras aves rapaces”, dijo Sruta.

Además, debido a lo nuboso de la región se sienten protegidos y camuflados.

El ciclo va de febrero a abril, cuando se da el apogeo de cortejo, apareamiento y anidamiento.

A finales de abril y mayo la hembra pone los huevos y en alrededor de 22 días las crías rompen el cascarón para emigrar con sus madres.

De junio en adelante resulta más difícil observarlos al movilizarse a zonas de menor altitud.

El Cerro de la Muerte también tiene una importante cantidad de árboles nativos de aguacatillo, cuyo fruto es la principal fuente de alimento de estos animales y que los atrae a la zona.

Este proyecto se fundó hace 30 años gracias al apoyo de estudiantes universitarios de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, que de manera voluntaria mejoraron los senderos para descubrir de mejor manera las bellezas del cerro.

Además de las caminatas, Iyok Ami cuenta con hospedaje, así como comedor y área de lectura.

“Gracias al quetzal se desarrollaron muchos eventos turísticos en la zona y genera una economía estable para la gente de aquí, también evitó que siguieran sacando madera y en su lugar se siembran más aguacatillos y robles para atraer más especies”, agregó el encargado de la reserva.

El costo por ingresar a la finca es de ¢3 mil por persona sin guía y el monto mínimo a pagar por grupo es de ¢20 mil, aunque dependiendo del tamaño del grupo el precio puede variar.


Más detalles

Horario

6 a.m. a 6 p.m.

Contacto

8408-0045

8585-2405

Altitud

2.800 metros sobre el nivel del mar.

¿Cómo llegar?

Waze: Iyok Ami

Kilómetro 71 Interamericana Sur








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