¿Referendos para avanzar?
| Miércoles 09 enero, 2013
Quizás algunos asuntos, de fácil comprensión para la población, podrían ser consultados por medio de referendo. Esto permitiría avanzar en algunos aspectos ya sea que se aprueben o no los temas consultados
¿Referendos para avanzar?
¿Sería válido resolver en el país ciertos temas urgentes por medio de una consulta popular o referendo? Pensamos que en algunos casos probablemente sí.
Son múltiples los problemas a vencer en ciertas ocasiones para que el Poder Ejecutivo pueda resolver sobre asuntos que le urgen al país.
Todos sabemos de lo difícil y lento que resulta que se debata y resuelva algún nuevo proyecto de ley o modificación a las existentes. Aparte del hecho de que las diferentes bancadas puedan diferir en sus opiniones sobre un tema, lo cual es comprensible en el libre ejercicio de la democracia, otros factores suelen sumarse para tornar lento y hasta inalcanzable el proceso.
Vemos con demasiada frecuencia como los legisladores no son capaces de redactar un proyecto sin que este choque contra nuestra Constitución, razón por la cual los propios congresistas deciden enviarlo a la Sala Constitucional o Sala IV, como la conocemos, y ahí es donde debe ser revisado y, en múltiples ocasiones, devuelto a la Asamblea para que se corrijan los problemas de inconstitucionalidad presentes.
Dicho sea de paso, si los diputados en general fueran capaces de redactar, con el apoyo de sus asistentes y del Departamento Técnico de la Asamblea, las leyes de modo claro, correcto y sin roces de inconstitucionalidad, la Sala IV tendría mucho menos trabajo y es probable que podría entonces resolver con mayor rapidez lo que le corresponde.
No obstante, como esa no es nuestra realidad por el momento y el país necesita avanzar, pensamos que quizás existiría la posibilidad de aprobar algunas cosas que se requieren con urgencia por medio de referendos.
Estos pueden tener, claro está, dos problemas esenciales: 1- que no toda la población esté lo suficientemente bien informada como para formar criterio y aprobar o desaprobar algo en un referendo, en especial si el tema es de carácter técnico, complejo y difícil (hasta pueden surgir campañas desinformativas). 2- El costo económico que estas consultas generan.
A pesar de esto, quizás algunos asuntos, de fácil comprensión para la población, sí podrían ser aquilatados por medio de referendo. Esto permitiría avanzar en algunos aspectos ya sea que se aprueben o no los temas consultados. Costa Rica cuenta con una ley al respecto para que puedan llevarse a cabo este tipo de consultas populares.