Recorte de Rousseff desacelera aumento de bonos
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 25 febrero, 2011
Recorte de Rousseff desacelera aumento de bonos
Los bonos brasileños vinculados a los precios al consumidor tienen el peor desempeño en cinco meses a medida que la desaceleración de los aumentos del precio de los alimentos y las ventas minoristas indican que la inflación puede declinar en relación con el punto más alto en 26 meses.
El aumento del 0,2% de los valores en el transcurso del último mes representa el menor incremento desde septiembre, cuando los bonos treparon 0,1%, según la asociación de mercados de capital de Brasil, que se conoce como Anbima. La deuda mexicana vinculada a la inflación aumentó 1,2% en el mismo período, según Bank of America Merrill Lynch.
Quienes invierten en bonos disminuyen las apuestas a que la inflación se acelerará en momentos en que la presidenta Dilma Rousseff asegura que reducirá 50 mil millones de reales ($30 mil millones) del presupuesto este año y se desacelera la expansión de la mayor economía de América Latina. En diciembre las ventas minoristas fueron menores que las estimaciones de los analistas y la producción industrial se contrajo de forma inesperada el mismo mes, según informes del gobierno. Los costos de los alimentos y bebidas tuvieron su menor aumento desde septiembre durante el mes que finalizó a mediados de febrero.
“Ha habido algunos buenos indicios a corto plazo en relación con la inflación”, dijo Felipe Tamega, un economista de Modal Asset Management, que tiene sede en Río de Janeiro y administra 3 mil millones de reales ($1.800 millones). “Los argumentos para aumentar los pronósticos de inflación han perdido peso”.
La brecha de rendimiento entre la deuda vinculada a la inflación con vencimiento en 2012 y los bonos de tasa fija de similar vencimiento se redujo el último mes 36 puntos básicos, o 0,36 puntos porcentuales, a 652. La diferencia, que mide las expectativas de los inversores respecto de la inflación anual, creció a 702 el 31 de enero, el nivel más alto desde noviembre de 2008, según datos que recopiló Bloomberg.
Los precios al consumidor crecieron 6,08% respecto del año anterior. El gobierno apunta a una inflación anual de 4,5%.
La historia de hiperinflación de Brasil aumenta la preocupación de los inversores, dijo Valentina Chen, que contribuye a la administración de $2.500 millones en deuda de mercados emergentes, lo que comprende bonos brasileños vinculados a la inflación, en Aviva Investors en Londres. La inflación alcanzó un máximo de 6.821% en abril de 1990.
“Por motivos históricos, a la gente siempre le preocupa la inflación brasileña”, dijo Chen en entrevista telefónica. “El mercado ha incorporado eso en exceso a los precios. En todo caso, el mercado se ha encarecido demasiado”.
Los bonos brasileños vinculados a los precios al consumidor tienen el peor desempeño en cinco meses a medida que la desaceleración de los aumentos del precio de los alimentos y las ventas minoristas indican que la inflación puede declinar en relación con el punto más alto en 26 meses.
El aumento del 0,2% de los valores en el transcurso del último mes representa el menor incremento desde septiembre, cuando los bonos treparon 0,1%, según la asociación de mercados de capital de Brasil, que se conoce como Anbima. La deuda mexicana vinculada a la inflación aumentó 1,2% en el mismo período, según Bank of America Merrill Lynch.
Quienes invierten en bonos disminuyen las apuestas a que la inflación se acelerará en momentos en que la presidenta Dilma Rousseff asegura que reducirá 50 mil millones de reales ($30 mil millones) del presupuesto este año y se desacelera la expansión de la mayor economía de América Latina. En diciembre las ventas minoristas fueron menores que las estimaciones de los analistas y la producción industrial se contrajo de forma inesperada el mismo mes, según informes del gobierno. Los costos de los alimentos y bebidas tuvieron su menor aumento desde septiembre durante el mes que finalizó a mediados de febrero.
“Ha habido algunos buenos indicios a corto plazo en relación con la inflación”, dijo Felipe Tamega, un economista de Modal Asset Management, que tiene sede en Río de Janeiro y administra 3 mil millones de reales ($1.800 millones). “Los argumentos para aumentar los pronósticos de inflación han perdido peso”.
La brecha de rendimiento entre la deuda vinculada a la inflación con vencimiento en 2012 y los bonos de tasa fija de similar vencimiento se redujo el último mes 36 puntos básicos, o 0,36 puntos porcentuales, a 652. La diferencia, que mide las expectativas de los inversores respecto de la inflación anual, creció a 702 el 31 de enero, el nivel más alto desde noviembre de 2008, según datos que recopiló Bloomberg.
Los precios al consumidor crecieron 6,08% respecto del año anterior. El gobierno apunta a una inflación anual de 4,5%.
La historia de hiperinflación de Brasil aumenta la preocupación de los inversores, dijo Valentina Chen, que contribuye a la administración de $2.500 millones en deuda de mercados emergentes, lo que comprende bonos brasileños vinculados a la inflación, en Aviva Investors en Londres. La inflación alcanzó un máximo de 6.821% en abril de 1990.
“Por motivos históricos, a la gente siempre le preocupa la inflación brasileña”, dijo Chen en entrevista telefónica. “El mercado ha incorporado eso en exceso a los precios. En todo caso, el mercado se ha encarecido demasiado”.