RCEP, el nuevo megabloque
Natalia Díaz natdiaquin@gmail.com | Viernes 04 diciembre, 2020

Mientras en América Latina – excepciones hechas – nos desgastamos con frenesí en encontrar la situación de un añejo dilema ideológico de izquierdas y derechas, de manera peyorativa, “neoliberales y neosocialistas”, en “un puente a ninguna parte”, nos llega una noticia que nos cuestiona con fuerza.
Resulta que el 16 de noviembre, 15 naciones de países de Asia-Pacífico, otrora adversarios entre sí y protagonistas de guerras internas, suscribieron la creación de un megabloque, llamado la “Asociación Económica Integral Regional (RCEP)”, proveniente de sus letras de inicio en idioma inglés: Regional Comprehensive Economic Partnership.
Cinco países líderes de esa región: China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, junto con los 10 países de la denominada “ASEAN” conformada por Birmania (Myanmar), Brunéi, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam, lograron suscribir ese acuerdo multinacional.
Los países signatarios del tratado, en cifras aproximadas, constituyen cerca de un tercio de la población mundial, y la suma de sus productos internos brutos (PIBs) rondan entre porcentajes equivalentes de un 28% a un 30% de la economía mundial. Agreguemos que, a diferencia de otros acuerdos allí aprobados, priorizan la transferencia de tecnología en busca de garantizar un mayor desarrollo regional.
Evidentemente les permitirá reactivar sus economías con posterioridad, afrontar lo que se llamado “la nueva normalidad”, de una forma regional conjunta, a diferencia de lo que sucede en nuestro continente, cada día más disgregado de forma inconveniente, artificiosa y en confrontaciones estériles.
Sobrarán voces que busquen defectos al Tratado, que innegablemente como todo quehacer humano es y seguirá siendo imperfecto, así se le introduzcan decenas de ajustes y reformas. Lo más rescatable es la voluntad de unirse, asociarse en busca de un destino común para beneficiar a las personas que es lo único real, a lo cual deben orientarse esos esfuerzos, conceptualizarlos y dirigirlos. Los países y las economías deben estar siempre en función de ellos, ya que países y economías, no constituyen fines en sí mismo.
Nos referíamos a la voluntad de unión por encima de diferencias políticas. Estimamos que la cercanía de una época propicia de reflexión, mueva nuestros corazones hacia la convicción profunda que actuando de forma aislada, no es posible aspirar al interés superior.
Aprendamos esta lección que nos han dado.
NOTAS ANTERIORES

Precios de transferencia: otros aspectos clave
Martes 29 abril, 2025
En nuestra entrega anterior explicamos que los precios de transferencia están regulados por ley y tienen un largo historial en Costa Rica.

La inseguridad atenta contra nuestra paz, contra nuestra felicidad, contra nuestro progreso
Lunes 28 abril, 2025
En esta columna Disyuntivas en La República publiqué la semana pasada mi comentario “Nuestra felicidad depende de la libertad y del apoyo social...

Se requiere introducir energía de bajo costo y de alta seguridad de suministro para poder realizar la transición energética
Lunes 28 abril, 2025
La transición actual hacia un nuevo y muy diferente sistema energético con fuentes de energía más sostenibles y bajas o nulas emisiones de carbono se da...

Los aranceles de Trump son perjudiciales
Lunes 28 abril, 2025
Wall Street: los mercados bursátiles reaccionaron negativamente sin pensarlo dos veces cada vez que Trump ha subido aranceles o ha actuado irasciblemente, como