¡Rápido en los rápidos!
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 01 julio, 2010
¡Rápido en los rápidos!
Río Pacuare. “¡Izquierda atrás! ¡Derecha adelante! ¡Alto!” Los comandos del guía de la balsa se obedecen al instante, pues de lo contrario los remeros pueden terminar a merced del agua, en medio de un rápido. Pensar a alta velocidad y reaccionar con máxima concentración es vital para superar retos y competencias.
Al inicio de la travesía, se cometen errores por distracciones y falta de experiencia del equipo. La dependencia hacia el guía es casi total, la tensión aumenta conforme el río presenta desafíos mayores, y nadie desea que el compañero se equivoque porque afectará la capacidad grupal para vencer las adversidades. Todo lo que suceda en las primeras horas se convertirá en fuente de aprendizaje.
Si los remeros no aplican de inmediato las lecciones aprendidas, las situaciones difíciles que hayan experimentado les acompañaran en sus mentes y navegarán con inseguridad. Además, si las fallas son recurrentes y no se analizan para rectificarlas, surgirá el temor a enfrentar rápidos con alto nivel de dificultad. ¿Quién puede desempeñarse bien si acumula angustias del pasado y ansiedades por su futuro?
En cambio, la reacción constructiva ante los errores permite que las ingratas experiencias pasadas “se bajen de la balsa” y esta sea más liviana. El guía debe aportar su sabiduría y serenidad para que esto sea posible, pero los remeros tendrán que abandonar recriminaciones mutuas y volver al presente, al nuevo rápido. No se trata de que olviden lo vivido, sino de aprender de él y dejarlo atrás.
Cuando el equipo sabe que las condiciones del río serán después más difíciles, sus miembros visualizan qué necesitarán hacer para superarlas, se prepararán y unirán más, se brindarán consejos y comenzarán a sentirse capaces de enfrentar lo que venga, lo cual reduce la ansiedad por lo desconocido e incrementa el disfrute de la travesía.
Lo anterior lleva al equipo a remar ya, en el presente, con la misma fuerza que tendrán que hacerlo cuando el peligro aumente: “¡Estamos listos, qué venga el reto, lo venceremos!”
Los “rápidos” en todo equipo se superan cuando se reacciona rápido, soltando el pasado, aplicando lecciones, aumentando la preparación para el futuro; pero, especialmente, concentrando la energía en lo que ocurre en el instante presente; solo así los balseros levantarán, al final, los remos para celebrar que fueron capaces de ser “rápidos en los rápidos.”
German Retana
german.retana@incae.edu
Río Pacuare. “¡Izquierda atrás! ¡Derecha adelante! ¡Alto!” Los comandos del guía de la balsa se obedecen al instante, pues de lo contrario los remeros pueden terminar a merced del agua, en medio de un rápido. Pensar a alta velocidad y reaccionar con máxima concentración es vital para superar retos y competencias.
Al inicio de la travesía, se cometen errores por distracciones y falta de experiencia del equipo. La dependencia hacia el guía es casi total, la tensión aumenta conforme el río presenta desafíos mayores, y nadie desea que el compañero se equivoque porque afectará la capacidad grupal para vencer las adversidades. Todo lo que suceda en las primeras horas se convertirá en fuente de aprendizaje.
Si los remeros no aplican de inmediato las lecciones aprendidas, las situaciones difíciles que hayan experimentado les acompañaran en sus mentes y navegarán con inseguridad. Además, si las fallas son recurrentes y no se analizan para rectificarlas, surgirá el temor a enfrentar rápidos con alto nivel de dificultad. ¿Quién puede desempeñarse bien si acumula angustias del pasado y ansiedades por su futuro?
En cambio, la reacción constructiva ante los errores permite que las ingratas experiencias pasadas “se bajen de la balsa” y esta sea más liviana. El guía debe aportar su sabiduría y serenidad para que esto sea posible, pero los remeros tendrán que abandonar recriminaciones mutuas y volver al presente, al nuevo rápido. No se trata de que olviden lo vivido, sino de aprender de él y dejarlo atrás.
Cuando el equipo sabe que las condiciones del río serán después más difíciles, sus miembros visualizan qué necesitarán hacer para superarlas, se prepararán y unirán más, se brindarán consejos y comenzarán a sentirse capaces de enfrentar lo que venga, lo cual reduce la ansiedad por lo desconocido e incrementa el disfrute de la travesía.
Lo anterior lleva al equipo a remar ya, en el presente, con la misma fuerza que tendrán que hacerlo cuando el peligro aumente: “¡Estamos listos, qué venga el reto, lo venceremos!”
Los “rápidos” en todo equipo se superan cuando se reacciona rápido, soltando el pasado, aplicando lecciones, aumentando la preparación para el futuro; pero, especialmente, concentrando la energía en lo que ocurre en el instante presente; solo así los balseros levantarán, al final, los remos para celebrar que fueron capaces de ser “rápidos en los rápidos.”
German Retana
german.retana@incae.edu