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¿Quién puede ser millonario?

| Martes 14 abril, 2009




¿Quién puede ser millonario?

Jamal Malik no olvida su pasado, ni siquiera sus más dolorosas experiencias, y encuentra en ellas las respuestas para ganar el concurso “¿Quién quiere ser millonario?”. Con el minucioso registro de sus vivencias, procesadas con audacia y serenidad, escala, paso a paso, la pirámide de recompensas a sus acertadas decisiones.
La película “Slumdog Millionaire”, ganadora de ocho premios Oscar, trata sobre la lucha de Jamal, un joven de Mumbai (India) por encontrar a Latika, la mujer que ama desde temprana edad y de la cual fue separado al escapar de explotadores de niños. El no participa en la competencia para ganar dinero; su meta es que ella lo observe en la televisión y que eso facilite el reencuentro de ambos. Esto remarca que lo invisible determina la fortaleza con la que se persiguen logros visibles; cuanto más profundas son las razones para aspirar a algo más persistentes seremos.
Ante cada pregunta, Jamal busca una respuesta en su pasado, haciendo relaciones creativas entre su ayer y los desafíos presentes. Lejos de renegar de su pobreza, de rendirse ante las adversidades, y de huir artificialmente de su realidad, él mira dentro de sí mismo, reflexiona con profundidad, y recuerda detalles con entereza para encontrar las respuestas correctas.
Ni siquiera su hermano mayor, Salim, que escogió un camino errado para su vida, fue capaz de desviar a Jamal de su regla de oro: decir la verdad.
El autor del libro “Mentes Líderes”, Howard Gardner, argumenta que líderes como Gandhi, Martin Luther King Jr., Margaret Thatcher, Mandela y muchos otros, tuvieron una infancia difícil, una historia que les marcó, pero que supieron procesar y encarnar. Juan XXIII, por ejemplo, rememorando su infancia, escribió: “Nunca había pan en la mesa; sin embargo, cuando un mendigo aparecía en la puerta de nuestra cocina, mientras los niños —veinte— aguardaban con impaciencia el bol de sopa ligera, siempre había campo para él, y mi madre se apresuraba a sentar al extraño con nosotros”.
Winston Churchill, coincidente con Gardner, afirma: “Los hombres famosos son habitualmente el resultado de una niñez desdichada. La severa comprensión de las circunstancias, la punzada de la adversidad, el acicate de desaires y pullas en los primeros años, son necesarios para provocar esa inexorable fijeza de propósito y tenaz sentido común, sin los cuales rara vez se han llevado a cabo grandes obras”.
El premio de Jamal no fueron los 20 millones de rupias, sino haberse unido a Latika; él encontró las respuestas en la universidad de su vida, no perseguía la alegría del dinero sino ser millonario en felicidad. El fue ganador porque desde niño jamás se rindió y nos demostró que todos tenemos una historia de cuyo aprendizaje depende el éxito de nuestro futuro.

German Retana
German.retana@incae.edu






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