Protestas ahogan a Argentina
| Martes 17 junio, 2008
Protestas ahogan a Argentina
Buenos Aires
EFE
Argentina afrontó ayer una nueva jornada de protestas y bloqueos de rutas, al recrudecerse el conflicto de más de tres meses entre el sector agropecuario y el Gobierno por el aumento de los impuestos a las exportaciones de granos.
Si bien las organizaciones rurales desaconsejaron el bloqueo de carreteras, productores agropecuarios mantenían ayer cortes parciales en una treintena de puntos del país, donde impedían el paso de camiones con cereales para la exportación.
En decenas de otras regiones los productores se encuentran a la vera de las rutas, como parte de la cuarta huelga comercial decretada el sábado por las agrupaciones.
La nueva huelga fue decidida después de que la Gendarmería detuviera a 19 dirigentes rurales, tras intentar desalojar por la fuerza un piquete en una carretera de la ciudad de Gualeguaychú, epicentro de la protesta más radical.
Los prolongados bloqueos de caminos durante el conflicto han llevado a una situación crítica a vastas regiones de Argentina, donde se agudiza minuto a minuto la falta de combustibles, la escasez de alimentos básicos, los problemas en la provisión de medicamentos y la caída en el turismo.
Ningún funcionario de la primera línea del Gobierno salió a hablar ayer, día festivo en Argentina, pero en las últimas horas del domingo se difundió una carta en la que el vicepresidente del país, Julio Cobos, pidió “retomar el diálogo” y dar “participación al Parlamento”.
“Debemos dejar atrás los agravios, la intolerancia y la búsqueda de culpables para encontrar una solución”, aseguró Cobos, de extracción radical, pero aliado a la presidenta Cristina Fernández, en el marco de la “concertación” impulsada por su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, durante su mandato (2003-2007).
“Es momento de recuperar el diálogo y en el Congreso podremos encontrar aquellas ideas, proyectos, legislación y programas que permitan aportar al Ejecutivo en el diseño de una política agropecuaria integrada a una modelo económico de crecimiento sostenido y de distribución de ingresos”, consideró.
Buenos Aires
EFE
Argentina afrontó ayer una nueva jornada de protestas y bloqueos de rutas, al recrudecerse el conflicto de más de tres meses entre el sector agropecuario y el Gobierno por el aumento de los impuestos a las exportaciones de granos.
Si bien las organizaciones rurales desaconsejaron el bloqueo de carreteras, productores agropecuarios mantenían ayer cortes parciales en una treintena de puntos del país, donde impedían el paso de camiones con cereales para la exportación.
En decenas de otras regiones los productores se encuentran a la vera de las rutas, como parte de la cuarta huelga comercial decretada el sábado por las agrupaciones.
La nueva huelga fue decidida después de que la Gendarmería detuviera a 19 dirigentes rurales, tras intentar desalojar por la fuerza un piquete en una carretera de la ciudad de Gualeguaychú, epicentro de la protesta más radical.
Los prolongados bloqueos de caminos durante el conflicto han llevado a una situación crítica a vastas regiones de Argentina, donde se agudiza minuto a minuto la falta de combustibles, la escasez de alimentos básicos, los problemas en la provisión de medicamentos y la caída en el turismo.
Ningún funcionario de la primera línea del Gobierno salió a hablar ayer, día festivo en Argentina, pero en las últimas horas del domingo se difundió una carta en la que el vicepresidente del país, Julio Cobos, pidió “retomar el diálogo” y dar “participación al Parlamento”.
“Debemos dejar atrás los agravios, la intolerancia y la búsqueda de culpables para encontrar una solución”, aseguró Cobos, de extracción radical, pero aliado a la presidenta Cristina Fernández, en el marco de la “concertación” impulsada por su esposo y antecesor, Néstor Kirchner, durante su mandato (2003-2007).
“Es momento de recuperar el diálogo y en el Congreso podremos encontrar aquellas ideas, proyectos, legislación y programas que permitan aportar al Ejecutivo en el diseño de una política agropecuaria integrada a una modelo económico de crecimiento sostenido y de distribución de ingresos”, consideró.