Propuestas del G-20 limitarían beneficios
| Martes 18 noviembre, 2008
Propuestas del G-20 limitarían beneficios
Washington -- Los líderes de los países desarrollados y emergentes más grandes del mundo pusieron a los bancos y a los inversores sobre aviso de que necesitarán mantener mayores reservas de capital y revelar más información sobre sus participaciones, lo que indica que el sector podría salir de la crisis actual con menos potencial para obtener beneficios.
El presidente George W. Bush y sus homólogos del Grupo de los 20 atribuyeron la inminente recesión mundial a los inversores imprudentes que “buscaron mayores rendimientos sin evaluar adecuadamente los riesgos”. Los supervisores que no prestaron atención a los peligros en los mercados también son responsables, dijo el grupo en su declaración tras reunirse el 15 de noviembre en Washington.
Los líderes buscan corregir esas fallas con nuevas exigencias, especialmente mejores estándares de capital y un manejo de riesgo más estricto en los bancos, fondos de cobertura y calificadoras.
“Buscan erigir una nueva arquitectura financiera mundial mediante una regulación mejorada”, dijo Peter Hahn, investigador del Cass Business School de Londres y ex director general de Citigroup Inc. “Inevitablemente, una mayor regulación volverá a los servicios financieros menos rentables y limitará el riesgo excesivo”.
Provisiones y pérdidas por un total de $964.600 millones en las instituciones financieras de todo el mundo han desencadenado un encarecimiento del crédito, lo que ha limitado el acceso al capital de consumidores y empresas.
Algunos de los principales cambios que busca el G-20 son maneras de aumentar la supervisión internacional de las empresas financieras cuyas operaciones, y problemas, rebasan las fronteras nacionales.
Los bancos que manejen crédito estructurado de mayor riesgo -- como las obligaciones con garantía de un fondo de deuda (CDO) -- y que titulicen préstamos necesitarán aumentar su capital. Esto podría limitar la cantidad que pueden ganar vendiendo dichos productos.
“Quieren aplicar un sistema bancario más pequeño y prudente”, dijo Charles Goodhart, ex estratega del Banco de Inglaterra. “Si se requiere a los bancos retener más capital, claramente el rendimiento sobre él disminuirá”.
Aunque los líderes prometieron “evitar una regulación excesiva”, Mark Cliffe, economista jefe de ING Groep NV en Londres, advierte que los “esfuerzos para fortalecer al sistema podrían dificultar la recuperación a corto plazo” si la perspectiva de un endurecimiento de las reglas obliga a los prestamistas ya recelosos a refrenarse todavía más.
El G-20 también indicó una apertura a las reglas de capital dinámico, que obligarían a los prestamistas a acumular efectivo excedente durante periodos de elevada rentabilidad como un cojín extra para cuando las pérdidas aumenten. Los ministros de Finanzas deberán hacer recomendaciones para “mitigar la tendencia cíclica en la política reguladora”.
Conforme los bancos comerciales y de inversión lanzaban nuevos productos, como los préstamos hipotecarios “subprime” o de alto riesgo y los instrumentos respaldados por activos, sus niveles de capital disminuyeron en comparación con los promedios históricos.
Un informe del Banco de Inglaterra el mes pasado mostró que los niveles de capital en los bancos comerciales de Estados Unidos han caído a menos del 10% de los activos desde más del 50% a mediados del siglo XIX.
“Parece haber una tendencia inherente a los sistemas financieros a provocar periodos de auge, acumulando desequilibrios, que derivan en periodos de crisis”, dijo el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, el 13 de noviembre. “Necesitamos introducir un marco regulador para atenuar este fenómeno”.
El marco incluiría requisitos para las instituciones e inversores grandes, como los fondos de cobertura, para que proporcionen “información completa y precisa” sobre su situación financiera, dijeron los líderes, sin especificar cómo se haría.
El G-20 también instó a una “respuesta de política más amplia” al menguante crecimiento citando el potencial, mas no la promesa, de más recortes en los tipos de interés y estímulos fiscales. Los líderes se comprometieron a no erigir barreras proteccionistas por 12 meses y a idear para fin de año una manera de concluir la ronda de Doha sobre conversaciones de comercio.
Como medida adicional para calmar la volatilidad, el G-20 apoyó las cámaras de compensación para derivados financieros a fin de que respalden operaciones y absorban pérdidas en caso de que una empresa de intermediación caiga. Esto podría desacelerar el crecimiento del mercado. El 14 de noviembre las autoridades reguladoras de Estados Unidos acordaron reglas para permitir la apertura a fin de año de la primera cámara de compensación del mercado de permutas sobre riesgo crediticio, que mueve $33 billones.
Para proteger mejor a los inversores, los “swaps” y otros derivados deben ser negociados en mercados o plataformas de operación electrónica, dijeron los líderes, y se debe revelar más información sobre los derivados negociados en los mercados secundarios.
En la cumbre no se resolvió cuánto poder tendrán las autoridades reguladoras. Líderes europeos como el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel pidieron cierto control estatal sobre las prácticas de préstamos e inversiones transfronterizos.
Bush, a quien sólo le quedan dos meses en el cargo, se opuso a cualquier medida que cree una autoridad global para los mercados financieros. El G-20 acordó que las nuevas reglas estarán guiadas por los principios de libre mercado.
Los miembros del G-20 son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. Los Países Bajos y España también estuvieron representados.
Washington -- Los líderes de los países desarrollados y emergentes más grandes del mundo pusieron a los bancos y a los inversores sobre aviso de que necesitarán mantener mayores reservas de capital y revelar más información sobre sus participaciones, lo que indica que el sector podría salir de la crisis actual con menos potencial para obtener beneficios.
El presidente George W. Bush y sus homólogos del Grupo de los 20 atribuyeron la inminente recesión mundial a los inversores imprudentes que “buscaron mayores rendimientos sin evaluar adecuadamente los riesgos”. Los supervisores que no prestaron atención a los peligros en los mercados también son responsables, dijo el grupo en su declaración tras reunirse el 15 de noviembre en Washington.
Los líderes buscan corregir esas fallas con nuevas exigencias, especialmente mejores estándares de capital y un manejo de riesgo más estricto en los bancos, fondos de cobertura y calificadoras.
“Buscan erigir una nueva arquitectura financiera mundial mediante una regulación mejorada”, dijo Peter Hahn, investigador del Cass Business School de Londres y ex director general de Citigroup Inc. “Inevitablemente, una mayor regulación volverá a los servicios financieros menos rentables y limitará el riesgo excesivo”.
Provisiones y pérdidas por un total de $964.600 millones en las instituciones financieras de todo el mundo han desencadenado un encarecimiento del crédito, lo que ha limitado el acceso al capital de consumidores y empresas.
Algunos de los principales cambios que busca el G-20 son maneras de aumentar la supervisión internacional de las empresas financieras cuyas operaciones, y problemas, rebasan las fronteras nacionales.
Los bancos que manejen crédito estructurado de mayor riesgo -- como las obligaciones con garantía de un fondo de deuda (CDO) -- y que titulicen préstamos necesitarán aumentar su capital. Esto podría limitar la cantidad que pueden ganar vendiendo dichos productos.
“Quieren aplicar un sistema bancario más pequeño y prudente”, dijo Charles Goodhart, ex estratega del Banco de Inglaterra. “Si se requiere a los bancos retener más capital, claramente el rendimiento sobre él disminuirá”.
Aunque los líderes prometieron “evitar una regulación excesiva”, Mark Cliffe, economista jefe de ING Groep NV en Londres, advierte que los “esfuerzos para fortalecer al sistema podrían dificultar la recuperación a corto plazo” si la perspectiva de un endurecimiento de las reglas obliga a los prestamistas ya recelosos a refrenarse todavía más.
El G-20 también indicó una apertura a las reglas de capital dinámico, que obligarían a los prestamistas a acumular efectivo excedente durante periodos de elevada rentabilidad como un cojín extra para cuando las pérdidas aumenten. Los ministros de Finanzas deberán hacer recomendaciones para “mitigar la tendencia cíclica en la política reguladora”.
Conforme los bancos comerciales y de inversión lanzaban nuevos productos, como los préstamos hipotecarios “subprime” o de alto riesgo y los instrumentos respaldados por activos, sus niveles de capital disminuyeron en comparación con los promedios históricos.
Un informe del Banco de Inglaterra el mes pasado mostró que los niveles de capital en los bancos comerciales de Estados Unidos han caído a menos del 10% de los activos desde más del 50% a mediados del siglo XIX.
“Parece haber una tendencia inherente a los sistemas financieros a provocar periodos de auge, acumulando desequilibrios, que derivan en periodos de crisis”, dijo el presidente del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet, el 13 de noviembre. “Necesitamos introducir un marco regulador para atenuar este fenómeno”.
El marco incluiría requisitos para las instituciones e inversores grandes, como los fondos de cobertura, para que proporcionen “información completa y precisa” sobre su situación financiera, dijeron los líderes, sin especificar cómo se haría.
El G-20 también instó a una “respuesta de política más amplia” al menguante crecimiento citando el potencial, mas no la promesa, de más recortes en los tipos de interés y estímulos fiscales. Los líderes se comprometieron a no erigir barreras proteccionistas por 12 meses y a idear para fin de año una manera de concluir la ronda de Doha sobre conversaciones de comercio.
Como medida adicional para calmar la volatilidad, el G-20 apoyó las cámaras de compensación para derivados financieros a fin de que respalden operaciones y absorban pérdidas en caso de que una empresa de intermediación caiga. Esto podría desacelerar el crecimiento del mercado. El 14 de noviembre las autoridades reguladoras de Estados Unidos acordaron reglas para permitir la apertura a fin de año de la primera cámara de compensación del mercado de permutas sobre riesgo crediticio, que mueve $33 billones.
Para proteger mejor a los inversores, los “swaps” y otros derivados deben ser negociados en mercados o plataformas de operación electrónica, dijeron los líderes, y se debe revelar más información sobre los derivados negociados en los mercados secundarios.
En la cumbre no se resolvió cuánto poder tendrán las autoridades reguladoras. Líderes europeos como el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller alemana Angela Merkel pidieron cierto control estatal sobre las prácticas de préstamos e inversiones transfronterizos.
Bush, a quien sólo le quedan dos meses en el cargo, se opuso a cualquier medida que cree una autoridad global para los mercados financieros. El G-20 acordó que las nuevas reglas estarán guiadas por los principios de libre mercado.
Los miembros del G-20 son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, China, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica, Turquía y la Unión Europea. Los Países Bajos y España también estuvieron representados.