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Profesionales 4.0: rápidos y curiosos

Álvaro Rojas alvaro.rojas@costaricacc.com | Martes 24 enero, 2023


Alvaro Rojas


Como es bien sabido por la mayoría, hoy las empresas se enfrentan a un mundo complejo e incierto. Las nuevas tendencias de consumo pospandemia, el entorno económico cambiante, las modificaciones en los tiempos de las importaciones, las nuevas modalidades de trabajo, nuevos competidores, presupuestos ajustados y nuevas estructuras organizacionales, entre otros factores internos y externos, hacen que las habilidades en cualquier posición de la organización necesiten ser ajustadas para poder competir en este escenario.

Lo anterior, sumado a que el progreso tecnológico de la cuarta revolución industrial está dejando obsoletos a una gran cantidad de productos y servicios, provoca que en las empresas se desactualicen procesos y, en general, hasta modelos de negocio en tiempo récord, dejando en posiciones poco competitivas a muchas empresas, profesionales y sectores.

Hasta hace unos años se creía que si una empresa tenía recursos difíciles de imitar, entonces, su grado de competitividad era sumamente alto, pero en el nuevo entorno esta aseveración ha ido perdiendo valor. Hoy en día, el grado de competitividad está alineado cada vez más a la capacidad de readaptarse por medio de la orquestación de una multiplicidad de recursos internos y externos para dar una respuesta de forma ágil a los cambios del entorno, y su competitividad aumenta exponencialmente si esa capacidad le permite adelantarse a los cambios.

Para adaptarse y adelantarse, las organizaciones necesitan varios elementos, pero uno del que la mayoría de los expertos está hablando es un talento humano altamente curioso, una habilidad o competencia poco mencionada antes dentro del entorno empresarial. Esto quiere decir que las empresas hoy requieren personas con inquietudes, con un alto nivel de cuestionamiento del statu quo, que no tengan temor de explorar las complejas aguas de las situaciones que los envuelven, que sientan curiosidad por estar al tanto de las tendencias emergentes en su sector o incluso marcando tendencia en sus entornos.

Albert Einstein, reconocido científico, se expresó varias veces sobre sí mismo como un hombre que no tenía talentos especiales, pero que sí era profundamente curioso, atribuyendo a la curiosidad un papel importante en el desarrollo de sus descubrimientos.

Pero ¿qué es ser curioso en este contexto? Son aquellos profesionales con un alto deseo de conocer su entorno, con una gran inquietud por cuestionarse, por expandir sus horizontes. Es querer saber algo mediante la investigación, la observación y el aprendizaje, con el objetivo de generar valor y ventajas competitivas. El término curiosidad proviene del latín “curiositas” y, etimológicamente, está emparentado con la palabra cura, es decir, la atención a los pequeños detalles. El término, a menudo, ha adquirido connotaciones negativas porque se ha asociado a un interés por cosas poco útiles, a un “deseo inmoderado de ver o de conocer” o a un gusto por las cosas “extrañas”. Estas asociaciones denotan que nuestra tradición cultural más bien penaliza la curiosidad, como por ejemplo en la frase: “la curiosidad mató al gato”.

La razón por la cual la curiosidad se está volviendo tan importante es que, según los expertos, hay una fuerte relación entre esta y la creatividad y, por consecuencia, también con la innovación, por lo que podríamos deducir que la creatividad y la innovación son la curiosidad aplicada. Cuando un profesional tiene la capacidad de explorar, experimentar e idear nuevas formas de hacer las cosas, cuando tiene una mente creativa y un alto grado de innovación, podríamos deducir que todo esto es estimulado previamente por la curiosidad. Es por esto que el Foro Económico Mundial ha incluido la curiosidad en su lista de las cualidades de carácter que necesitan poseer los profesionales del siglo XXI para enfrentarse con éxito a un entorno con un cambio continuo.

La curiosidad que lleva a la innovación tiene, según los expertos, tres formas de manifestarse: por medio de la combinación, por medio de la exploración, o mediante la transformación. Es decir, combinando ideas conocidas de formas nuevas, inesperadas, explorando nuevas posibilidades en espacios conceptuales ya conocidos y, finalmente, transformando para optimizar, mejorar y generar valor.

Pero hay un mito que tiene que ser derribado y es que la curiosidad es un asunto exclusivo de la alta gerencia, del gobierno corporativo o de la dirección de I+D y para derribarlo es importante desarrollar una la cultura organizacional debe permear de tal manera que esta habilidad pueda extenderse a la mayoría del talento de la organización. En el mundo actual, que la mesa directiva sea la única que salga al exterior a explorar el ambiente para detectar tendencias y oportunidades genera una desaceleración en la innovación. Las empresas deben ir direccionadas a entornos de innovación ambidiestros, con una alta capacidad de ejercer la explotación eficiente de sus modelos de negocio actuales y, con la misma intensidad, generar la exploración de nuevas oportunidades, y para lograrlo necesitan contar con la curiosidad de cada vez más personas, la cual dará como resultado un tsunami de generación de ideas innovadoras y alianzas estratégicas mediante las cuales podrán renovar su oferta de productos y servicios.

El profesor Patrick Mussel es uno de los profesionales que se ha dedicado a estudiar científicamente la curiosidad, logrando determinar, en una gran variedad de sus investigaciones, que esta, como habilidad profesional, genera las siguientes ventajas:

1. Ser más curioso es una habilidad que se puede desarrollar y aprender.

2. Una mentalidad curiosa es más adaptable a un entorno de cambio e inestabilidad.

3. La curiosidad tiene beneficios personales, profesionales y empresariales.

4. Los líderes curiosos desarrollan un rendimiento superior.

5. Los líderes curiosos alimentan la curiosidad de sus colaboradores, les es fácil desarrollar equipos observadores y proporcionan un entorno seguro para la mente inquisitiva de sus miembros.

6. Para las organizaciones, la curiosidad promueve la resiliencia organizativa, la innovación y, sobre todo, una escucha más activa.

7. Las estrategias empresariales que dan prioridad a la curiosidad no solo facilitan la exploración innovadora, sino que son más eficientes en su aplicación.

8. La curiosidad impulsa los dos tipos de innovación, la disruptiva y la evolutiva.

9. Existe una relación demostrada entre el nivel de curiosidad y el desempeño individual de los colaboradores.

10. Los individuos curiosos aprenden más, mejor y más rápido.

11. Las personas curiosas tienen una mayor apertura a nuevas ideas.

12. Al ser curiosos, suelen hacer mejores preguntas, lo que facilita su comprensión de las personas con las que se relacionan.

Para complementar, podemos basarnos en un reciente estudio del líder en analítica SAS, llamado Curiosity@Work, el cual hizo un muestreo entre más de 1800 profesionales a nivel mundial, donde el 72 % cree que la curiosidad es una de las habilidades más valiosas actualmente entre los colaboradores, el 59 % está totalmente de acuerdo en que la curiosidad genera un impacto real sobre el negocio y el 51 % considera que los colaboradores que tienen más curiosidad tienen un mayor rendimiento, el 62 % coincidió en que entre los beneficios más valiosos de la curiosidad están una mayor eficiencia y productividad, además de un pensamiento y soluciones más creativos, y el 58 % cree que brinda una mayor colaboración, más trabajo en equipo, un mayor compromiso y mayor satisfacción laboral. El Chief Information Officer de SAS, el Sr. Jay Upchurch, destacó del estudio lo siguiente: “nuestra investigación destaca que la curiosidad no es solamente algo positivo; se ha convertido en un imperativo empresarial que ayuda a las empresas a afrontar los retos críticos y a fomentar la innovación”.

Por su parte, la red social LinkedIn, durante el 2021 y 2022, registró un aumento del 158 % en publicaciones y artículos que mencionan la curiosidad, un crecimiento del 90 % en los procesos de reclutamiento que la nombran, y un crecimiento del 87 % en la referencia de habilidades relacionadas con la curiosidad.

Si algo debemos considerar los profesionales altamente competentes en este 2023 es que, si el grado de competitividad de las empresas está alineado a nuestra capacidad de adaptarnos y adelantarnos a los cambios, y que además se requiere de nosotros un alto nivel de curiosidad, sin duda un axioma a tener grabado en nuestra retina es que para estar vigentes y generar valor real debemos ser rápidos y curiosos.







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