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Primero es lo primero

Emilio Bruce ebjreproduccion@gmail.com | Viernes 26 agosto, 2022


Todos deberíamos seguir un orden de prioridades al enfrentar y resolver nuestros problemas. Todas las personas que actúan con sentido común enfrentan y resuelven primero las más acuciantes dificultades. Lógica, prioridades y sentido común son herramientas fundamentales para enfrentar y resolver los problemas de la vida. Hay que fijar prioridades de país. Hay que proceder siempre con toda lógica desde el gobierno.

Todos los países que procedan con racionalidad en su actuar definen un orden de prioridades. Hay gestos populares de sus gobernantes, hay acciones efectistas, hay quehaceres que son aplaudidos de la manera más intensa por el entorno, pero son gestos que no significan una mejor calidad de vida ni la resolución de los grandes problemas de país. Esta actitud de eludir los problemas y soluciones más acuciantes y centrar acciones en mantener o en aumentar la popularidad rompen con la lógica y el principio de atender los problemas más graves primero y dejar los secundarios para una eventual atención. Los gobernantes se deben a la resolución de los problemas más serios.

Primero es lo primero y en Costa Rica eso consiste en reactivar la economía y eso se hace sobre la base de generar más confianza y estabilidad, así como reducir los trámites que agobian a los productores y emprendedores y eliminar los costos generados por el estado que distorsionan la productividad del país. El anuncio del señor presidente de Costa Rica en el Congreso de Industriales sobre este tema debe trascender las palabras y materializarse en hechos. Nadie invierte bajo amenaza ni bajo percepción de riesgo. Se inician nuevos negocios hasta que se aclaren los nublados del día como ha sucedido desde la independencia. Lo primero está en reactivar nuestra economía porque el mejor Ministro de Hacienda que hay es una economía en crecimiento. Primero es reactivar la economía porque el desempleo disminuiría y con ello las brechas de ingreso, educación y la desigualdad de oportunidades de miles de familias. Primero es reactivar la economía porque esto haría que la recaudación fiscal aumentara reduciendo el déficit fiscal, reduciendo las necesidades de tomar más préstamos, ayudando a equilibrar las cuentas públicas. Nadie invierte en un medio en el que cualquier empresa es hostigada por las autoridades porque hoy son ellos, pero mañana podemos ser nosotros.

Primero es lo primero y en esta coyuntura actual se debe de poner a trabajar y a ganar un salario digno a los que hoy están desempleados. Este es el programa social más importante que se pueda emprender. Trabajo para todos, consecuencia de una economía creciente, serenidad, paz, estabilidad, confianza en el futuro, son todas metas urgentes de alcanzar y que serían alcanzadas a través de la urgente reactivación económica si esta se materializa. La miseria ahoga en estos momentos al país. El alto costo de la vida empuja a más familias a la carestía. El hambre está despedazando miles de hogares y aumentando la inseguridad ciudadana. La falta de ingresos de miles de personas va a terminar con la democracia, la libertad y nuestra forma de vida. El hambre no se sacia con cortinas de humo o con distractores sociales.

Las ocurrencias y las descalificaciones hacia algunos debilitan la confianza. El desenfoque de los principales problemas del país debilita la confianza. Confianza y estabilidad requieren a su vez de reglas claras de decisión y de vida. Se debe de fortalecer esta diariamente y con toda la fuerza de las acciones y también de palabras y expresiones. Pequeños espectáculos de violencia verbal, desplantes, pequeñas agresiones a personas o empresas no están enfocando ni dando solución a lo que es prioritario, merman la confianza y primero es lo primero.

El desempleo es mortal para la confianza en la democracia y en nuestro sistema. Una sociedad que genera prosperidad en unos pocos y pobreza y alienación en muchos lleva al país a buscar un cambio de sistema y eso lo hemos visto trágicamente en toda Sudamérica. Las brechas de ingreso, de educación, de vivienda, y la inmovilidad social son veneno para la democracia, la libertad y la libre empresa. Quienes están empobrecidos y sumergidos en miseria y desesperanza reniegan de libertad y propiedad, buscan venganza en contra de quienes sí las disfrutan y persiguen el cambio de sistema de manera inmediata. Nuestro índice de desigualdad es muy preocupante, la desigualdad de oportunidades y el hambre en inflación son señales de alarma de lo que podría venir. El alto costo de la vida está aplastando a quienes viven de un ingreso fijo y a los más pobres del país. Rechazar libertad y legalidad por tener ejecutividad conduce a la pérdida de la libertad, la ruta de ley y al advenimiento del autoritarismo con todas sus nefastas secuelas. El hambre genera ira en los hambrientos con toda razón. Hay que acabar con el desempleo y el hambre, de manera inmediata, sin rodeos. La ira se siente en el país.

¡Primero es lo primero! El control del déficit fiscal, la baja de los intereses que asfixian a los nuevos emprendedores, la eliminatoria de los gastos no prioritarios, el refinanciamiento de la deuda pública con nuevos préstamos son parte de ese gran desafío que nos presenta el país: reactivación económica, reducción del desempleo y de las injusticias sociales y equilibrio en el déficit fiscal. Ese es y debe de ser el foco permanente de la atención de nuestros gobernantes, de todos los tres poderes de la república.

Allí está la prioridad suprema. Allí está el enfoque prioritario. Lo demás es asunto de detalle o distractor social sin consecuencia más que de desviar la atención ciudadana de problemas sin solucionar.

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